Agencia AJN.- Con docenas de productores y fabricantes israelíes que reciben licencias para producir cannabis medicinal, aumentan también los obstáculos burocráticos y luchas internas ministeriales que podrían dejar la marihuana para eventualmente pudrirse o venderse en el mercado negro, costando más de 1.000 millones de shekels a las compañías.

La semana pasada, el gabinete insinuó que aprobaría las exportaciones de cannabis medicinal durante la votación del presupuesto estatal de 2019, solo para arrinconar las esperanzas al dejar de lado la medida.

Según los informes, el gobierno le afirmó a las compañías israelíes de marihuana medicinal que sus exportaciones serían aprobadas para 2018, según los empleados de la industria. Eso convenció a las compañías de embarcarse en inversiones multimillonarias en shekels, algunas de las cuales ahora podrían estar en peligro.

«Ahora tenemos un gran problema porque dentro de tres meses seguirán y [los productores] todavía no tendrán licencias de exportación», remarcó Hagit Weinstock, un abogado que representa a 60 productores y productores israelíes de cannabis.

Con toneladas de marihuana que se cultivan en Israel pero sin opciones para exportarlo, otro empleado relacionado con la industria amenazó con que el producto finalmente se vendiera en el mercado negro. «No tienen otra opción porque la gente está cultivando toneladas de cannabis. ¿Qué van a hacer con eso? ¿Van a ser traficantes de drogas?», advirtió Weinstock

«Un obstáculo importante es que el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, está solicitando millones de shekels para almacenar de manera segura el medicamento en el aeropuerto, dado su estado legal como sustancia controlada. El Tesoro todavía tiene que aceptar transferir los fondos, manteniendo las exportaciones atascadas. Un argumento ridículo.», resaltó.

Debido a todas las demoras, es probable que las exportaciones reales no comiencen hasta 2019, aseguró Oren Lebovitch, presidente de Ale Yarok, el partido político orientado hacia la legalización de la marihuana.

En octubre de 2017, un comité gubernamental «adoptó las conclusiones del informe …[que discute] la viabilidad de exportar cannabis medicinal desde Israel», sostuvo el Ministerio de Salud en un comunicado.

En septiembre de 2017, el Ministerio de Agricultura clasificó a la industria de la marihuana medicinal como un sector agrícola legal. Eso otorgó a los cultivadores de cannabis acceso a ayuda gubernamental, subvenciones y capacitación.

El ministerio estimó que las exportaciones israelíes podrían ascender a 1000 millones a 4000 millones. anualmente.

En febrero de 2017, un comité gubernamental dio el primer paso para aprobar las exportaciones de marihuana medicinal. Sin embargo, la Knesset aún no tuvo una votación general sobre la legislación.

A pesar del estancamiento regulatorio, las firmas israelíes de cannabis aún se reúnen con compañías en Alemania, Canadá y la República Checa. «Israel es un lugar excelente. Es la capital del cannabis y están haciendo investigación clínica. No hay otro lugar en el mundo donde pueda hacer investigación clínica para su producción», aseguró Weinstock, y agregó que en los Estados Unidos, la FDA todavía prohíbe la investigación clínica.

Se calcula que unas 50 empresas israelíes de marihuana medicinal trabajan en el cultivo de plantas o en la producción de dispositivos de administración tales como inhaladores, junto con la exportación de cosméticos de cannabis y productos para el cuidado de la piel. En 2016, los inversores internacionales invirtieron más de 100 millones de dólares en empresas de marihuana israelíes.

El académico israelí y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalem, Raphael Mechoulam, fue la primera persona en identificar el principal componente psicoactivo en el cannabis, el THC, hace más de 40 años