Agencia AJN.- Mariana Villegas, creadora de la startup Climo, empresa dedicada a optimizar la climatización, ganó el Tech Evening Start Jerusalem Edition organizado por Startup Chile y la Embajada de Israel. En diálogo con la Agencia AJN, Villegas destacó: «Esto es un reconocimiento al esfuerzo. Espero poder estar a la altura y sacarle partido a esta oportunidad».

-¿De qué trata Climo y cómo surgió la idea de crear esta Startup?
Climo es una empresa de tecnología que busca atacar está brecha que hay en la calidad de vida de las personas asociadas a como están climatizadas. Pudimos notar que, en lo general, la gente lo hace de mala manera. Acá en Chile por lo menos la gente no se climatiza, sino se calefacciona en invierno, y lo hace mal, con tecnología súper anticuada. Yo siempre digo que andamos todos con una pantalla del celular en la cual vemos películas, llamamos, es nuestro teléfono, encargamos comida. Pero en Chile nosotros llegamos con un bidón de parafina o de gas a la casa para prender una estufa y nos parece totalmente normal. Es caro, incomodo, poco saludable y sustentable, y sin considerar un montón de gente que ni siquiera tiene ese mal estándar casero, no tiene nada. La idea nace un poco de ahí, ver qué tecnología existe para climatizarte bien, pero nos dimos cuenta que era cara, que la gente, como no tiene la cultura, gasta una cantidad de plata que no debería gastar en equipos de aires acondicionados o climatizadores. Entonces propusimos un tipo de negocio en el cual la gente paga una mensualidad. Entonces promueves que la gente mejore la calidad de vida con un muy bajo costo energético, porque son equipos que gastan muy poco y que permiten mantener muchas mejores temperaturas y condiciones de salud dentro de tu hogar. Además generamos una plataforma y creamos el dispositivo, un hardware que se mete dentro de los equipos y que busca más allá de controlar los equipos a distancia, sino contar con la información que te permita hacer gestión energética, que es algo que la gente no conoce.
Entonces nosotros dijimos «ataquemos eso». Hay un nicho enorme, que son los equipos que ya están instalados en oficinas, universidades, entre otros, que si bien existen y cumplen el rol de climatizar, no lo hacen bien. Si nosotros podemos ayudar a gestionar está energía vamos a hacer un bien económico a ese cliente y a la tierra.

-¿Ya lograron hacer pruebas exitosas?
A todos los que les conté de mi idea me dijeron que les interesaba. Entonces comencé a hacer pruebas, compre equipos, a buscar proveedores. Empezamos a buscar qué es lo que queríamos en términos del dispositivo, el hardware, entre otros; y probamos los equipos, vimos si la gente era más feliz o no, si les salía menos la cuenta o no. Rápidamente nos dimos cuenta que teníamos muy buenos resultados. De hecho, cuando se me ocurrió esta startup yo estaba embarazada, entonces fue a mi regreso que le pude poner un poco más de energía y empezamos a hacer campaña para ver cómo respondía la gente.
En diciembre del año pasado empezamos a recibir público mucho más fuerte, y desde ahí no hemos parado.

-¿Cómo surgió esta idea de presentarse en el concurso Startup Jerusalem 2017?
Yo gané este año la opción de entrar al Startup Chile, que es una plataforma gubernamental, y en ese contexto iba a participar de una instancia que se llama Technik. Pero en ese momento tenía muchas demandas de problemas, entonces me cuestioné si participar o no. Sin embargo me decidí por presentarme pero sin muchas expectativas más que mostrar que el producto es bueno. Finalmente quedé seleccionada y yo todavía no lo entiendo. Al parecer fue porque era un proyecto que, por un lado ya está funcionando, que tenemos tracción de clientes, que estamos en un buen momento, estamos empezando a expandirnos territorialmente. Por otro, es un proyecto que tiene una aplicación súper social porque apunta a las personas, y ese es nuestro desafío: que estemos todos climatizados, y bien climatizados, gastando poco dinero y en buenas condiciones. Hay muchos proyectos que son muy buenos pero que están enfocados en mejorar un proceso puntual, pero claro no le llega a la persona o a todo el mundo, sino únicamente al que le incumbe.

-¿Qué significado tiene para usted que su startup represente a Chile en uno de los festivales de innovación más importantes del mundo?
Estoy muy orgullosa. Yo siempre digo que no gano nada, no porque no me haya ido bien, pero nunca espero nada de estas cosas, entonces estoy muy contenta, siento que es un reconocimiento al esfuerzo, a la idea, a que se premien también los esfuerzos que van a mejoras que, tal vez son súper simples pero no había hecho nadie. Estoy muy contenta obviamente. Para nosotros es muy importante porque nos va a permitir ir a mostrar esto, como dices tú, a uno de los ecosistemas más relevantes en emprendimientos, conocer gente de otros lados, poder también intercambiar ideas, experiencias, y aprender de la gente que ya ha pasado probablemente por muchas de esas cosas que quizás uno todavía no ha pasado. Definitivamente es un paso muy importante, y yo en lo particular espero poder estar a la altura y sacarle partido a esta oportunidad.

-¿Qué espera encontrar en Israel?
Bueno, en términos de lo que me incumbe a mi, espero encontrar un ecosistema a otro nivel en término de innovación, de oportunidad, de financiamiento desarrollo tecnológico, algo que ni siquiera soy capaz de dimensionar hoy en día. Eso por un lado y por otro lado un país y una ciudad que voy a conocer, muy diferente a lo que uno esta acostumbrado. Me han dicho que es impresionante, que por un lado uno anda muy seguro por la calle y por otro lado hay personas vestidas de guerra también, y nada, estoy súper entusiasmada por esta oportunidad en todo sentido, en lo personal y en lo profesional.

-¿Qué mensaje le podría dejar a jóvenes innovadores como usted?
Que hay que trabajar duro, que hay que creer que cuando uno tiene una idea que es buena, también hay que saber cuándo tirarla. También he tenido experiencias anteriores donde uno tiene que saber hasta dónde entregar tanta energía, pero principalmente, creer en uno y trabajo duro. Hoy en día hay un montón de instancias de fondos, de ecosistemas que promueven esto, y yo ya no estoy tan joven, pero escucho de muchas oportunidades para que la gente pueda ir a trabajar a otros países. Creo que todo eso es una gran experiencia. Conocer otros lados y gente con la visión de aportar, de estar siempre creando cosas que aporten, más que al bolsillo que aporten, a la sociedad. Y, si es una buena idea, va a retribuirse de todas las formas posibles.

V.C-E.C