La XXIII reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo cerró tres coincidencias de líderes, empresarios y académicos: la importancia de fortalecer el sistema democrático, el llamado a reaccionar ante la situación en Venezuela y la necesidad de que América Latina acuda con una voz común a la Cumbre del G20 que se realizará en Buenos Aires el año próximo.

El ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti resumió los interrogantes de la sociedad actual con una sola frase. Apeló al escritor francés Alfred de Musset quien, en La confesión de un hijo del siglo, describió que “Vivimos en el medio de algo confuso: un siglo nuevo con mucho del pasado y del presente. En esa confusión, a veces no sabemos si pisamos semillas o cenizas”.

El encuentro había sido inaugurado el pasado jueves por el presidente argentino, Mauricio Macri. El anfitrión fue Darío Werthein (Grupo Werthein) y convocó a los ex mandatarios Julio María Sanguinetti (Uruguay), Felipe González (España), Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile); los empresarios Carlos Slim (Grupo Slim) y Alejandro Bulgheroni (PAE/Bridas); Carlos Magariños (embajador argentino en Brasil); Alfredo Barnechea (ex candidato a presidente de Perú), Enrique Iglesias (ex secretario general iberoamericano), Alberto Ruiz Gallardon (ex ministro de Justicia de España), Natalio Botana (politólogo argentino) y Rebeca Grynspan (secretaria general del Segib), entre otras figuras.

En el cierre del encuentro, la Vicepresidenta Gabriela Michetti realizó un balance: “Escuchar estas ponencias ayuda a este gobierno a seguir trabajando por nuestro país. Tanto para mí como para Mauricio Macri, escucharlos significó un aprendizaje político invalorable. Su visión de estadistas conforma un insumo político importante”.

“Nuestra región ha sido bendecida con una enorme cantidad de recursos y riqueza que no se condice con los niveles de pobreza. Eso es una llamada de atención: la región sabe que está en condiciones de alcanzar una vida mejor. Por eso es importante que tengamos capacidad de creación colectiva”, resumió Michetti, quien destacó la importancia de trabajar para que América Latina se presente como alternativa al mundo.

Felipe González, por su parte, puso el foco en la situación que se vive en Venezuela: “Si en lugar de llamarse Maduro el presidente se llamara Pinochet, estarían en todo el mundo pidiendo por Venezuela. Pero es la misma tiranía. Se añora lo que se pierde. Y Venezuela ya añora la pérdida de libertad. Los jóvenes están literalmente arriesgando su vida en las calles por la libertad”, destacó el ex jefe de Gobierno español.

En cuanto a la falta de liderazgos que vehiculicen los cambios que la sociedad demanda y el peligro de los populismos que toman partido de la situación, Cardoso fue elocuente: “Hay una globalización que es feliz, pero otra que es infeliz, encarnada por los que pierden. Ellos son los que están protestando y a ellos tenemos que dirigirnos. Si nosotros no lo hacemos, lo harán otros, que no necesariamente van a defender la libertad y la democracia”. En coincidencia con ese discurso se manifestó Iglesias, que llamó a atraer a los jóvenes a la vida política.

Tras las intervenciones de Slim, Lagos, Grynspan, Barnechea, Botana y Magariños; Werhein agradeció a los presentes y describió las reflexiones que se sucedieron a lo largo de las dos jornadas del encuentro como “una bocanada de aire fresco en medio de un año electoral”.

La Fundación Círculo de Montevideo, que reúne a ex presidentes, empresarios y académicos de Iberoamérica, trabaja desde hace 20 años por la democracia y la mejora de las relacionales internacionales al tiempo que invita a reflexionar sobre temáticas de alcance no sólo regional sino mundial.