Agencia AJN.- Margarita Bernal, cocinera profesional y columnista del diario El Tiempo de Colombia, dialogó con la Agencia AJN sobre su reciente viaje a Israel, en el que pudo acompañar a varios chefs de Colombia y conocer la gastronomía israelí, su cocina y su cultura. “Pudimos conocer la historia de Israel a través de su gastronomía. Fue un descubrimiento cultural”, resaltó.

Junto a cuatro chefs, Bernal pudo visitar Tel Aviv, Jerusalem, Acre, Nazareth y en Cesarea, y conocer restaurantes de todos los niveles, desde lugares de primer nivel hasta puestos de la calle. Además destacó la calidad de sus ingredientes y su materia prima: “Es apasionante cómo un país que está en la mitad del desierto tiene un tema de agricultura y de manejo del agua increíble”.

-¿Cómo surgió el viaje a Israel?
Surgió por la Embajada de Israel en Colombia. El embajador Marco Sermoneta siempre ha estado muy atento e inquieto para que la gente de diferentes credos del país conozca Israel y su cultura. Ha llevado diferentes personalidades y, en esta ocasión, quiso invitar a cocineros colombianos para que fueran y conocieran Israel, su gastronomía, cocina y cultura. Yo los acompañé para escribir y hacer unas crónicas para contar la experiencia de los cocineros, que fueron a comer y disfrutar del país. El viaje duró una semana y pudimos visitar Tel Aviv, Jerusalem, Acre, Nazareth y en Cesarea.

-¿Qué pudo destacar del viaje y de la cultura gastronómica israelí?
Fue maravilloso. Viajar con cocineros cuando a uno le gusta la comida es fascinante porque son muy curiosos. En los mercados ellos querían probar, cocinar, oler y entender cada ingrediente. Fue una semana en la que no paramos de comer, sólo queríamos probar nuevas cosas, entender su cultura, cómo lo hacían, la historia de Israel a través de su gastronomía. Fue muy emocionante porque estuvimos en restaurantes de todos los niveles. Comimos comida de la calle, de mercado, de restaurantes muy prestigiosos. La calidad de sus ingredientes es impresionante, la materia prima que tienen en Israel. Sus tomates son tiernos, dulces, jugosos, los mejores que he comido. Es apasionante cómo un país que está en la mitad del desierto tiene un tema de agricultura y de manejo del agua increíble. Uno no puede creer el sabor que tienen las verduras y las frutas. Fue una experiencia muy variada y enriquecedora en términos de gastronomía.
Es fascinante su cultura de comer y compartir. Todo era servido al centro de la mesa de una manera muy generosa, donde no se sentía escasez, sino todo lo contrario. Son anfitriones maravillosos por su forma de atender a las personas a través de la comida. Es una cultura que realmente le apasiona, le importa y le fascina la comida, y todo está basado en compartir el centro de la mesa. Allá todo el mundo comparte, y eso me pareció bellísimo porque se vuelven como familia. El momento de sentarte a la mesa y compartir platos, sabores, y conversar alrededor de la comida y la cocina me fascinó. Pude disfrutar y percibir la cultura y la identidad gastronómica del país.

-¿Considera que estos viajes deberían realizarlos también otros países de Latinoamérica?
Sí, es importantísimo. Yo considero que se conoce la cultura de un país a través de su cocina. Es muy importante porque la gente conoce poco de Israel, sólo lo que sale en los medios de comunicación. Pero cuando uno llega, se fascina completamente. La gente tiene una amabilidad y hospitalidad muy impresionante. A Israel hay que ir y volver muchas veces, definitivamente.

-¿Pudo explicarles a sus amigos en Colombia el fenómeno de esta experiencia?
Justamente estoy en eso. Con los diferentes medios estamos cuadrando qué tipo de artículos vamos a escribir, ya que tengo muchas ideas. Me gustaría dividirlo por regiones, para hablar en un momento sólo de Jerusalem, o de Tel Aviv, y en otro hablar sólo de los mercados. Además, quiero hacer una crónica para contar las vivencias de todos los cocineros que viajaron.

-¿Cómo podría definir este viaje?
Fue un descubrimiento cultural. Cuando uno llega no se imagina lo que se va a encontrar, entonces se descubre y se fascina.

V.C