Agencia AJN.- Simpatizantes de Hezbollah (Partido de Dios, en árabe) salieron a festejar anoche en las ciudades al sur del país y en Dahiya, al sur del Beirut, luego de cerrados los comicios por las elecciones generales que tuvieron lugar por primera vez en nueve años. El ministro del Interior del país de los cedros, Nouhad al-Mashnouk, declaró luego de la jornada que el índice de participación en las elecciones parlamentarias fue del 42,9% , siendo inferiores a los anteriores porcentajes de asistencia que llegaron al 54%. Los resultados oficiales serán publicados según se cree durante la jornada de este lunes.

Diferentes políticos y funcionarios del país estiman que Hezbollah se verá reforzado en el Parlamento. El jefe de la organización chií, Hassan Nasrallah, podría pronunciar un discurso este lunes, según trascendió.

Hasta ahora, Hezbollah y aliados mantenían 57 de las 128 bancas del recinto, frente a 71 del bloque del primer ministro en funciones, Saad al-Hariri. Si las estimaciones son correctas, el bloque liderado por la organización de Nasrallah alcanzará al menos 64 escaños.

Desde Israel, el primero en comentar sobre la jornada fue el ministro de Educación israelí, Neftali Bennet, quien en su cuenta de Twitter advirtió que en base a los resultados de la contienda, «Hezbollah es lo mismo que El Líbano». «Israel no diferenciará entre el Estado soberano del Líbano y Hezbollah, y considerará al Líbano como responsable de cualquier acción que surja desde su territorio».

Las elecciones en El Líbano: Cifras

967 candidatos, de ellos 111 mujeres, intentaron acomodarse en uno de los 128 escaños del Parlamento. Los participantes estaban repartidos en 77 listas para 15 distritos y 27 subdistritos electorales, reportó el canal diez de la televisión israelí.

Para los libaneses que viven en el extranjero, algunas de las urnas fueron abiertas el 27 de abril y cerca del 70% de los 12,615 de personas con derecho a voto lo ejercieron.

Las elecciones para el Parlamento libanés se deben disputar cada cuatro años, pero se postergaron varias veces en los últimos años por diferentes razones. En 2014, fueron pospuestas dos veces, inicialmente debido a la incapacidad de elegir presidente y luego debido a la guerra civil en Siria y la inestabilidad de seguridad en el país.

En esa ocasión se decidió que se iban a retrasar por dos años y siete meses bajo la promulgación de una nueva ley electoral, que fue legislada en 2017, y cuyas elecciones se fijaron para mayo de 2018.

El cambio en el sistema electoral en el marco de la nueva ley incluye entre otras cuestiones la reducción del número de distritos, cuando la cantidad de escaños en el Parlamento será asignada en proporción a la cantidad de votos recibidos.

Además se permite la representación de partidos más chicos, pero los resultados podrían dañar las dos alianzas más fuertes en ese país: “8 de marzo” y “14 de marzo”.

Contexto regional en la política interna libanesa

Uno de los actores más influyentes del pacto “14 de marzo”, es el movimiento “Futuro”, que fue fundado por el ex primer ministro libanés Rafik al-Hariri, quien fuera asesinado en 2005, y cuyo hijo, el primer ministro Saad, aún es parte del mismo.

El factor más importante en la otra alianza, “8 de marzo” es Hezbollah. Ambos movimientos representan visiones distintas, cuando el liderado por Hariri (14 de marzo) es pro saudí y el 8 de marzo, pro iraní.

Arabia Saudí invirtió jugosos fondos para fortalecer el partido de Hariri que meses atrás no se sentía seguro de permanecer en el país de los cedros y partió al exilio.

En tanto, Irán, en una partida por sus intereses, hace lo propio enviando dinero y misiles convirtiendo así al Líbano en un frente contra Israel para la próxima guerra. Algo que al-Hariri se opone. Los resultados de las elecciones de ayer podrían ayudar a indicar para qué dirección se inclinará El Líbano.
FO