Agencia AJN.- Seis meses después de que las Fuerzas de Defensa de Israel expusieran la operación de Hamás en catfish en Facebook, iraníes comenzaron a trabajar en un esquema similar para obtener información secreta de compañías israelíes que operan en campos sensibles.

Mia Ash es una fotógrafa independiente de 29 años de edad y una atractiva mujer que vive en Londres y que le encanta escuchar música indie y «navegar en las redes sociales». Ella ha estado estudiando en la Universidad de Londres, es un poco hipster y busca el amor.

Por extraño que parezca, parece que se siente atraída principalmente por los hombres mayores que ocupan altos cargos en las industrias de la energía, la aviación y la tecnología de la información. Sin embargo, hay un problema: Mia Ash no existe. De hecho, su perfil es falso, diseñado para robar información secreta.

Los investigadores que descubrieron la trama creen que Mia fue creada por hackers vinculados a Irán. Según los informes de los medios de comunicación, el plan fue parcialmente exitoso y los altos ejecutivos de las industrias sensibles de Israel, Estados Unidos, India y Arabia Saudita pudieron haber expuesto información confidencial al mismo perfil falso.

Mia también instaló spyware en las computadoras de las compañías de las cuales recogió información antes de que fuera descubierta en febrero pasado.

En el mismo mes, una empresa de Medio Oriente cuyo nombre no ha sido revelado fue abordada por la empresa de seguridad SecureWorks para investigar el intento de espionaje.

Un empleado sin nombre fue halagado cuando Mia se le acercó en LinkedIn con preguntas relacionadas con la fotografía, una pasión que comparten. En poco tiempo se hicieron amigos en Facebook, donde correspondieron y hablaron de trabajo y pasatiempos. Las cuentas de Facebook, Instagram, LinkedIn y Blogger de Mia han demostrado que muchos de sus amigos son fotógrafos y que su estado de relación se define como «Es Complicado».

Un día, le preguntó a su nuevo amigo si podía hacerle un favor. Ella le pidió información sobre una fotografía, que incluía la descarga y el relleno de una hoja de Excel, y afirmó que esto debería hacerse en su computadora de trabajo, de lo contrario surgirían problemas tecnológicos. El empleado tragó el cebo y tan pronto como descargó los archivos, introdujo spyware en el sistema. Afortunadamente, la seguridad cibernética de la compañía lo detectó.

La investigación encontró que el perfil de Mia había sido creado hace un año, y que los responsables de ello habían forjado contactos con fotógrafos reales a lo largo de los meses para dar credibilidad al personaje ficticio. Las fotos de Mia fueron tomadas del perfil de una estudiante rumana.

Un periódico australiano informó que los investigadores creen que el perfil fue creado por el grupo de hackers «Cobalt Gypsy», que se cree que está respaldado por Irán. El mismo grupo estaba vinculado a ataques cibernéticos en el pasado que comprometieron miles de computadoras en Arabia Saudita y ataques cibernéticos contra empresas israelíes.

Hace seis meses, la FDI denunciaron que Hamás había intensificado su actividad de espionaje cibernético dirigida a los soldados para reunir información sobre las operaciones del ejército y su despliegue en la frontera de Gaza.

Los agentes del Hamás se convirtieron en atractivas y jóvenes israelíes asumiendo sus identidades y estableciendo contactos con los soldados, principalmente a través de Facebook. Tras el contacto con soldados, los agentes de Hamás intentaban establecer una relación virtual íntima y convencer a los soldados de que descargaran una «aplicación» que permitiría la conversación por vídeo.

La «aplicación» era un caballo de Troya, que le dio a la organización terrorista el control total sobre el dispositivo y le permitió activar la cámara y el micrófono, acceder a contactos, vídeos y fotos, e incluso conversaciones y correos electrónicos de WhatsApp.

Además, Hamás también logró eliminar la aplicación de los dispositivos, mientras que simultáneamente instalaba aplicaciones de control y control más sofisticadas sin dejar rastro.