Agencia AJN.- Pese a algunos contratiempos diplomáticos en la relación, Nueva Zelanda apoyó sistemáticamente a Israel, aseguró Dame Patsy Reddy, gobernadora general de Nueva Zelanda y la funcionaria de más alto rango de Nueva Zelanda en visitar Israel.

Si bien es de conocimiento público que Australia fue el primero de los 33 países que votaron a favor de la resolución de la ONU sobre la partición de Palestina en noviembre de 1947, no se sabe generalmente que Nueva Zelanda fue uno de los tres países del Pacífico Sur entre los 33. El tercero fue Filipinas, que había dado cobijo a los judíos alemanes que huían de los nazis.

Nueva Zelanda reconoció oficialmente a Israel en enero de 1949, pero nunca tuvo un embajador residente o incluso un consulado en Israel, aunque Israel tiene una embajada en Wellington.

El cónsul honorario de Nueva Zelanda en Israel es Gad Propper, que fue nombrado en junio de 1998 y que recientemente se convirtió en decano de los cónsules honorarios de Israel. «Estamos muy orgullosos de él, ha hecho un gran trabajo», resaltó el saliente Embajador de Nueva Zelanda Jonathan Curr, con sede en Ankara, que debe completar su mandato el mes próximo antes de asumir su nuevo puesto como Alto Comisionado de Nueva Zelanda en Fiyi.

Antes de la visita del gobernador general, que en realidad estaba determinada por los resultados de las recientes elecciones en Nueva Zelanda, el ex primer ministro Bill English había sido convocado para la conmemoración de la Batalla de Beersheba. Si las cosas hubieran funcionado de esa manera, habría sido el primer primer ministro de Nueva Zelanda en poner un pie en Israel.

Antes de la llegada de Reddy, el funcionario kiwi de más alto rango que visitaba era el ministro de Asuntos Exteriores. A lo largo del largo período de relaciones diplomáticas entre los dos países, solo tres o cuatro ministros de Relaciones Exteriores visitaron Israel.

En términos de intercambios de alto nivel, las relaciones fueron marginales, especialmente en comparación con Australia, que geográficamente está aún más lejos. Los tres primeros ministros australianos, Bob Hawke, John Howard y Malcolm Turnbull, visitaron Israel junto con casi todos los ministros de Asuntos Exteriores y numerosos parlamentarios de ambos lados de la Cámara.

English estaba muy decepcionado por perderse la oportunidad de estar en Israel, contó Reddy, quien admitió que estaba encantada de tener la oportunidad de venir en este momento. Esta fue la segunda visita de Reddy. La primera fue como mochilera en 1980, cuando visitó Tel Aviv y Jerusalem.

Al pedirle que compare sus dos visitas, señaló que las dos ciudades ahora eran «irreconocibles, a excepción de los grandes sitios de la Ciudad Vieja de Jerusalem». Esta vez, contó, tenía guías expertos y, por lo tanto, pudo apreciar y comprender más.

Debido a que su posición es ceremonial, Reddy no pudo hacer ningún pronunciamiento político, y por lo tanto tuvo que tener cuidado cuando se le preguntó si podía imaginar el día en que Nueva Zelanda tenga un embajador estacionado en Israel.

Sin embargo, sí se permitió decir que Curr era «una fuerte acreditación para Israel» y que había contribuido «mucho tiempo en el terreno» en Israel. Además explicó que Nueva Zelanda es una nación pequeña con una población pequeña y una economía limitada, lo que afecta la cantidad de representantes que tiene en el exterior.

En uno de sus muchos papeles previos antes de convertirse en gobernadora general, Reddy fue presidenta de la Comisión de Cine de Nueva Zelanda, que a principios de 2016 firmó un acuerdo de coproducción con Israel, firmado en Wellington.

El acuerdo, que cubre cine, televisión, animación y producciones digitales, tiene el interés mutuo de apoyar a las industrias cinematográficas nacionales. El modelo israelí es uno que Nueva Zelanda quiere emular, aseguró.

En referencia a la cooperación legal, Reddy, una abogada eminente y distinguida antes de su nombramiento como gobernadora general, manifestó que Nueva Zelanda recibiría con agrado los intercambios legales a nivel académico.

Durante su estancia en Israel, Reddy estuvo presente en la firma de un acuerdo de 10 millone de dólares entre Vector Ltd. de Nueva Zelanda y mPrest de Israel, que desarrolló el software detrás del sistema de defensa antimisiles Iron Dome, y adaptará la tecnología para uso civil para ayudar a evitar cortes de energía y reducir las emisiones de carbono.

Ella cree que hay mucho más potencial para la cooperación y colaboración de alta tecnología entre los dos países, por lo que ya se establecieron muchas conexiones a través de misiones comerciales.

En Beersheba, el primer ministro Benjamín Netanyahu y otros ministros presentes se sintieron fascinados por el hecho de que comenzó cada uno de sus discursos en maorí. Un tratado firmado por el representante de la corona británica y los líderes maoríes hace unos 170 años previó que Nueva Zelanda se convirtiera en una nación con los cimientos culturales de su población indígena.

«Reconocemos y adoptamos la cultura maorí», expresó Reddy, agregando que se está haciendo un verdadero esfuerzo para fomentar la enseñanza de la lengua maorí en las escuelas para que todos los ciudadanos de Nueva Zelanda puedan hablarla con el acento adecuado.