Agencia AJN.- Virginia Sarria y Carolina Dams, la vicedecana y la profesora del Entrepreneurial Finance del IAE Bussines School, respectivamente, dialogaron con la Agencia AJN luego de su reciente viaje a Israel, en el que fueron las líderes de la primera delegación de una universidad argentina en viajar al país. Ambas destacaron la generosidad y apertura de los profesionales israelíes en transmitirles sus experiencias innovadoras, y resaltaron: «Israel como país tiene una visión clara de hacia dónde ir»

-¿Cómo surgió el viaje a Israel?
Virginia: Con Carolina estamos trabajando el tema del financiamiento emprendedor, y el año pasado viajamos a Silicon Valley a explorar todo el ecosistema, tuvimos entrevista con universidades, fondos, emprendedores. Entonces cuando estábamos ahí pensamos cuál sería la nueva etapa en esta penetración del ecosistema emprendedor y dijimos que sería muy buena idea ir a Israel. A nuestro regreso, interactuando con gente del Executive MBA del IAE, que tiene como parte del programa la organización de viajes a la costa este de Estados Unidos y a China, propusimos este año agregar a Israel como un destino más de nuestros viajes. El programa enseguida se entusiasmó, entonces armamos el plan. Se abrió una inscripción a los alumnos regulares de ese momento del Executive MBA a “Alumni” y después se terminó incorporando un grupo de emprendedores que estaban como finalistas en la competencia de emprendedorismo NAVES. En total los que viajamos fuimos 28 personas.

-¿Cómo se conocieron con Ignacio Peña y Fernando Flint?
Carolina: A Ignacio lo conocemos hacemos muchos años a través del ecosistema emprendedor. Desde que él volvió de Brasil hemos estado en contacto, y en el primer viaje que Ignacio hizo a Israel en 2012, me había invitado a que me sume al grupo de argentinos, que creo que había sido la primera delegación de argentinos emprendedores que había ido a conocer el ecosistema de Israel. En ese momento estaba empezando mi doctorado y fue imposible, pero siempre me quedó la idea de que era un viaje pendiente. Entonces, cuando empezamos a organizar este viaje se nos ocurrió proponerle que nos ayude a coordinar este.
V: Entonces él nos contacto con Fernando, que fue el brazo más ejecutor de toda la relación con los contactos israelíes, y juntos fueron armando el programa.
C: Acordamos el objetivo del viaje y después confiamos plenamente en lo que Ignacio y Fernando estaba coordinando.

-¿Quiénes se encargaron de escoger a las personas que formaron parte de la delegación? ¿Por qué esas personas?
V: La invitación la hace el programa Executive MBA a todos los alumnos regulares, que quedan al final cerca de 300, y eligen entre todos estos programas o quedarse en Buenos Aires y participar de una semana internacional en el IAE. Entonces son ellos los que van eligiendo cuál de las alternativas les interesa hacer. Hacia el final, a Israel terminó yendo una delegación chica porque siempre que se abre un destino, el primer viaje suele ser más chico. Ahora, con las excelentes recomendaciones de todos los que han vuelto del viaje, seguramente vayan muchos más en la próxima visita.

-¿Podrían explicarnos en qué consistió el viaje a Israel?
V: El viaje tenía dos partes. Una que era a Tel Aviv y otra a Jerusalem, pero también fuimos a Beerseba. En cada una pudimos visitar todos los players del ecosistema emprendedor. Por un lado, estuvimos con universidades, ya que allá todo lo académico tiene un peso enorme, también lo relacionado con lo militar, y después nos reunimos con inversores, programas de aceleración y después con emprendedores, por un lado, y con grandes empresas internacionales que tienen research center y hacen desarrollos innovadores en Israel. Toda esta agenda y la sintonía fina la hicieron Fernando e Ignacio, y la verdad es que fue una combinación muy interesante.

-¿Qué fue lo que más pudieron apreciar del viaje?
C: Me sorprendió mucho que allá hay distintos players dentro de todo el ecosistema, pero la visión siempre es una. Israel como país tiene una visión clara de hacia dónde ir, y ya sea porque el Estado pone incentivos bien armados para guiarlos o porque también hay un convencimiento de que es el camino, está todo en sintonía y eso hace que realmente se puedan ver los resultados. No sin enormes sacrificios, por supuesto. Se ve que es una cultura de esfuerzo, que valora el conocimiento y que es emprendedora de por sí. Vivir eso realmente refuerza un poco todo esto. Después pudimos llevarnos aprendizajes para nosotros y para el país, ya que hay muchas cosas que podríamos aplicar acá.
V: A mí me impactaron varias cosas. Una es la tremenda consistencia que tienen, nadie es un jugador suelto o aislado. Todo tiene una coherencia muy profunda, una dirección en foco. Me impresionó la capacidad que tienen para dejar de lado cosas para las cuales no tendrían una ventaja clara, saber descartar, que no es un tema menor. Saben muy claro a qué decirle que sí y a qué decirle que no. Además de lo que fue el viaje con el grupo en general, tuvimos unos días previos, acompañadas por Fernando, en los que pudimos hacer visitas a la Universidad de Tel Aviv y a la Universidad Hebrea de Jerusalem. En ambos casos estuvimos reunidas con rectores, decanos, con las personas que trabajan lo que es la transferencia de conocimientos a las universidades. Me sorprendió mucho su enorme apertura al diálogo, a transmitir sus experiencias, lo que saben y lo que son, a pensar posibilidades de interacción. Algo que no se encuentra en todos lados.

-Pese a que Israel es un país que se encuentra en medio de un conflicto, ¿pudieron sentirse seguras el tiempo que permanecieron allá?
V: Totalmente seguras. En cualquier hotel o espacio de interacción la gente hablaba de esta seguridad. Incluso, hubo días en que en Argentina salían noticias de algún tipo de conflicto que había surgido, y allá ni lo notamos. Cero problemas. A veces allá hablan de la tensión que había entre diferentes grupos culturales o de pensamiento o religión, pero para nosotros fue todo muy armonioso. Sí es impactante la diversidad que hay de culturas en un espacio tan chico y con un alto nivel de interacción.
C: A lo mejor, lo que a uno le sorprende es ver a chicos con su arma. Al principio nos parecía increíble, pero después te vas acostumbrando.

-¿Qué aportes se pudieron llevar, que ahora quieran implementar en Argentina?
V: Me pareció muy inspiradora esa cultura de saber tener una visión clara, compartida, que sabe elegir por dónde ir y por dónde no ir. Lo interdisciplinar me llamó mucho la atención, no sólo a nivel conocimiento, sino los distintos players, cómo van mezclando distintas fuerzas para una causa común a nivel universidades. También la transferencia, el pasar de las ideas a la práctica.
C: Coincido con todo lo que dice Virginia. También nos llevamos cosas muy específicas, como ideas de una clase para dar el año que viene a un grupo de estudiantes. Desde su visión y su filosofía hasta cosas bien concretas de acciones con las que nos pusimos de acuerdo con gente como para empezar a colaborar o ideas de cosas que están haciendo bien en las universidades para replicarlas. Además, nos trajimos muchos contactos con los cuales seguramente vamos a seguir interactuando en el futuro.

-¿Consideran que con este viaje se pudo avanzar en las relaciones entre Argentina e Israel?
V: Nuestra idea ahora es, con la gran cantidad de contactos que obtuvimos, establecer puentes, por ejemplo, para que la persona que está cargo acá de transferencia pueda visitar Israel. Después, esperamos relacionarnos con las universidades para en un futuro, poder hacer más viajes con un vínculo institucional ya establecido, no sólo como quien hace una visita, sino organizado en conjunto.

V.C