Agencia AJN.- El diputado de Cambiemos y ex vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, consideró hoy en diálogo con la Agencia AJN “ejemplificadora” la decisión del juez Sergio Torres de procesar al legislador Leopoldo Moreau por “incitación a la discriminación”.

El fallo se basó en los dichos de Moreau realizados el 2 de noviembre en el programa conducido por el periodista Gustavo “el Gato” Sylvestre en C5N, cuando se refirió a la causa de Alberto Nisman y expresó que “están trabajando Wolff y otros agentes del Mossad” en el país.

En su defensa, el diputado kirchnerista argumentó que “la Constitución impide que un legislador sea interrogado judicialmente por sus opiniones”. Sin embargo, Wolff destacó que “el juez Torres resaltó que un diputado no puede ampararse en sus fueros para agredir y difamar gratuitamente a ningún ciudadano”.

“Para mí es un fallo histórico porque sienta un precedente, no sólo en mi caso, sino que, de acá en adelante, ningún diputado va a creer que porque tiene fueros puede salir a decir cualquier cosa de cualquiera sin probarlo. Y esto no fue un análisis político. Un análisis político podría haber sido que yo me identifico con alguna línea política de otro país. Pero él dijo que yo soy un agente extranjero y eso es una difamación. Y lo que dice el juez Torres es que habiéndose amparado en los fueros y no habiendo ninguna prueba de que yo sea un agente extranjero, queda claro que él considera que lo soy y que mi vínculo con el Estado de Israel sería por mi condición de judío. Razón por la cual, queda claro que esta denostación, discriminación y estigmatización característica del más radical y vernáculo antisemitismo está dada por estos argumentos. Y lo termina procesando por eso”, sostuvo Wolff a la Agencia AJN.

Asimismo, el diputado de Cambiemos reiteró que el fallo lo deja “muy satisfecho”. “Fui a donde tenía que ir. No lo invité a pelear a Moreau, lo llevé a la Justicia. Me siento representado por los argumentos del juez Torres, que me parecen acordes a un Estado de derecho y a una sociedad civilizada, donde no reina la lengua suelta y la agresión, por encima de los valores institucionales”, subrayó.

Por otro lado, consideró que el fallo no fue sólo ejemplificar para la política, sino que podría representar también un mensaje el interior de la comunidad judía: “A los judíos a lo largo de la historia no nos ha ido bien quedándonos callados. Y cuando uno se calla lo menos, termina callándose lo más. En mi discurso que di en la Cámara de Diputados el día que pedí una cuestión de privilegio, terminé diciendo que yo no voy a permitir que Moreau ni nadie extranjerice al judío como se había hecho en los peores momentos de la historia. Este es un legado, en principio, para mis hijos. Y ojalá alguien más lo pueda recoger”.

“Nosotros no nos tenemos que quedar callados con aquellos que nos extranjerizan. Por suerte vivimos en un país donde su Constitución le da la bienvenida a todos los hombres del mundo, donde el artículo 14 consagra la libertad de culto, donde hay una Justicia que tiene hombres que se hacen cargo de la interpretación clara de la ley antidiscriminatoria. Mi padre escapó de la Alemania nazi y este país le abrió las puertas. Yo me siento orgulloso de mi país, de defender mi condición de judío, comprometido con los valores cívicos dentro de la institucionalidad, para que nunca más un brabucón se crea con la libertad para decir quién es más ciudadano del país”, concluyó.