Las altas esferas de la comunidad judía argentina analizaron con “cautela y preocupación” la reciente versión periodística sobre un presunto atentado en Buenos Aires en el que estaría involucrado el gobierno de Irán.

La información llegada desde Estados Unidos generó una andada de comentarios políticos y dejó abierto un amplio abanico de hipótesis y sospechas que se vieron reflejadas en distintos comentarios durante el fin de semana.

Lo cierto es que la comunidad judía argentina, que aún reclama por el esclarecimiento de los atentados contra la sede de la AMIA y la Embajada de Israel en la Argentina, vive un momento “delicado”, según describieron algunos dirigentes comunitarios.

“Lo que me preocupa mucho es cómo es que hace cuatro meses sabían desde Arabia Saudita  que nosotros íbamos a ser objetivo de un atentado y acá no nos dijeron nada”, comentó un importante dirigente a la Agencia Judía de Noticias (AJN).

En una entrevista publicada por el diario Perfil, Ali Pakdaman, el embajador iraní en la Argentina no desestimó la posibilidad de que la versión haya sido generada por Estados Unidos para frustrar el diálogo que se inició entre Buenos Aires y Teherán a partir de propuesta de Irán de cooperar en la causa por el atentado a la AMIA.

“Estados Unidos siempre había intentado acusar a Irán para que no tuviera buenas relaciones con sus amigos en el mundo, sobre todo en Latinoamérica. La relación con Argentina no es nueva, tiene más de 109 años de historia. Siempre hemos tenido muy buenos contactos con Argentina. Luego hubo un malentendido entre los dos países y ahora que ambos tenemos la voluntad de colaborar para encontrar justicia, ellos vuelven a manipular las cosas para que no se pueda concretar esta colaboración”, dijo el diplomático.

Pakdaman apuntó que hasta el momento Estados Unidos no ha mostrado las pruebas de la acusación. “A Estados Unidos no le gusta la verdad, pero si la verdad es buena, tiene que ser bienvenida por todas las partes. Creo que ellos tienen miedo a la verdad, en cambio nosotros la estamos buscando”, sostuvo.

“Si Irán y Argentina quieren establecer un punto de colaboración mutua para encontrar justicia y en ese momento ellos dicen lo que están diciendo, es porque tienen miedo a la verdad”, argumentó.

En el medio de esta situación, a la dirigencia comunitaria le surgen cientos de preguntas. En principio por qué la presidenta Cristina Kirchner se mostró dispuesta a un diálogo sin condiciones con Irán, tal como lo expresó en el mensaje que dio en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La falta de un mensaje claro a la República Islámica dejó más dudas que certezas en la dirigencia que tampoco recibió con buenos ojos la decisión de la delegación argentina de presenciar el discurso del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, quien volvió a ser reprobado por una buena parte de la ONU por su reiterada negación del Holocausto judío.

Más allá de la presencia de Argentina durante el discurso de Ahmadinejad, parte de la dirigencia comunitaria aún se pregunta cuál es la opinión del Gobierno frente a la cuestionada postura del mandatario islámico.

Todo esto sucedió, presuntamente, en momentos que la presidenta Cristina Kirchner ya había recibido la información sobre posibles ataques terroristas contra embajadas en Buenos Aires patrocinados por las fuerzas de seguridad de Irán.

Este dato generó más preocupación en la dirigencia comunitaria, que representada por la AMIA y la DAIA acompañó a la Presidenta a la ONU con la ilusión de escuchar una nueva condena de la Argentina a la falta de colaboración del régimen islámico para que comparezcan ante la justicia los ciudadanos iraníes sospechados de haber participado en el atentado a la AMIA de 1994, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.

Las palabras del vicepresidente de la AMIA en ejercicio de la presidencia, Angel Barman, de la semana pasada, antes del inicio de la festividad de Sucot, reflejaban ya el momento delicado que se vivía en la colectividad cuando el dirigente afirmó: “Estoy preocupado porque tengo la responsabilidad de más de 200 mil judío que viven en la Argentina”.

Por su parte, el vicepresidente de la DAIA, Sergio Witis, también transmitió la preocupación de la comunidad ante esta versión al afirmar que “hay antecedentes" de la participación de Irán para sospechar que "éste podría ser un eslabón más de esta cadena".

Hasta ahora la información oficial difundida por el FBI y la DEA de Estados Unidos daban cuenta sobre un plan financiado por dos iraníes para atentar contra el embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, y otros ataques posteriores contra las embajadas de Arabia Saudita y de Israel en Washington.