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El saliente jefe de la Fuerza de Defensa de Israel (FDI), Gabi Ashkenazi, dijo anoche que Israel debe ser cuidadoso con sus evaluaciones sobre el mundo árabe ya que los “elementos que llevaron a una revolución en Egipto también existen en otros países”.

En un discurso que dio justo después de bajarse de su puesto, Askenazi le dijo a un grupo de altos líderes americanos judíos en una visita oficial en Jerusalem: “Los eventos en Egipto muestran que necesitamos ser modestos y cuidadosos en nuestras evaluaciones sobre el mundo árabe”.

“La paz es un objetivo estratégico para ambos países. Estoy satisfecho con la continuidad de la armada egipcia en lo que concierne a su política exterior. Estoy preocupado, sin embargo, por el estatus débil de los líderes moderados en el área, en relación con el status débil de Estados Unidos en la región”, dijo.

Ashkenazi, a quien se le preguntó sobre sus planes para el futuro, dijo que todo es posible, “justo como el asunto iraní”.

Luego de Ashkenazi tomó la palabra el jefe de Inteligencia Militar, General Mayor Amos Yadlin, quien dijo que prefería tener vecinos democráticos y que “los países democráticos no tienden a pelearse entre ellos. La ola de revoluciones no es necesariamente mala para Israel”.

“Estoy dejando mi puesto cuando el país está fuerte”, dijo Yadlin. También agregó que “las fronteras nunca antes han estado más seguras, Hezbollah no ha disparado desde el 2006 y Hamas se está manteniendo tranquilo en el sudeste”.

“El hombre responsable por la situación de seguridad es Askenazi. Durante su término, nuestros enemigos tuvieron muchas razones para atacar Israel, pero no lo hicieron debido al gran poder de la FDI encabezada por él”, destacó Yadlin.

 

JC