Estados Unidos nombró como procuradora general a Loretta Lynch, una mujer con una larga historia de investigaciones sobre el crimen organizado y el terrorismo a nivel mundial que contribuyó con la causa del atentado a la AMIA.

 

Lynch colaboró regularmente con el fiscal de la causa, Alberto Nisman, con quien se entrevistó en varias oportunidades en sus oficinas de Nueva York, a partir de información judicial que proveyó y que llevó a establecer la red de infiltración iraní en Argentina y Latinoamérica, y la conexión local en el atentado. Durante su trabajo conjunto ambos acordaron que la República Islámica había participado activamente del ataque de 1994 en el que murieron 85 personas.

 

"La participación de ella fue crucial para elaborar el informe que emití en el 2011 sobre la infiltración iraní en todo Latinoamérica. Habida cuenta que la procuradora Lynch fue la fiscal que acusó a los agentes iraníes de intentar volar el aeropuerto Kennedy en el 2007, por el cual fue condenada toda la gente vinculada, entre las que se encontraba Moshé Rabbani, principal acusado del atentado a la AMIA", expresó el fiscal sobre su designación, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias.

 

Si la designación de Lynch es aprobada por el Senado en Washington, ella será la jefa del Departamento de Justicia, cuyo título oficial es el de procuradora general de Estados Unidos.

 

La justicia argentina ha acusado a sospechosos iraníes, entre los que se encuentran funcionarios, de estar involucrados en el atentado a la AMIA, lo cual ha llevado a que se establezcan alertas rojas del INTERPOL para su captura, acusación que la República Islámica niega. Si bien la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había pedido la entrega de los acusados para ser interrogados en varias Asambleas Generales de la ONU, en enero del 2013 se iniciaron conversaciones con Irán y se firmó el Memorándum de Entendimiento para esclarecer el atentado.

 

Debido a la falta de progreso de este acuerdo, en el que se establecía que Irán accedería a que los sospechosos fuesen interrogados por jueces argentinos, las cámaras de diputados y senadores establecieron su inconstitucionalidad.

 

La fiscalía argentina ha repetido en varias ocasiones que el atentado a la AMIA no podría haber ocurrido sin una infiltración iraní en Argentina y en todo Latinoamérica. Además, a la luz de la detención de un terrorista libanés en Perú esta semana, se ha corroborado nuevamente lo que el fiscal Nisman, junto con la colaboración Lynch, afirmó en su reciente dictamen, en el que se habla de la incitación iraní no solo en territorio peruano sino en la gran mayoría de los países de Latinoamérica.

 

JC