Centenares de jóvenes participaron en el acto organizado por las organizaciones juveniles de la comunidad judeoargentina conmemorativo del 19º aniversario del atentado que destruyó el edificio de la embajada del Estado de Israel en la Argentina el 17 de marzo de 1992.
La ceremonia se realizó anoche en la plaza de Israel, en la esquina de Arroyo y Suipacha, donde funcionó la sede diplomática hasta el brutal ataque terrorista.
El acto contó con la presencia del embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit.
La gran mayoría de esos jóvenes concurrentes no había nacido o eran muy pequeños el día en que se perpetró el terrible ataque terrorista, pero al igual que años anteriores se congregaron para expresar su reclamo de justicia.
Previo al comienzo formal del acto, un conjunto teatral llevó a cabo una performance y el cuadro artístico “Cuando fue el atentado…”
A su vez la reconocida artista plástica Leonor Coifman por su parte inició la reconstrucción de su obra “Los siete días de la destrucción”, que estaba colgada en una de las paredes de la embajada y fue completamente destruida, en base a fotos originales y materiales alusivos a los escombros; tarea esta que continuó efectuando durante todo el acto y que culminará en los próximos días.
Walter “Chino” Laborde y Diego Kvitko interpretaron el tango “Nada”, de Horacio Sanguinetti, que fue elegido por dos jóvenes familiares de las víctimas porque su letra les recordó la sensación de incertidumbre y vacío que sintieron después del atentado.
En la plaza Embajada del Estado de Israel, ubicada en el predio siniestrado, se encontraban familiares de las víctimas, sobrevivientes y miembros de la representación diplomática israelí encabezados por el embajador Daniel Gazit y su señora esposa, Michelle.
Pasadas las 20.30 el embajador Gazit acompañado por Ezequiel Cacciato y Leandro Rodríguez de Oliveira, en representación de los familiares de las víctimas, Lea Kovensky, en representación de los sobrevivientes junto con representantes de la juventud judía encendieron una vela de Izcor (recordaciones), dio lectura a los nombres de las 22 víctimas fatales identificadas de las 29 que produjo el atentado, se realizó un toque de Shofar y se guardó un minuto de silencio.
Concluida está ceremonia, Gazit, que años antes del atentado se había desempeñado como Agregado Cultural en la embajada en Buenos Aires, dijo: “Está expresión que creció espontáneamente, hace años, jóvenes que vienen acá la noche antes de esta fecha fatal me emociona mucho, me hace recordar cuando el edificio estaba lleno de vida de jóvenes”.
“Cada vez que paso por estas calles y veo la plaza Embajada del Estado de Israel, me cuesta pensar como en ese edificio, en este pequeño espacio había tantas salas y tanta gente viva, llenos de vida. Ustedes con su presencia nos hacen devolver esta sensación de vida aunque sea por poco tiempo”, agregó.
Gazit afirmó que “la vida continúa pero no se los olvida y ustedes están acá para pedir justicia, y no solamente justicia sino un mundo justo sin el terror, sin esas personas que día y noche planean como quitarles la vida a otros, a mucha gente inocente, en todo el mundo; esos terroristas”.
“Es difícil pensar que haya gente de ese tipo que lo único que quiere maltratar a la gente y amenazarla con el terror. Es mucho más fácil para nosotros que vivimos con la santidad de la vida, con la expresión del alma estar aquí cantando y llorando, cantando y recordando, cantando y soñando. Queremos un mundo mucho mejor”, agregó.
A continuación Jorge Cohen, sobreviviente del atentado, agradeció a los realizadores del acto y a las personas que llegaron a la plaza para homenajear a las víctimas.
“Quiero decirles que estoy conmovido porque estamos todos juntos aquí a 19 años, están ustedes recordando. Hace 19 años menos un día que el edificio que estaba a mis espaldas volaba por el aire y quienes trabajábamos en la Embajada estábamos adentro del edificio y junto con mis compañeros sufrimos el ataque”, añadió.
Cohen reveló que pese a los años aún se sigue “emocionando y quebrando”. “Recién mencionábamos a las víctimas y estaba pensado en una idea, que cuando hablamos de cantidad de muertos parece que los muertos son innominados, pero cuando los citamos como hicimos hoy, con nombre y apellido, cambia”, afirmó.
Agustín Ulanovsky, mazkir (secretario) de NOAM, en representación de la juventud judeoargentina, manifestó: “Hace 19 años nosotros no habíamos nacido o éramos muy chicos y entonces la pregunta surge espontáneamente ¿por qué estamos hoy y por qué estamos acá? Se nos ocurrió dos respuestas, en primer lugar estamos acá para dejar de naturalizar algunas cosas que parecen obvias. Como juventud nos hemos acostumbrado que siempre que tratamos el atentado a la Embajada el tema sigue en torno a la impunidad, la injusticia y la corrupción”.
Ulanovsky lamentó que aún “haya cero responsables, cero condenados y cero justicia” en la causa por el atentado a la Embajada. “Por eso estamos acá para no tomar como cotidiano lo que no tiene razón de ser. En segundo lugar estamos acá porque nos moviliza nuestro sincero compromiso con la comunidad judía y con la Argentina”, subrayó. El joven exigió “a la Corte Suprema de la Nación, al Poder Ejecutivo y a los funcionarios encargados de la causa que agoten todas las instancias hasta que se de con la verdad y se condene a los responsables”.
“No hay excusa que justifique la impunidad y la ineficiencia que reina en las investigaciones. A los dirigentes comunitarios también les exigimos un discurso más claro: no hagan política con lo ocurrido, sean sinceros portavoces de nuestros reclamos de justicia”, agregó.
Ezequiel Cacciato, hijo de Rubén Cayetano Juan Cacciato, quien murió en el atentado, sostuvo “29 víctimas, 29 familias, 29 historias y cientos de personas heridas. La explosión se llevó las piezas de un rompecabezas que quedó incompleto”.
“La ausencia de nuestros seres queridos cambia nuestros sueños, nuestros proyectos y nuestros anhelos. Es muy fácil decir seguir adelante, pero de qué manera cuando cientos de víctimas cambiaron sus vidas para siempre”, afirmó.
Cacciato sostuvo que “para que esto no quede bajo los escombros es necesario que hagamos memoria”. “Un hecho de lesa humanidad como este no puede quedar impune, por lo tanto exigimos una vez más justicia”, reclamó.
El acto se cerró con una interpretación del destacado músico israelí Ivri Lider que al estar realizando actuaciones en la Argentina se ofreció generosamente a participar en el homenaje a las víctimas del atentado.