El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, afirmó que “la guerra de Iom Kipur fue un punto de inflexión en la historia de Israel".

Barak realizó estas declaraciones al participar hoy jueves en una ceremonia en memoria de las víctimas de la guerra de 1973. 

"La fuerza de la sirena que rompió la santidad de Iom Kipur en tan sólo un segundo es un eco que suena en este día y que lleva un mensaje claro: Tenemos el deber de mantener la seguridad absoluta en todo momento, no fomentar falsas esperanzas, ambiciones y sueños. Cuando se enfrenta con la prueba definitiva, no podemos confiar en nadie más que en nosotros mismos", resaltó el ministro.

El titular de la cartera de Defensa aclaró: "Nuestros mejores hijos serán enviados al campo de batalla sólo cuando no haya otra opción". "Sin embargo, vamos a iniciar una campaña si es necesario, incluso a un costo doloroso", agregó.

Según consignó el portal de noticias Ynet, Barack señaló que la región que rodea a Israel “está en llamas”. “Las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) y las fuerzas de seguridad están preparadas para cualquier reto, ya sea cerca o lejos", garantizó.

La ceremonia de conmemoración anual de las víctimas de la guerra de Iom Kipur tuvo lugar en el Monte Herzl de Jerusalem, a la que asistieron familiares de las víctimas, el juez de la Corte Suprema de Justicia Yoram Danziger, el ex ministro de Defensa, Yitzhak Mordechai, el jefe del Estado Mayor de las IDF, Benny Gantz, y los principales jefes militares.

La Guerra de Iom Kipur fue la más grande de las guerras entre israelíes y árabes en términos de la magnitud de las fuerzas que intervienen y la cantidad de artillería utilizada. Un total de 2.569 soldados de las IDF resultaron muertos, unos 7.500 heridos y 301 cayeron en cautiverio y fueron devueltos a Israel.