Un chico ortodoxo de 12 años recibió una golpiza feroz durante un presunto intento de robo en el barrio de Once, en la ciudad de Buenos Aires, y su familia denunció que la agresión se produjo por su condición de judío.
“A mi no me robaron. Creo que me lo hicieron por ser judío. Querían plata y no les di, y por eso me empezaron a palpar y me pegaron una piña con un puño en la frente”, relató Eli, el chico de 12 años que fue agredido.
El hecho se produjo el sábado a la tarde, casi en el cierre del shabat, en la esquina de Azcuénaga y Tucumán, después del partido que el seleccionado argentino disputó con Alemania por el Mundial de Sudáfrica.
De acuerdo a lo precisado por la mamá de Eli, Miriam Curdi, todo ocurrió entre las 15 y 16 del sábado, cuando las calles comenzaban a recuperar su ritmo habitual y su hijo se dirigía a estudiar Torá.
La mujer contó que juntó a su marido estaban mirando como se iba  su hijo. “En un momento dado lo perdimos de vista y yo le dije a mi marido me parece que está volviendo”, agregó.
De acuerdo a lo relatado por Eli, en la esquina de Azcuénaga y
Tucumán, dos jóvenes le pidieron la plata y como se negó a dársela recibió un golpe en la frente que le provocó un tajo profundo y cayó al menos tres veces antes de poder escapar de sus agresores.
“En eso escuchamos que Eli empezó a llamarnos y venía todo ensangrentado.
No se le veía nada y, en ese momento, salió de un bar un médico que lo ayudó a frenarle la sangre. Luego lo llevamos al hospital”, precisó Miriam.
La mujer, quien está embarazada y es madre de mellizas, comentó que su hijo “está traumado y asustado” tras la violenta golpiza.
Eli estuvo internado en observación hasta la 1 de la madrugada del domingo 4 de junio, por el corte en la cabeza, que obligó a realizarle una tomografía para evaluar los daños causados por los golpes.
Si bien hoy se levantó con la cara y los ojos hinchados, Eli aseguró que “está mejor, baruj ha shem (gracias a Dios)”.
Miriam contó que cuando le preguntó a su hijo por qué no les había dado la plata, el chico le dijo que pensaba que “eran tan jóvenes que no podía entender porqué pudieran agredirlo tanto”.
Para los papás, la condición de judío de Eli fue la principal causa de la agresión. “No fue solamente por el robo. Sino que fue por ser judío, por robarles algo y asustarlo”, afirmó Miriam.
Incluso apuntaron que en este intento de robo, los agresores solo se llevaron la kipá de su hijo. “Lo que más tristeza me dio fue haber perdido mi kipá”, confesó Eli a AJN.
Según declaró la madre, los agresores habrían sido detenidos por la policía.
La comunidad judía ortodoxa del barrio de Once expresó su preocupación porque desde hace seis meses se reiteran las agresiones y robos a los religiosos.
“Nos tienen marcados. No podemos salir ni sacar los chicos (a la calle)”, afirmó, indignada, Miriam.
Asimismo, señaló que en su familia ya sufrieron cuatro hechos similares en lo que va del año.
Miriam contó que ayer mismo, en Pueyrredón y Lavalle, un hombre de aproximadamente 40 años le empezó a gritar despectivamente, y sin ningún motivo a su esposo diciéndole “vos barbudo, judío”.
Además, la mujer contó que a su marido ya le robaron el celular mientras que a un sobrino le sacaron la campera y el reloj durante otro hecho, en el que también lo insultaron por su condición religiosa.
También contó que en una oportunidad, en Pueyrredón y Viamonte, unos jóvenes le pidieron a su hijo que les de el celular, pero como era shabat y el chico no tenía nada, finalmente se fueron.
Otros casos se produjeron cerca del templo de Sucath David, ubicado en Tucumán y Pueyrredón, y en las inmediaciones de la escuela Torateinu, en Anchorena y Tucumán.
Miriam también contó el caso de un contador ortodoxo que saliendo del banco, intentaron robarle y lo dejaron en terapia intensiva. “Lo agarraron mal, lo agredieron y perdió el conocimiento” explicó Miriam.
“Se trata de una zona donde hay judíos religiosos. Hay preocupación por la inseguridad que estamos viviendo y miedo. Ya no podemos salir ni sacar a los chicos, ni nada”, insistió la mujer.
Por último, Miriam consideró que la policía sabe quienes son los agresores y precisó que estos ataques ocurren en un radio que va de Tucumán, Pueyrredón, Larrea y Lavalle”.
CY-DB