Con motivo del 70 aniversario de la victoria del ejército de los aliados sobre la Alemania nazi, la escuela ORT realizó hoy un acto en el que participaron importante referentes diplomáticos y dirigentes de la comunidad judía. “Que el acto se haya hecho en la ORT significa que nosotros somos el futuro. Nuestros chicos son los que tienen que seguir trabajando con esto de repensar lo humano, el futuro está en ellos”, expresó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) el presidente de la institución educativa, arquitecto Darío Jaraj.

“El símbolo de este acto está en el discurso del embajador de Alemania (Bernhard Graf von Waldersee). Que el embajador haya hablado hoy agradeciendo a los aliados, porque su pueblo se sintió liberado por ellos,  reconocer esto hoy aquí es un acto maravilloso. Para este esclarecimiento, son sin dudas nuestros chicos los voceros de esto para el mañana”, manifestó Jaraj.

En la ceremonia participaron los embajador de Israel, Dorit Shavit; de Alemania, de Sudáfrica, de Noruega y Suecia. Además, estuvo el jefe de la misión de la Embajada de Reino Unido, representantes de la ONU, sobrevivientes del Holocausto, presidentes y directores de las instituciones comunitarias, el presidente del Museo del Holocausto, Gustavo Sakkal; el vicepresidente de la AMIA, Pablo Reisman; el secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits; el filósofo Santiago Kovadloff; y alumnos de la escuela.

Por su parte, en ORT abrió sus puertas su director ejecutivo, Adrián Moscovich, y el director del nivel medio de la sede de Almagro, Alejandro Ferrari, junto a Jaraj.

En 2005, por iniciativa de José Moscovich, quien fue presidente honorario de Sherit Hapleitá y sobreviviente de la Shoá, se instauró esta fecha para conmemorar la finalización de la Segunda Guerra Mundial.

En referencia a la conmemoración, Sakkal destacó a AJN “la ventaja de poder trabajar conjuntamente con la ORT, donde se puede compartir con los alumnos y llevar adelante desde el Museo lo más importante que es la trasmisión. Es esencial trasmitir para cumplir con el legado de la historia”.

“El embajador de Alemania me conmovió. Fue un discurso muy fuerte, escucharlo me facilita el trabajo y me genera mayor responsabilidad y compromiso. Que diga que es importante mantener la memoria activa, el recuerdo presente y no olvidar y hablar de nunca más, nos genera el doble compromiso”, agregó.

En el discurso que impresionó a todos, Bernhard Graf von Waldersee expresó que “en estos días se han cumplido 70 años del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, de aquel terror asesino que se había expandido desde Alemania. Al fin esa guerra terminó, esa guerra que había desbastado el continente, donde los judíos de Europa habían sido asesinados y en cuyo transcurso millones de soldados y civiles habían perdido sus vidas”.

“Esa guerra terminó sólo cuando los aliados forzaron a Alemania a rendirse y por lo tanto también nos liberaron a nosotros, los alemanes, de la dictadura nazi. Mi generación y las generaciones alemanas posteriores tenemos todos los motivos para estar agradecidos por esta lucha abnegada de los entonces adversarios de la Alemania nazi del este y del oeste. (La lucha de los ejércitos aliados) ha hecho posible que vivamos en libertad en la Alemania de hoy”, consideró.

Además, recordó que “mañana habrá otro aniversario importante. El 12 de mayo de 1965, hace 50 años, Alemania e Israel oficialmente establecieron relaciones diplomáticas. Juntos Alemania e Israel  han construido un puente de amistad. Está amistad es única, es un milagro. El hecho de que Alemania e Israel hayan logrado encontrar el camino de la amistad, luego del horror indescriptible del pasado y el hecho de que muchos judíos hayan confiado nuevamente en la Alemania democrática y hayan revivido la vida judía en Alemania son la expresión de un poderoso mensaje de entendimiento y reconciliación que puede iluminar este mundo”.

Asimismo, en diálogo con esta agencia, el embajador de Alemania en Buenos Aires afirmó que el acto fue “muy conmovedor”. “Para mí como alemán es un honor indescriptible haber sido invitado a tomar la palabra en este lugar. Yo lo acepté como señal de la gran amistad que hoy en día existe, no sólo en el ámbito personal con los miembros de la comunidad, sino entre la embajada y las instituciones argentinas, entre Alemania, Israel y el pueblo judío. Vine para contar cómo recibimos en Alemania este momento, cómo trabajamos para encarar la responsabilidad, la culpa de todos estos temas. Fue un proceso no siempre fácil, pero necesario. Estoy muy agradecido al filósofo Santiago Kovadloff, por sus palabras cuando destacó lo que para mí es muy importante, el aspecto que hay que encarar la verdad para establecer una base para el futuro.”

En cuanto a la visita del presidente de Israel, Reuven Rivlin, a Alemania por los 50 años de las relaciones diplomáticas, opinó que se trata de “un existo increíble”. “Yo sé muy bien que hace 50 años no fue fácil para los israelíes darnos las manos a nosotros. Pero nos extendieron la mano y juntos logramos una amistad que va mucho más allá que las importantes visitas e intercambios de presidentes o de ministros. Hoy en día una multitud de jóvenes israelíes están en Alemania, no solamente judíos alemanes que volvieron. Jóvenes israelíes artistas, gente preparada para el siglo XXI que se sienten en casa en mi país, y me siento muy orgulloso”.

En otro orden, con respecto a que muy pronto se van a llevar a cabo las Macabeadas en Berlín, el evento más importante deportivo del mundo judío, subrayó: “Estamos trabajando con algunos representantas aquí por eso, es otra señal de la confianza de la cual nosotros estamos tan agradecidos”.

El emotivo acto tuvo su momento más conmovedor cuando se hizo el encendido de una vela conmemorativa en honor a las víctimas del genocidio nazi, con el lema Nunca Más. En el encendido participaron los sobrevivientes del Holocausto Sara Rus, Diana Wanc y Francisco Wischter, acompañados por el ex presidente del Museo de la Shoá Claudio Avruj, el presidente de Bamá, Pablo Laufer, y el secretario general de la DAIA.

Por último, Kovadloff sostuvo a AJN que el hecho de que el acto se haya realizado en la ORT “es un logro de la convivencia, por este lugar han desfilado hoy embajadores que representan tanto a quienes se unieron para combatir el totalitarismo nazi como al propio embajador de Alemania actual, que viene a expresar hasta qué punto los aliados representan a la Alemania hoy en día”. “Me parece que en ese sentido tenemos un primer ejemplo de integración, inteligencia y lucidez. En segundo lugar, es un acto de advertencia, la evocación de la finalización de la Segunda Guerra es simultáneamente la expresión de un profundo alivio y una tarea incesante. No hay fin para un duelo como este. Y ese duelo puede sin embargo tener muchas formas. La desolación el trabajo, la educación, el esfuerzo por comprender, que es nuestro deber en relación a lo ocurrido. Y todo esto está representado por esta institución”.

“Estamos hablando de las reconfiguraciones incesantes que toma el odio a la verdad. Y el pueblo judío tendrá el porvenir que le depare su lucha por la verdad. Creo que la lucha por la verdad, en el pueblo judío, es la lucha por comprender que su lucha primordial fue esbozada por los profetas. Y consiste en decir esta cosa tan sencilla como que ninguno de nosotros ni su prójimo significa nada.

Cuando uno ve a los sobrevivientes difícilmente pueda dirigirles una palabra de consuelo. Desde mí, no puedo hacer otra cosa que una palabra responsable en torno al deber que asumimos con lo que nos representan. Es terrible que se definan primordialmente como sobrevivientes, tenemos que ayudarlos una y otra vez a que se definan como vivientes”.

Además, durante su discurso en el acto, se refirió al atentado a la AMIA: “Les estoy hablando desde el marco de una Tercera Guerra Mundial. Ya ha comenzado. La Argentina ha tenido el triste honor de ser uno de los países donde la Tercera Guerra puso de manifiesto su índole. Y el no esclarecimiento de lo ocurrido en la AMIA, mezclado con el encubrimiento del asesinato del fiscal (Alberto) Nisman prueba hasta qué punto es peligrosa la complejidad de la no búsqueda de la verdad, de los promotores de esta guerra tan particular que no se caracteriza por ejércitos convencionales, en el mundo de hoy ha surgido un pensamiento que su finalidad fundamental es volver a mostrarnos la prescindencia del otro. Es mejor que sepamos que la lucha contra el totalitarismo no terminará jamás, porque no terminará jamás el afán del hombre por deshumanizarse y si vamos a defender la condición humana, será en combate permanente contra todo aquello que en otros y en nosotros odian la libertad. Combatirnos quiere decir combatir contra todo aquello que en nosotros niega al hombre como un ser con derechos, a construirse en libertad”.

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