Agencia AJN.- Las restricciones a los viajes están desapareciendo rápidamente en Europa, con nuevos anuncios cada semana y, más recientemente, cada día. Los cambios para eliminar las normas de viaje relacionadas con el coronavirus cobraron impulso en enero, cuando una ola de infecciones relacionadas con la nueva variante ómicron se extendió por el continente.

Pero en algunas partes de Europa, alegando las elevadas tasas de vacunación y la levedad de la mayoría de las infecciones por ómicron, los países abandonaron las normas consideradas más eficaces en la lucha contra la pandemia.

El 22 de febrero, el Consejo de la UE recomendó a los países miembros una mayor apertura a los viajeros por fuera de la UE, con la condición de que estén vacunados o se hayan recuperado recientemente. Sin embargo, la recomendación no incluía una disposición que permitiera la entrada de extranjeros sólo con resultados negativos de la prueba.

Esto tiene sentido para los países, sobre todo los que tienen sistemas hospitalarios saturados, ya que las personas no vacunadas corren un mayor riesgo de contraer enfermedades graves, dijo Cyrille Cohen, jefe del laboratorio de inmunoterapia de la Universidad Bar-Ilan de Israel.

«Las vacunas siguen siendo muy eficaces en la prevención de enfermedades graves por un factor 10 veces mayor», agregó Cohen.

Cyrille Cohen, jefe del laboratorio de inmunoterapia de la Universidad Bar-Ilan de Israel.

La mayoría de los países exigen que los viajeros se vacunen porque «no van a suponer una carga para el país», coincidió Dale Fisher, jefe de grupo de medicina del Sistema de Salud de la Universidad Nacional de Singapur.

Las pruebas previas al viaje son diferentes, dijo, calificándolas de inconvenientes e insostenibles. «No se puede hacer esto para siempre; [las pruebas] tendrán que desaparecer algún día», dijo y agregó que ‘‘los viajes serán mucho mejores cuando la gente sepa que sólo tiene que vacunarse, así de sencillo».

De hecho, muchos países de Europa están abandonando algunos requisitos de pruebas obligatorias, como Francia, Finlandia y Lituania, entre otros.

Por otro lado, antes de que las infecciones alcanzaran su punto álgido en Europa a finales de enero, el Reino Unido y Suiza ya habían anunciado que eliminaban los testeos previos a la salida para los viajeros vacunados.

El Consejo de la UE recomendó el 25 de enero que los países miembros aplicaran un «enfoque basado en la persona» -en lugar de un enfoque basado en el país- que permitiera viajar libremente a quienes tuvieran un certificado digital de la UE que demostrara la vacunación con una vacuna aprobada por la entidad, un testeo negativo reciente o la recuperación de una infección.

Algunos países -como Grecia, Portugal, Croacia y Dinamarca- también están disminuyendo los requisitos de vacunación, aunque algunos lo limitan a los viajeros procedentes de la UE o de los países del Schengen que den negativo en las pruebas o que hayan restablecido recientemente.

Aunque el Consejo de la UE intenta coordinar las restricciones de viaje en Europa, sus recomendaciones no son vinculantes para los países miembros, por lo que, en la actualidad, muchas normas diferentes sobre viajes rigen en el continente.

Pero, en términos generales, las normas van en la misma dirección: hacia un entorno más favorable a los viajes con menos restricciones de coronavirus, y en algunos casos ninguna.

Los casos diarios en Europa se redujeron a más de la mitad en el último mes, pasando de unos 1,7 millones de casos diarios a finales de enero a unos 730.000 el 25 de febrero. En las últimas dos semanas las infecciones disminuyeron en los principales países europeos, con una excepción importante: Islandia, donde los casos están aumentando.

El continente confirmó, desde el comienzo de la pandemia, casi 155 millones de casos totales y más de 2 millones de muertes. Sin embargo, los casos siguen siendo elevados en Europa, ya que representan 40 de cada 100 casos en todo el mundo, según Reuters.