Un grupo de judíos se trasladó a los edificios recientemente adquiridos en el barrio árabe Silwan de Jerusalem del Este, Israel, en la madrugada, lo que provocó una fuerte protesta de los residentes locales en la que un policía fronterizo resultó levemente herido.

 

La mudanza fue programado para la mitad de la noche para mitigar los problemas de seguridad y también probablemente para avergonzar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se encuentra en Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de la ONU y reunirse con el presidente estadounidense, Barack Obama, y otros funcionarios, informó el sitio de noticias NRG, según The Times of Israel.

 

Las estructuras en la zona, que limitan con la Ciudad Vieja, fueron compradas en los últimos años por una compañía con sede en Estados Unidos, Finanzas Kendall, uno de varios grupos que busca expandir la presencia judía en los barrios árabes de Jerusalem.

 

A pesar del intento de mantener un perfil bajo, miembros del grupo judío fueron confrontados por a una gran multitud de residentes árabes, quienes los hostigaron con gritos, piedras y fuegos artificiales hasta que fueron dispersados por la policía. El agente herido, que fue golpeado por una piedra, fue tratado en la escena.

 

El negociador de la Autoridad Palestina, Saeb Erekat, criticó al nuevo asentamiento en una declaración y dijo: "Esta mañana, los colonos israelíes ilegales protegidos por las fuerzas de la ocupación entraron a siete edificios del barrio de Silwan". También afirmó que "un total de siete familias palestinas perdieron sus hogares" como resultado.

 

La medida fue organizada, en parte, por Elad, una organización no gubernamental que supervisa el parque arqueológico Ir David, también en Silwan, y se dedica a facilitar el asentamiento judío en la parte árabe de Jerusalem del Este. En los últimos años han surgido nuevos y varios barrios y complejos judíos en zonas densamente pobladas de Jerusalem.

 

JC