El imán del centro islámico de Nueva York, Shamsi Ali, quien trabaja en conjunto con el rabino del Congreso Judío Mundial, Marc Schneier, para superar las diferencias entre judíos y musulmanes, expresó una visión crítica sobre el acercamiento de la República Islámica a los distintos países de Latinoamérica, en especial a la Argentina a través del acuerdo sobre el atentado a la AMIA, en donde murieron 94 personas, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias. El imán destacó que la construcción de cooperaciones debe basarse en intereses mutuos y que Buenos Aires ya "debería saber" cómo es la tendencia iraní en estos proceso.

"Espero que la cooperación entre Argentina e Irán esté genuinamente basada en intereses políticos y económicos de ambos, y que no politice la religión", expresó el religioso, en referencia al memorandum de entendimiento por la causa AMIA entre ambas partes.

"Espero que haya pasos pacíficos entre ambos países. Sé que el pueblo iraní es bueno, son muy amistosos. Pero, desafortunadamente, hay cierta gente que usa su influencia y quiere mostrarle al mundo que Irán es un líder. Al expandir la cooperación con Latinoamérica desean demostrar que los chiítas también pueden trabajar con otras partes del mundo, y no solo  los sunnitas", dijo. Estas dos ramas del Islam tienen registrados enfrentamientos históricos en numerosos países árabes, los cuales se han estado recrudeciendo en los últimos dos años, desde el surgimiento de la Primavera Árabe. Mientras que los sunnitas son mayoría y se relacionan fuertemente con distintas partes del mundo, los chiítas están principalmente representados por Irán y están creciendo rápidamente.

El imán también profundizó sobre la penetración iraní en Latinoamérica y agregó que las naciones de la región saben que el vínculo con la República Islámica no está en el interés de sus pueblos. "Irán, siendo un país que tiene comentarios antisemitas, entra en algunos países latinoamericanos, como Venezuela, por sus propias razones políticas y politiza la religión de muchas maneras, lo cual no beneficia a las personas que viven allí". Shamsi Ali también destacó que los musulmanes han estado sufriendo mucho debido a esto ya que son catalogados como terroristas, radicales y extremistas, "a partir de los actos de algunos líderes que apoyan al terrorismo y al radicalismo".

El religioso musulmán también se refirió a las diferencias que existen entre el mundo oriental y el mundo occidental y aseguró que la diferencia reside en los malos entendidos y la ignorancia: "En el mundo occidental la mayoría de los medios muestra la parte negativa del mundo musulmán, la violencia, la guerra, las sociedades antidemocráticas, y en el mundo musulmán se muestra una tendencia de arrogancia del mundo occidental".

A partir de esto, Shamsi Ali destacó los modos en los que podrían combatirse estos choques y dijo que la clave está en que cada uno debería corregirse sobre sus concepciones acerca del otro: "El mundo musulmán debe incorporar la democracia y la libertad, y debe comprometerse a una solución pacifica ante los conflictos. Por su parte, el mundo occidental debe educarse sobre los musulmanes. Ellos tuvieron muchas tragedias y tienen un entendimiento particular sobre la religión. Pueden no estar de acuerdo con muchos aspectos, pero esto no significa necesariamente que estén en la posición correcta. Deben ser tolerantes".

Desde su punto de vista, cada líder religioso debe educar a sus propias comunidades y unirse con quienes se comprometen por alcanzar la paz entre ambos lados. Sin embargo, destacó que hay una gran mayoría de personas que se opone al diálogo interreligioso.  "A veces vivimos en nuestra zona cómoda y no hacemos lo que está bien. Entonces debemos ser valientes, dirigirnos a la comunidad y decir qué es lo que está mal. Hay que confiar", dijo, y expresó que cuando él comenzó a trabajar con los judíos hubo muchas trabas y malos entendidos.

Consultado sobre cómo evalúa la relación entre judíos y musulmanes hoy en día, el imán aseguró que es un "fenómeno extraordinario" ya que hace diez años nadie se imaginaba que pudiese existir una conexión tan fuerte entre dos comunidades. "En Estados Unidos y Europa se ve, en general, un apoyo entre ambas comunidades. Cada vez que alguien habla de islamofobia los judíos envían un mensaje en contra. Tengo la confianza de que hemos alcanzado mucho y que seguimos trabajando y fortaleciendo las relaciones. Lamentablemente sigue existiendo mucho prejuicio y falta de confianza", expresó.

El imán también se refirió a quienes propagan discursos de odio y expresó que éstos deberían educarse sobre los distintos credos y que los musulmanes y judíos deberían trabajar juntos para luchar contra el antisemitismo y la islamofobia. "Ambas religiones han experimentado muchas cosas. "El único modo de hacerlo es que los judíos se pronuncien en contra de la islamofobia y los musulmanes en contra del antisemitismo. No debemos pelear entre nosotros", aseguró.

Con respecto al conflicto israelí palestino, Shamsi Ali destacó que "los líderes necesitan minimizar la politización del tema" y que hay muchos agentes que están buscando su "propio interés político" a nivel doméstico. "Por ejemplo, Irán y sus declaraciones antisemitas, junto con su negación del Holocausto. Esto no tiene que ver con los intereses palestinos, ellos no obtienen nada de esto, solo responden a los intereses de Ahmadinejad en Irán. Entonces les pido a Estados Unidos, Europa y otros países que actúen ya que los esfuerzos sinceros de estas partes logran muchas cosas", destacó.

Shamsi Ali se encuentra escribiendo un libro con el rabino Marc Schneier, con quien trabaja, donde hablarán de los pasajes difíciles de los libros sagrados del judaísmo y del Islam.

 

Julieta Cravero