Expertos de lenguaje corporal que miraron al encuentro del presidente americano, Barack Obama, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ayer creen que la crisis en las relaciones entre ambos líderes ha pasado, al menos temporalmente.

"No hay dudas de que, al menos en apariencia, la relación entre ambas partes ha mejorado grandemente en este tiempo, en comparación con los últimos encuentros entre ellos", dijo Michelle Stein Teer, una experta en retórica política y comunicación frente a la cámara.

Junto con esto, agregó que parece que el presidente americano se siente más cerca de su contraparte israelí, Shimon Peres, que de Netanyahu. "En el momento en el que Obama bajó del avión hubo dos abrazos muy interesantes. Con el primer ministro fue un apretujón de manos y medio abrazo. A Peres lo saludó con ambas manos y lo abrazó. El abrazo que le dio a este último fue más calido, y uno pudo ver que Obama tiene un gran respeto, calidez y apreciación por él", explicó.

En los discursos dados por los líderes, tanto en el Aeropuerto Ben Gurion como en la residencia del primer ministro, ambos se aseguraron de llamar al otro por su primer nombre. Netanyahu llamó al presidente americano "Barack" y Obama lo llamó a él "Bibi" – un precedente que el mandatario americano ya estableció en una entrevista que dio a los medios israelíes en vísperas de su viaje a Israel.

"Este es un cambio planeado y es muy significativo. Muestra una cercanía entre ellos", dijo Stein Teer.

Ana Hecht-Fisher, otra experta de lenguaje corporal e imagen, también enfatizó los signos positivos que se destacaron durante los discursos de bienvenida en el Aeropuerto Ben Gurion.

"Cuando Peres habló, Obama estaba muy atento. Y cuando Bibi lo hizo, Obama estaba erecto, muy en control. En cierto punto, cuando Bibi dijo que lo disfrazaría y llevaría a un bar, la tensión de Obama se rompió. Se rió naturalmente y cruzó las piernas, una apuntando en su dirección. Esto refleja calidez y compromiso. Es algo que no he visto en encuentros previos con ellos", dijo.

Hecht-Fisher también habló del momento en el que el primer ministro imitó a Obama al sacarse su saco. "Cuando Obama lo hizo fue algo muy natural. Netanyahu entendió en 20 segundos que era una oportunidad para una buena foto pero él no se veía natural. Tuvo que arreglar su cinturón y pantalones, y se vio que no se sentía cómodo con la situación", destacó.

 

JC