El nombramiento del ex primer ministro Salam Fayad como enviado de la ONU a Libia ha quedado truncado por la oposición de Estados Unidos.

La embajadora norteamericana, Nikki Haley, dijo que su país está «decepcionado» por la elección del secretario general, António Guterres, para el cargo. «Durante demasiado tiempo la ONU ha sido injustamente parcial a favor de la Autoridad Palestina en detrimento de nuestros aliados en Israel», dijo Haley. También advirtió que su país «no reconoce actualmente un Estado palestino y no está de acuerdo con la señal que este nombramiento enviaría dentro de Naciones Unidas». «De ahora en adelante, Estados Unidos va a actuar, no solo hablar, en apoyo de nuestros aliados», afirmó la diplomática.

Por su parte, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, expresó la satisfacción del gobierno israelí por la actitud del gobierno norteamericano y el respaldo demostrado.

«Este es el comienzo de una nueva era en la ONU, una era en la que Estados Unidos está firmemente con Israel contra cualquier intento de perjudicar al Estado judío», señaló Danon en un comunicado.

En tanto que la diputada y líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hanan Ashrawi, se manifestó en contra de la discriminación en Naciones Unidas, pero sólo contra los palestinos.

“Es absolutamente ridículo, es totalmente absurdo”, dijo Ashrawi en declaraciones a la cadena Al Jazeera. “No hay manera lógica de explicar esta postura. Porque esto es una discriminación flagrante contra el pueblo palestino en su conjunto”, agregó.

La funcionaria dijo que Fayad es “la persona más calificada, con el mayor nivel de profesionalismo e integridad” y advirtió que es rechazado “debido a su identidad”.

Según Hanan Ashrawi, “esta discriminación generalizada contra el pueblo palestino sienta un precedente de exclusión de los palestinos de la escena internacional y priva a la comunidad internacional de sus capacidades”.

“Esto es inaceptable y Estados Unidos debe retractarse, antes de que se convierta en una práctica habitual, porque – por un lado – hace que ellos se vean ridículos y – al mismo tiempo – los descalifica para tratar el tema palestino de cualquier manera”, finalizó.