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Irán/Israel. Opinión: La mayoría silenciosa de Netanyahu en Medio Oriente

AJN.- “La mayoría silenciosa sunita en Medio Oriente respalda el enfoque ‘desconfíen, desmantelen y verifiquen’ de Netanyahu sobre Irán”, asegura el ex secretario general del Congreso Judío Mundial Dan Diker en este artículo publicado hoy, miércoles, en el diario israelí The Jerusalem Post.

Publicada

hace 11 años

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AJN (Por Dan Diker*/The Jerusalem Post).- No es fácil ser el primer ministro Benjamín Netanyahu por estos días. Ha enfrentado fuertes críticas en círculos occidentales por su inflexible postura respecto del programa nuclear de Irán. Su discurso del 1º de octubre ante el plenario de las Naciones Unidas (foto), cuando acusó al presidente del régimen iraní Hassan Rouhani de ser “un lobo con piel de cordero que está tratando de vendar los ojos de la comunidad internacional”, se topó con acusaciones de beligerante. El columnista Roger Cohen acusó a Netanyahu de “lobo aullador”, mientras que un editorial de The New York Times criticó a Netanyahu por su “desconfianza ciega del régimen iraní, que parece ansioso por una pelea (…) y sabotea la diplomacia, especialmente antes de que Irán sea puesto a prueba”.
Mientras las optimistas élites occidentales se erizan ante el rechazo de Netanyahu a “la diplomacia de sonrisa y conquista” de Rouhani, la mayoría silenciosa sunita en Medio Oriente respalda el enfoque ‘desconfíen, desmantelen y verifiquen’ de Netanyahu respecto del programa nuclear y la carrera por la supremacía regional de su vecino régimen iraní.
Liderados por Arabia Saudita y los Estados del Golfo y apoyados por muchas minorías de la región, incluyendo los kurdos, cristianos, drusos, sufíes, baluches y otros, cientos de millones de sunitas en todo Medio Oriente cuentan en voz baja con que Netanyahu haga valer su declaración ante la Asamblea General de la ONU de que “Israel no permitirá que Irán consiga armas nucleares” y “si Israel se ve obligado a estar solo, Israel estará solo”.
Mientras la crítica oficial de sunitas árabes y no árabes al suavizado enfoque de los Estados Unidos respecto de Irán y su apoderado estatal Siria sigue silenciada, como es de esperar en “sociedades temerosas” y no democráticas, como las calificó el ex disidente soviético Natán Sharansky, algunas voces han comenzado a perforar el silencio.
Jamal Khashoggi, un prominente periodista saudita cercano a la familia real saudita, le dijo recientemente a The New York Times que “hay un montón de sospechas e incluso paranoia sobre algún acuerdo secreto entre Irán y Estados Unidos”.
“Mi preocupación es que los estadounidenses acepten a Irán como es, de modo que  los iraníes puedan continuar su vieja política de expansionismo y agresión.”
El Times también informó que Mustafa Alani, un analista de seguridad radicado en Dubai, dijo que los sauditas creen que el presidente de EE.UU., Barack Obama, “no es un aliado confiable, se inclina por los sirios y los iraníes”. Mishaal al-Gergawi, un analista radicado en los Emiratos Árabes Unidos, dijo: “Hay mucho cinismo, y lo alimenta la noción de que Obama es muy ingenuo: fue ingenuo con la Hermandad Musulmana, ingenuo con Bashar al-Assad y ahora es ingenuo con Irán”.
Las preocupaciones sunitas respecto de un poder chiita patrocinado por el régimen iraní se extiende más allá de Arabia Saudita y los Estados del Golfo.
Un muy importante legislador jordano le dijo al autor de estas líneas en 2009, durante una visita al Senado jordano en Ammán, que el régimen iraní “solo podía ser detenido por la fuerza militar” y que solo Israel era capaz de hacer eso.
De hecho fue el rey de Jordania, Abdullah II, quien acuñó la frase “media luna chiita “, que comenzó con lo que llamó la “República Islámica de Irak”, en referencia a la penetración iraní y al control de su vecino de mayoría chiita Irán, que la rey advirtió que se extendería a Siria y el Líbano.
El principal clérigo de Arabia Saudita, el jeque Abdulaziz bin Al Sheikh, condenó el rol de Hezbollah, representante de Irán, en Siria, instando a políticos y académicos musulmanes a tomar “medidas efectivas para disuadir la agresión” en Siria. El clérigo egipcio Yusuf al-Qaradawi señaló que Irán desea “masacres continuas que maten a sunitas”.
Mientras EE.UU. y algunos líderes occidentales han expresado un cauto optimismo respecto de la disposición expresada por Rouhani para llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, los regímenes sunitas son conscientes y respetuosos de la pasada disposición de Israel para usar la fuerza para detener a Teherán y sus representantes y aliados.
La destrucción, según informes extranjeros, por parte de Israel del programa nuclear de Siria en 2007, su guerra contra el Hezbollah respaldado por Irán en 2006 y contra Hamas en 2009 y 2012, y los cinco ataques preventivos y en solitario del Estado judío contra el almacenamiento y transporte iraní, sirio y de Hezbollah de armas que romperían el equilibrio estratégico en 2013 han convertido a Israel en un centro de poder, disuasión e incluso salvación para el mundo sunita.
Sin embargo, si bien por ahora el mundo sunita se está poniendo del lado de Israel, ello probablemente sea una conveniencia táctica. En el preciso momento en que el régimen iraní sea reemplazado por un nuevo gobierno, más favorable a Occidente, la dirigencia sunita probablemente se vuela contra el Estado judío sin hesitar, en su tradicional intento de unirse a otras potencias sunitas para tratar de recuperar el control regional.
Pero por ahora, con EE.UU. visto por sus aliados árabes como retrocediendo en la entrega a la Rusia pro Siria y amistosa con Irán de las claves para una superpoderosa influencia en Medio Oriente, el primer ministro Netanyahu ??e Israel son percibidos como la única esperanza para salvar a los sunitas de Medio Oriente del ascenso nuclear de Irán. Con las potencias sunitas no dispuestas a actuar, Israel y su llamado “desconfiado” primer ministro no solo son los protectores del Estado judío: también se han convertido en los defensores de un Medio Oriente principalmente sunita.
Los Estados sunitas y otros pueblos de Medio Oriente no se han impresionado por el cambio de tácticas del gran ayatolá Ali Jamenei que fielmente lleva a cabo el presidente Rouhani. Muchos también han sido cautivados por la voluntad de Israel de detenerlos. El mundo libre haría bien en prestarle atención a sus advertencias.
CGG
 
* Miembro del Departamento de Política Exterior del Centro Jerusalem para Asuntos Públicos y miembro adjunto del Instituto Hudson de Washington. Se desempeñó como secretario general del Congreso Judío Mundial entre 2011 y 2013.

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