Agencia AJN.- Políticos de la oposición expresaron el martes su pleno apoyo a los ataques de las IDF contra altos mandos de la Yihad Islámica en Gaza.

El líder de la oposición, Yair Lapid, elogió el martes la operación militar en Gaza y declaró: «Respaldo total a las fuerzas de seguridad israelíes por la operación contra la Yihad Islámica en Gaza». Está previsto que se reúna con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu el miércoles para recibir información sobre seguridad.

Lapid afirmó que las organizaciones terroristas de la Franja de Gaza eran conscientes de su estrecha vigilancia por parte de la comunidad de inteligencia y las fuerzas de seguridad. Subrayó que se daría una respuesta decisiva a cualquier nuevo atentado terrorista y que los militares israelíes actuarían en el momento y lugar que eligieran.

También declaró que se tomarían todas las medidas necesarias para salvaguardar a los residentes del sur de Israel. Tras los acontecimientos de seguridad, Lapid canceló una rueda de prensa prevista para hablar del coste de la vida.

Benny Gantz, presidente del Partido de Unidad Nacional, declaró que la valoración de la situación por parte de los enemigos era incorrecta, y apoyó plenamente a las IDF y a las fuerzas de seguridad en sus operaciones.

Gantz acogió con satisfacción la reciente acción en la Franja de Gaza y expresó su esperanza de que el gobierno siga actuando con determinación y responsabilidad en futuras operaciones.

El líder de Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman, felicitó a las IDF y a las fuerzas de seguridad por el asesinato selectivo de tres terroristas en Gaza, declarando: «La eliminación de todo terrorista, sea quien sea, debe celebrarse», dijo Liberman.

Pidió que el gobierno reoriente la financiación hacia la protección de viviendas e infraestructuras en el sur y el norte, en lugar de dársela a los socios y asociados de la coalición, después de que el lunes se revelaran los detalles del proyecto de ley de Presupuestos Nacionales.

Lieberman criticó la decisión del primer ministro Netanyahu de conceder inmunidad a los dirigentes de Hamás durante la operación, declarando: «Precisamente en el contexto de la eliminación de los altos dirigentes de la yihad, la inmunidad que Netanyahu concede a los jefes de Hamás es chocante».

Destacó a Hamás como la mayor amenaza, responsable de tiroteos y de dirigir actividades terroristas contra judíos en todo el país. Lieberman pidió un plan global para Gaza, diciendo: «No se puede gestionar la vida de una operación militar a otra».

MK Ze’ev Elkin, del Partido de Unidad Nacional, dijo en una entrevista con Ynet Radio que «el modelo debe ser del tipo que estuvo en acción hace poco menos de un año».

«En la operación dirigida por el gobierno anterior y Benny Gantz como ministro de Defensa, se eliminó a toda la élite militar superior de la Yihad Islámica. Conseguimos terminar el asalto en pocos días, realmente espero que eso sea lo que ocurra ahora».

El general (retirado) Yair Golan, que fue legislador del partido izquierdista Meretz cuando estaba en el Parlamento, declaró: «Es imposible saber cómo reaccionará Hamás, si se mantendrá al margen o decidirá ensuciarse las manos.

Israel tiene que estar preparado para una escalada, no hay escapatoria». Expresó además su esperanza de que «lo que hemos visto esta mañana sea el comienzo de una nueva dirección política».

Tras el ataque del martes contra tres altos mandos de la Yihad Islámica en Gaza, que marcó el inicio de la operación «Escudo y Flecha», el Ministro de Defensa Yoav Gallant ordenó llamar a filas a los reservistas de las IDF para reforzar las líneas del frente y las unidades que las apoyan.

Se han cerrado carreteras al tráfico y se han suspendido varias líneas de tren en las zonas adyacentes a la Franja de Gaza, y el Mando del Frente Interior ha emitido directivas especiales de seguridad.

Las Fuerzas de Defensa Israelíes transmitieron a Hamás que sus acciones no iban dirigidas contra ellos, afirmando que «la operación está dirigida únicamente contra la Yihad Islámica», según confirmó un portavoz de las IDF.»

El Ministerio de Sanidad de Gaza informó de al menos 13 muertos y 20 heridos. Fuentes palestinas afirmaron que la Fuerza Aérea y los helicópteros israelíes destruyeron por completo las instalaciones militares de la Yihad Islámica, a diferencia de ataques anteriores.

Además de la amenaza del lanzamiento de cohetes desde Gaza, las IDF estaban en alerta máxima y dieron instrucciones reforzadas al Mando Central y a la División IOS debido a la posibilidad de ataques en Cisjordania.

La operación en Gaza había comenzado aproximadamente una semana después de una breve ronda de conflicto con la Yihad Islámica, que comenzó con la muerte de Khader Adnan, un prisionero que falleció tras una huelga de hambre, e incluyó una salva de 104 cohetes dirigidos contra Israel, a los que las IDF respondieron de forma considerada relativamente suave.

Un objetivo clave de la operación era ajustar cuentas con los responsables del terrorismo en Cisjordania, y funcionarios del Shin Bet indicaron que «se trata de cambiar el paradigma».