Agencia AJN.- Israel llevó a cabo este martes un ataque aéreo en Beirut dirigido contra Fuad Shukr, el comandante de Hezbollah responsable de la embestida mortal del sábado con cohetes en Majdal Shams, en la que murieron 12 niños de entre 10 y 20 años.

Una fuente cercana a Hezbollah, que permaneció anónima, confirmó a la AFP que »dos personas murieron en el ataque israelí».

Shukr, también conocido como Hajj Mohsin, es un alto asesor del líder del grupo terrorista, Hassan Nasrallah, y está señalado por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) hace varios años como comandante del proyecto de misiles de precisión de Hezbollah.

Minutos después del anuncio del ataque por parte de las IDF, la Oficina del Primer Ministro (PMO) difundió una foto de Netanyahu hablando por teléfono en el cuartel general militar de Kirya, en Tel Aviv.

El premier israelí estaba acompañando por su jefe de gabinete, Tzachi Braverman, su secretario militar, el general de división Roman Gofman, y el consejero de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi.

Además, tras la descarga en el barrio Dahiyeh, un bastión del grupo terrorista en la capital libanesa, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, advirtió en un comunicado que »Hezbollah cruzó la línea roja», en referencia a Majdal Shams.

Las IDF afirmaron que hasta el momento no hay cambios en las instrucciones para los civiles israelíes y que proporcionarán más detalles pronto.

Por otro lado, según el programa Recompensas por la Justicia del Departamento de Estado de Estados Unidos, Shukr forma parte del Consejo de la Yihad, máximo órgano militar de Hezbollah.

El Departamento de Estado aseguró que Shukr también desempeñó un »papel central» en el atentado de 1983 contra un cuartel de la Infantería de Marina estadounidense en Beirut que causó la muerte de 241 marines norteamericanos.

Finalmente, el Departamento de Estado informó de que durante la guerra civil siria Mohsin »ayudó a combatientes [de Hezbolá] y a tropas favorables al régimen sirio» en su lucha contra las fuerzas anti-Assad.

Estados Unidos puso una recompensa de 5 millones de dólares por su cabeza.