Con motivo del inicio de la festividad de Januca, el primer ministro Binyamin Netanyahu dio un discurso en el que se refirió extensamente a la Resolución 2334 adoptada este fin de semana por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. 14 países votaron a favor, Estados Unidos se abstuvo y decidió no utilizar su derecho a veto para impedir la aprobación de la resolución.

“Ciudadanos de Israel, quiero tranquilizarlos”, comenzó Netanyahu. “La decisión tomada por la ONU es perversa, vergonzosa, pero nosotros la superaremos”, agregó. “Es la gota que ha colmado el vaso, pero de la amargura saldrá dulzura. Los que estén junto a Israel ganarán, los que no perderán».

«He ordenado al Ministerio de Relaciones Exteriores un estudio en el plazo de 30 días de nuestras relaciones con la ONU, tanto lo que tiene que ver con nuestro financiamiento de sus organismos como la presencia de representantes en Israel», señaló el mandatario. También detalló que llamó a consulta a los embajadores israelíes en Nueva Zelanda y Senegal, país al que también le ha retirado la cooperación, especialmente en un proyecto conjunto de innovación tecnológica destinado a paliar la pobreza en dicho país. Israel financiaba buena parte de este proyecto y aporta la tecnología. “Y esto no será lo único”, advirtió Netanyahu.

Nueva Zelanda y Senegal, junto con Malasia y Venezuela son los países que volvieron a presentar la propuesta de resolución, después que Egipto la había retirado.

El gobierno israelí también canceló las visitas del ministro de Relaciones Exteriores de Senegal y del primer ministro de Ucrania, previstas para los próximos días, debido a sus votaciones en el Consejo de Seguridad.

Netanyahu anunció que de forma inmediata interrumpe 30 millones de shekels (unos 7,5 millones de euros o 7,8 millones de dólares) a organismos de Naciones Unidas que son particularmente hostiles hacia Israel.

Netanyahu criticó en forma directa al presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama. «Todos los presidentes desde Carter han respetado la política de no imponer soluciones en el conflicto palestino-israelí a través del Consejo de Seguridad y, ayer, en contra de esta política y de un compromiso personal explícito de Obama en 2011, dio un vergonzoso golpe sobre la mesa», expresó. El primer ministro insistió con que esta resolución «no sólo no acercará la paz, sino que la alejará», contradiciendo los argumentos de Washington.

«Nuestros amigos en el gobierno norteamericano entrante lucharán contra esa resolución, lucharán con toda su fuerza contra ella congresistas tanto demócratas como republicanos», aseguró el primer ministro y calificó de «absurdo» que la comunidad internacional haya declarado que «el Muro de los Lamentos y el barrio judío de la Ciudad Vieja de Jerusalem son territorio ocupado».