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¿Roedores fumando marihuana? Bueno, no tan así. Las ratas del laboratorio de la investigadora de psicología Dra. Irit Akirav de la Universidad de Haifa inyectó con cannabinoide, una versión de la marihuana, y pudo determinar que si la sustancia es dada durante un cierto período de tiempo luego de un evento traumático, ésta bloquea el desarrollo de los síntomas del trastorno por estrés post traumático (TEPT).

Los resultados de su estudio, publicados en la revista Neuropsicofarmología, indican que administrar una dosis de marihuana medicinal a humanos que llegan a un cuarto de emergencias luego de un accidente podría evitar que aparezcan síntomas de TEPT.

Ella y el estudiante investigador Eti Ganon-Elazar pusieron a un grupo de ratas de laboratorio bajo estrés psicológico, físico y mecánico, incluyendo ser encerrados por dos horas. Luego, las ratas quedaron anormalmente ansiosas y mostraban síntomas parecidos al TEPT en humanos: respuesta acústica exagerada y aprendizaje con dificultad.

Lo primero significa que estaban nerviosos luego de escuchar sonidos. Lo segundo implica una inhabilidad de aprender que algo que antes era peligroso ahora podría ser perfectamente seguro. “Es saludable aprender que algo es peligroso, pero las personas con TEPT viven con el constante temor de cosas que ya no lo son”, dijo.

Las ratas fueron divididas en cuatro grupos. Uno no recibió cannabis, el segundo tuvo una inyección de la sustancia dos horas después del trauma, el tercero después de 24 horas y el cuarto luego de 48. Una semana después, los roedores del grupo uno y el cuatro seguían teniendo síntomas de TEPT así también como un alto nivel de ansiedad. Pero los síntomas desaparecieron en las ratas a las que se les dio marihuana sintética de dos a 24 horas después de experimentar el trauma, aunque también tenían altos niveles de ansiedad.

“Esto indica que la marihuana no eliminó la experiencia pero evitó específicamente el desarrollo de síntomas post traumáticos en el modelo de ratas”, dijo Akirav.

Las reacciones psicológicas de los roedores en condiciones de estrés son similares a las de los humanos, dice la científica. Ahora cree que el próximo nivel es continuar el estudio en humanos.

 

JC