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Si es aceptada, la acción palestina podría desestabilizar aún más Medio Oriente y minimizar la fundación del proceso de paz. En último caso, podría provocar la continuación de un ciclo vicioso de violencia entre las facciones palestinas y un aumento de ataques terroristas hacia Israel.

A pesar de estos peligros, los esfuerzos de la AP han ganado tracción política en muchas capitales de todo el mundo, incluyendo en Europa y Latinoamérica, al crear una percepción errónea de que las políticas israelíes han evitado el progreso hacia una solución negociada, a pesar de las ofertas de gran alcance de seis gobiernos israelíes de alcanzar un acuerdo pacífico entre ambos lados. Además, la aprobación de la propuesta palestina destruirá el mismo marco que tiene esta institución y apoyo en todas las rondas de las negociaciones de paz entre árabes e israelíes desde 1967.

Para el líder palestino Mahmoud Abbas, quien pronto terminará su carrera política, este es un tema de legado. Él quiere dejar la política palestina habiendo hecho una contribución positiva, de su punto de vista, a su gente. Sin embargo, no todos los palestinos creen que la votación es una buena idea, incluyendo el primer ministro Salam Fayyad. Él preferiría una solución negociada porque entiende que una declaración unilateral podría ser el toque de difuntos para el proyecto de un estado.

Mientras que la aprobación de la Asamblea General de la ONU sería solo simbólica y no cambiaría la realidad legal para Israel y los palestinos, hay peligros para el Estado Judío. Solo imagínese el polvillo radioactivo de un título como “Se aprobó Palestina en las fronteras de 1967 con Jerusalem como su capital” en miles de periódicos internacionales.

El Congreso Judío Mundial ha mostrado su posición sobre este asunto claramente al afirmar nuestro compromiso a una resolución negociada del conflicto israelí-palestino basado en el principio de un estado judío para el pueblo judío y un estado palestino para el pueblo palestino, viviendo lado a lado en mutuo reconocimiento, paz y seguridad.

Dicho resultado solo puede ser alcanzado a través de las negociaciones directas y sin acciones unilaterales. Desde el 2009 los palestinos se han rehusado a negociar, creyendo que podían usar a la comunidad internacional para extraer concesiones de Israel.

Mientras que el presidente americano Barack Obama dejó en claro en su discurso en mayo de este año en el Departamento de Estado que una paz justa y duradera solo es posible a través de un acercamiento negociado que involucra concesiones y negociaciones mutuas como manda la ONU desde 1967.

 

*Dan Diker es el secretario general del Congreso Judío Mundial (CJM)