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Mexichem completó la adquisición de la empresa israelí Netafim

Agencia AJN.- Kibbutz Hatzerim tendrá el 20% de Netafim después del acuerdo, que refleja un valor de la compañía de 1,9 mil millones de dólares.

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Agencia AJN.- Finalmente se completó el acuerdo para vender el 80 por ciento de la empresa israelí de riego por goteo Netafim Ltd. a la empresa mexicana Mexichem con un valor de compañía de 1895 mil millones de dólares. El acuerdo se firmó el invierno pasadp y ahora se completó con la obtención de la aprobación regulatoria. Mexichem tiene una capitalización bursátil de más de 6 mil millones en la bolsa mexicana.

Kibbutz Hatzerim seguirá manteniendo el 20 por ciento de Netafim después del acuerdo. «El acuerdo fortalecerá la posición global de la compañía en irrigación inteligente, mientras aprovecha los activos de Mexichem y su despliegue geográfico, su cesta de productos y muchos años de experiencia operativa», comunicó Netafim.

El presidente y gerente general de Netafim, Ran Maidan, señaló: «La asociación con Mexichem creará otro gran paso adelante para Netafim, y le permitirá acelerar su crecimiento, mientras expande la canasta de soluciones y servicios que ofrece a sus clientes». Maidan agregó que incluso después de que se complete el trato, Netafim retendría su carácter israelí y su centro de actividad en Israel durante muchos años.

Por su parte, el gerente general de Mexichem, Daniel Martinez-Valle, manifestó que «no solo la adquisición de Netafim nos posicionará como un líder en el mercado de riego inteligente de rápido crecimiento, sino que las capacidades de investigación y desarrollo de Netafim nos ayudarán a actualizar la cartera existente».

Netafim tiene más de 4.500 empleados en Israel y en el extranjero, 29 filiales y 17 plantas de fabricación. Sus productos se venden en más de 110 países.

Israel

Israel y los grupos terroristas reanudan los combates en Gaza: «Hamás violó el alto el fuego»

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Agencia AJN.- Las Fuerzas de Defensa de Israel reanudaron el viernes su ofensiva militar en la Franja de Gaza, tras una tregua de una semana, al romper el alto el fuego el grupo terrorista Hamás, que disparó cohetes contra Israel y no facilitó una lista de rehenes que pretendía liberar antes de las 7 de la mañana.

En respuesta, las IDF dijeron que reanudaban los combates siete días después del cese de los combates, durante los cuales 105 civiles fueron liberados del cautiverio de Hamás en Gaza, entre ellos 81 israelíes, 23 tailandeses y 1 filipino, a cambio de 210 prisioneros palestinos, todos ellos mujeres o menores. Israel también permitió la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. Se cree que 137 rehenes siguen retenidos por Hamás y otros grupos terroristas.

La Oficina del Primer Ministro declaró en un comunicado que Hamás «violó el marco, no cumplió su obligación de liberar a todas las rehenes y disparó cohetes contra Israel».

«En medio de la reanudación de los combates, subrayamos que el gobierno de Israel está comprometido a lograr los objetivos de la guerra: liberar a nuestros rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza no pueda volver a amenazar al pueblo de Israel.»

A pesar de la reanudación de los combates, la CNN y la BBC informaron de que proseguían los esfuerzos para restablecer la tregua.

Una fuente palestina no identificada declaró a la BBC que se estaban celebrando conversaciones a través de mediadores, mientras que la oficina qatarí de AFP también citó a una fuente no identificada que afirmaba lo mismo.

El IDF dijo que varios cohetes fueron disparados desde Gaza justo antes de las 7 de la mañana, haciendo sonar las sirenas en la comunidad sureña de Holit, tras varios lanzamientos alrededor de las 6 de la mañana.

Uno de los cohetes fue interceptado media hora antes de que expirara el alto el fuego.

A lo largo de la mañana siguieron disparándose cohetes contra comunidades fronterizas de Gaza y la ciudad costera meridional de Ashkelon.

Una fuente cercana a Hamás declaró a la AFP que el brazo armado del grupo terrorista había recibido «la orden de reanudar el combate» y de «defender la Franja de Gaza», y se registraron intensos combates en algunas zonas de la ciudad de Gaza.

Las IDF informaron de que sus aviones de combate habían comenzado a llevar a cabo una oleada de ataques aéreos contra objetivos de Hamás. Se oyeron fuertes y continuas explosiones procedentes de la Franja de Gaza y salía humo negro del territorio.

Hamás declaró que los ataques aéreos habían alcanzado el sur de Gaza, incluida la comunidad de Abassan, al este de la ciudad de Khan Younis. Al parecer, otro ataque alcanzó una vivienda al noroeste de la ciudad de Gaza.

En las redes sociales se difundieron fotografías de un ataque reciente.

El medio de comunicación palestino Shehab, estrechamente vinculado a Hamás, informó de que se habían oído disparos y explosiones en el norte de Gaza.

El Ministerio de Sanidad, dirigido por Hamás, afirmó que tres personas habían muerto en ataques aéreos israelíes en Rafah, en el sur de la Franja, pero estas afirmaciones no se pudieron verificar de forma independiente.

Ante la reanudación de los combates, el Mando del Frente Interior dio instrucciones para que las escuelas de gran parte del centro y el sur de Israel abrieran sólo si los alumnos podían llegar a tiempo a espacios protegidos en caso de ataques con cohetes.

Las escuelas de la periferia de Gaza permanecen cerradas.

El jueves, el principal diplomático estadounidense, Antony Blinken, en una reunión con funcionarios israelíes y palestinos, pidió que se prolongara la pausa en las hostilidades y advirtió que cualquier reanudación de los combates debía proteger a los civiles palestinos.

Aunque en ese momento expresó su esperanza de que el alto el fuego pudiera prorrogarse, Blinken afirmó que si Israel reanudaba la guerra y avanzaba contra el sur de Gaza para perseguir a Hamás, debía hacerlo «respetando el derecho internacional humanitario» y contar con «un plan claro» para proteger a los civiles. Dijo que los dirigentes israelíes entendían que «los niveles masivos de vidas civiles y la escala de desplazamientos que vimos en el norte no deben repetirse en el sur».

En un aparente esfuerzo por dar respuesta a estas preocupaciones, las IDF publicaron un mapa en el que dividían la Franja de Gaza en cientos de pequeñas zonas que, según afirmaron, utilizarían para notificar a los civiles palestinos las zonas de combate activas.

Pidió a los palestinos que prestaran atención al número de su zona y siguieran las futuras actualizaciones del IDF.

Se cree que el ejército podría utilizar este mapa para pedir a los palestinos de zonas concretas que evacuen cuando la ofensiva terrestre de las IDF se extienda al sur de la Franja, en lugar de exigir evacuaciones masivas como hizo en la parte norte de Gaza.

Otros líderes mundiales y grupos de ayuda también habían solicitado una pausa prolongada.

La mayor parte de la población de Gaza está ahora hacinada en el sur sin salida, lo que plantea interrogantes sobre cómo una ofensiva israelí en esa zona puede evitar numerosas víctimas civiles.

Tras la reanudación de las operaciones, los palestinos informaron de que las IDF habían lanzado octavillas en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur de Gaza, en las que pedían a los residentes que se desplazaran al sur, a Rafah, advirtiéndoles de que la zona es peligrosa.

El ejército tomó el control de la mayor parte de la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, antes de que entrara en vigor el alto el fuego el 24 de noviembre. La semana pasada, Hamás liberó a algunos rehenes en ceremonias escenificadas y presenciadas por grandes multitudes en partes de la ciudad de Gaza, incluso en zonas en las que las IDF habían dicho anteriormente que habían obtenido el control, en una aparente demostración de fuerza.

La guerra estalló el 7 de octubre, tras el devastador ataque de Hamás en el que 3.000 terroristas se infiltraron en comunidades del sur de Israel, masacraron a 1.200 personas -en su mayoría civiles asesinados en sus casas y en un festival de música- y tomaron unos 240 rehenes.

Israel respondió con una ofensiva aérea y terrestre destinada a eliminar a Hamás. El Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, ha declarado que desde el 7 de octubre han muerto más de 15.000 personas, la mayoría civiles. Las cifras no pueden verificarse, no distinguen entre civiles y operativos de Hamás e incluyen a los muertos por los lanzamientos fallidos de cohetes de los propios terroristas.

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Medio Oriente

Gaza después de la guerra: ¿qué opciones de gobierno tendrá el enclave palestino?

Agencia AJN.- El mundo entero mira un nuevo capítulo del conflicto palestino-israelí. Mientras EEUU rechaza “una reocupación de Gaza una vez finalizado el conflicto” y propone “una Autoridad Palestina revitalizada”, los países árabes advierten que “Hamás es una idea” y no puede ser eliminada.

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Palestinos ondean su bandera sobre un tanque israelí en la valla de la Franja de Gaza, 7 de octubre de 2023. Foto: AP.

Agencia AJN (Por Lais Vázquez).- Tras la masacre del 7 de octubre, los líderes israelíes plantearon un objetivo claro: desmantelar a Hamás, tanto en sus capacidades militares como gubernamentales. Además de la liberación de los rehenes que se encuentran en Gaza, Israel pretende que el enclave palestino nunca más vuelva a significar una amenaza para sus ciudadanos. Fue así que comenzaron a surgir diferentes hipótesis sobre qué pasará en la Franja cuando el conflicto bélico termine.

Es difícil saber si el Estado judío logrará su objetivo antes de que la presión internacional sea lo suficientemente fuerte. Según la Oficina de Medios de Gaza, más de 14.000 palestinos murieron desde que comenzó la ofensiva israelí. Hace pocos días, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó en una entrevista con la BBC que, si bien compartía con Israel “su voluntad de deshacerse del terrorismo”, no había “razón ni legitimidad” para el bombardeo de “bebés, mujeres y ancianos” en los territorios palestinos.

Sin embargo, las operaciones en Gaza cuentan con un respaldo enorme del pueblo israelí y la diáspora judía. El trauma que significó la muerte de más de 1.200 personas –con familias enteras acribilladas o prendidas fuego, violaciones, torturas, mutilaciones y toma de rehenes, entre otros crímenes– recordó horrores que no se veían desde el Holocausto. La división imperante en la sociedad israelí, debida a la reforma judicial impulsada por el primer ministro Benjamín Netanyahu y sus aliados de extrema derecha religiosa, fue reemplazada por un clima de unión nacional. La lucha contra Hamás es considerada por los editorialistas hebreos como una lucha por la propia existencia.

Los planes israelíes

Respecto al futuro de Gaza, Netanyahu aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no planean mantener soldados dentro del enclave palestino después de la guerra, pero señaló: “Habrá un control de seguridad israelí sobre la Franja de Gaza, incluido el desarme completo, para garantizar que ya no haya una amenaza para los ciudadanos de Israel”.

En el mismo sentido, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que el último paso de la guerra será “la creación de un nuevo régimen de seguridad en la Franja de Gaza y la eliminación de la responsabilidad de Israel en la vida cotidiana” de los gazatíes.

Por su parte, el líder de la oposición israelí y ex primer ministro, Yair Lapid, deslizó que la mejor solución sería devolver el enclave costero al control de la Autoridad Palestina, que fue expulsada de Gaza por Hamás en 2007 y que actualmente sólo tiene sede en Cisjordania.

La solución de dos Estados: la favorita del mundo occidental

En un artículo publicado en The Washington Post, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo: “Mientras nos esforzamos por alcanzar la paz, Gaza y Cisjordania deben reunificarse bajo una única estructura de gobierno, en última instancia bajo una Autoridad Palestina revitalizada, mientras todos trabajamos por una solución de dos Estados”.

A esa idea, luego de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, agregó: “Estados Unidos cree que los elementos clave deberían incluir: ningún desplazamiento forzoso de palestinos de Gaza, ni ahora ni después de la guerra; ningún uso de Gaza como plataforma para el terrorismo u otros ataques violentos; ninguna reocupación de Gaza una vez finalizado el conflicto”.

A diferencia de Hamás, que en su carta fundacional pregona la destrucción de Israel, la Autoridad Palestina avala –al menos declarativamente– la idea de dos Estados coexistiendo en paz. Pero la presidencia palestina, a cargo del octogenario Mahmoud Abbas, presenta una gran debilidad y falta de legitimidad debido a varios factores. Las acusaciones de colaboracionismo con Israel, la ineptitud para frenar el avance de los asentamientos israelíes y el aplazamiento constante de las elecciones son algunos de ellos.

Más interesante fue el matiz presentado por el alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que afirmó que “una autoridad palestina debe volver a Gaza”, pero aclaró “una autoridad palestina, no la Autoridad Palestina. Es comprensible que la Autoridad Palestina no quiera entrar en Gaza encima de un tanque israelí”.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, desligó al organismo multilateral cualquier posible intervención. “No creo que un protectorado de la ONU en Gaza sea una solución; creo que necesitaremos un enfoque multipartito en el que cooperen distintos países, como Estados Unidos –garante de la seguridad de Israel– y los países de la región, esenciales para los palestinos”, manifestó.

“Es imposible hablar sobre el futuro de Gaza sin un alto el fuego”

“Ni Israel ni ninguno de los países de la región gozarán la seguridad y la paz sin que gocen de ello los palestinos y recuperen todos sus derechos saqueados”, declararon 57 países árabes, y en su mayoría musulmanes, que participaron en una cumbre en Riad, Arabia Saudita, a mediados de noviembre.

Líderes árabes reunidos en Riad. Foto: EFE.

Líderes árabes reunidos en Riad. Foto: EFE.

Si bien la solidaridad con el pueblo palestino es contundente entre la ciudadanía árabe mundial, Hamás no goza del mismo apoyo. Al ser una rama de la organización islamista Hermanos Musulmanes, entra en la categoría de grupo terrorista por Arabia Saudita, Siria, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos.

En cualquier caso, el objetivo de eliminar a Hamás por parte de Israel es visto como una ilusión en algunos sectores de Medio Oriente. El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Aiman Safadi, manifestó: “Simplemente no entiendo cómo se puede lograr este objetivo. Hamás es una idea”, y una idea no se puede combatir con ninguna acción militar. La misma advertencia fue realizada por el primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammed Shtayyeh, quien también recordó que “Hamás no está sólo en Gaza”.

Además, según la agencia DPA, Safadi resaltó: “Permítanme dejarlo muy claro. Ninguna tropa árabe irá a Gaza. Ninguna. No seremos vistos como el enemigo”.

En el caso de Arabia Saudita, el canciller Faisal bin Farhan, destacó: “Nuestro mensaje hoy consiste en la necesidad de parar inmediatamente la guerra, cesar el fuego, asegurar la liberación de los rehenes y lanzar un proceso de paz serio y justo que esté basado en las resoluciones de la ONU”.

“Por supuesto, es imposible en este momento hablar sobre el futuro de Gaza sin un alto el fuego, pero también debemos pensar en lo que sucederá después de la guerra”, analizó.

La voluntad de los palestinos

“La gente piensa que esto es un tablero de ajedrez y que puede mover algunos peones aquí y allá y obtener un jaque mate al final. Eso no va a ocurrir. Puede que encuentren a algunos que quieran colaborar, pero el grueso de las personas de Gaza no se lo tomará bien”, consideró la dirigente palestina Hanan Ashrawi sobre la posibilidad de que el futuro para Gaza sea construido desde el exterior, según un artículo de la BBC.

Sería fundamental –más allá de las declaraciones de Israel, los países árabes, EEUU o los organismos multilaterales– saber qué quieren los propios palestinos para su futuro. ¿Qué alternativa podría ser viable si una buena parte de los dos millones de habitantes de Gaza no están de acuerdo con ella? El problema es que allí no se celebran elecciones desde 2006. Hamás controla Gaza de facto desde 2007 y Abbas es presidente de la Autoridad Palestina desde 2005. Actualmente la voluntad de la mayoría, al menos respecto a su liderazgo, es una verdadera incógnita.

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