Miles de inmigrantes africanos en Israel comenzaron a marchar desde el Parque Levinsky en el sur de Tel Aviv a las embajadas de Estados Unidos y otros países esta mañana, luego de las protestas que comenzaran ayer.

Demandan que los gobiernos extranjeros presionen a Israel para que los reconozcan como refugiados, dejen de arrestarlos y liberen a los presos.

Algunas de las embajadas a las que están marchando incluyen Francia, Gran Bretaña y Canadá. También fueron a la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas, elevando ventanas de Eritrea y sosteniendo carteles que dicen “No más prisión” y “Libertad”.

Los inmigrantes, muchos de los cuales son trabajadores serviles en Israel, comenzaron con una huelga de tres días para protestar contra la política del gobierno israelí. Cientos de miles de inmigrantes africanos entraron en huelga ayer, interrumpiendo la operación normal de muchos negocios, principalmente restaurants, cafés, hoteles y servicios de limpieza.

En vez de ir a trabajar, más de 20.000 inmigrantes africanos protestaron en la Plaza Rabin de Tel Aviv, cantando “Sí a la libertad, no a la cárcel” y “somos refugiados, no criminales”. La manifestación duró cuatro horas y se dispersó sin incidentes. Cientos de inmigrantes también protestaron en frente de las oficinas del gobierno.

Los organizadores de la movilización están pidiendo que se suprima la nueva ley que autoriza su detención en la nueva instalación Holot, así también como que Israel deje de perseguir inmigrantes y todos los presos sean liberados. Israel, dicen, está obligado a honrar la Convención de Refugiados de la ONU y dar una consideración razonable a todos los pedidos de asilo.

El segundo día de la protesta y huelga siguió a las críticas de la Agencia de Refugiados de la ONU sobre la política de inmigrantes africanos de Israel, en particular nuevas enmiendas a la ley anti infiltración del país.

 

JC