El primer ministro Netanyahu dirigió la palabra durante el tradicional brindis de año nuevo del partido Likud, que encabeza. “Hay un principio que no estaba claro hace algunos años, pero hoy en día está claro para todo aquel que observe nuestra región: el débil no sobrevive, el fuerte sí”, dijo Netanyahu al comenzar su discurso. “También se hace la paz con el fuerte. Por eso nuestro objetivo es fortalecer más y más al Estado de Israel. De aquí parte el futuro, de aquí viene la esperanza”, agregó.

A continuación, el mandatario mencionó los logros del gobierno a su cargo. “En primer lugar, preservamos y reforzamos la seguridad. No estoy dispuesto a aceptar el concepto de goteo”, dijo Netanyahu en relación al disparo de cohetes y proyectiles en las fronteras de Israel. “El goteo se responderá con un diluvio”, advirtió. “Hemos fortificado nuestras fronteras, construimos una valla de seguridad y eso frenó las infiltraciones en nuestro territorio. Frenamos la infiltración a Israel. Entraron 60.000 y sacamos a 20.000. Y seguiremos sacando de nuestro país a los infiltrados ilegales”, señaló.

Entre los logros de su gobierno, Netanyahu mencionó el fortalecimiento de la economía, estímulo a la competitividad, aumentos salariales, descenso en los precios del transporte público y apertura del programa de ahorro para cada niño israelí. “Se puede seguir hablando de aislamiento, no es difícil. ¿Ustedes saben cuántos líderes internacionales nos visitaron este año? 255”, destacó el primer ministro.

Cientos de personas, entre ellos lministros del gobierno, miembros del Parlamento y del Comité Central del Likud y sus familias se reunieron en el auditorio de Kfar Maccabiah, en Tel Aviv, y esperaron al primer ministro, que llegó con considerable retraso, directamente después de aterrizar en el aeropuerto Ben Gurion, tras finalizar su visita a Estados Unidos.