Agencia AJN.- Un hombre palestino apuñaló a un soldado israelí y le golpeó la cabeza con una piedra, hiriéndolo gravemente, en un puesto militar en las afueras del asentamiento de Beit El en Cisjordania central, según informó el Ejército.

El asaltante luego huyó de la escena y se dispuso un amplio operativo para dar con el agresor.

Las Fuerzas de Defensa de Israel indicaron que se desató una pelea entre los dos luego de que el atacante palestino irrumpiera en la posición militar cerca de Beit El, en las afueras de Ramallah, donde las fuerzas israelíes buscan al terrorista que cometió un atentado el jueves, que dejó un saldo de dos soldados muertos y dos heridos.

«Durante (la lucha), un terrorista golpeó al soldado con una roca de corta distancia», comunicó el Ejército.

Más tarde, los militares agregaron que una investigación posterior reveló que el agresor también había apuñalado al soldado.

Según las Fuerzas de Defensa de Israel, el asaltante también resultó herido en el ataque, aunque no estaba del todo claro la gravedad de la lesión.

El soldado de 21 años de edad fue trasladado al hospital Hadassah de Jerusalem Ein Kerem en estado grave.

La víctima estaba inconsciente y conectado a un ventilador, y según los médicos estaba en una condición que amenazaba su vida.

El ataque se produjo cerca del lugar donde ayer se registró el mortal tiroteo, en la zona del puesto de avanzada de Givat Assaf.

Al respecto se comunicó que el soldado que resultó herido en el ataque de ayer permanecía en estado crítico, mientras que los médicos dijeron que la condición de la mujer que resultó gravemente herida había mejorado.

El Ejército israelí lanzó una persecución en la zona de Ramallah para dar con los terroristas y envió fuerzas adicionales a Cisjordania para ayudar en la búsqueda, así como para aumentar la seguridad cerca de los asentamientos y carreteras.

Durante las redadas nocturnas, los soldados arrestaron a 40 palestinos en toda Cisjordania por sospechas de estar involucrados en actos de terrorismo y disturbios, 37 de los cuales las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que eran conocidos agentes de Hamás.

El ataque del jueves se produjo poco después del tiroteo el domingo perpetrado por terroristas palestinos fuera del asentamiento de Ofra y en el que resultaron heridos siete israelíes.

Entre los heridos se encontraba una mujer embarazada cuyo bebé murió después de ser dado a luz prematuramente.

Un alto comandante de las FDI indicó que la misma célula terrorista de Hamás llevó a cabo los dos ataques con disparos que ocurrieron en la misma carretera.

Además, un palestino apuñaló a dos policías fronterizos en la ciudad vieja de Jerusalem el jueves temprano antes de ser asesinado a tiros.

La noche del miércoles, las fuerzas de seguridad israelíes realizaron una serie de redadas en el área de Ramallah para encontrar a los terroristas responsables de los disparos del domingo.

Al menos cuatro sospechosos fueron arrestados y uno, Salih Omar Barghouti, de 29 años, murió en un enfrentamiento con las tropas israelíes cuando intentaba escapar de la aldea de Kobar, en las afueras de Ramallah.

Horas después del ataque de Givat Assaf, el ejército dijo que un hombre palestino intentó embestir su automóvil contra un grupo de soldados que participaba de los operativos en las afueras de la ciudad de El-Bireh, adyacente a Ramallah.

Las tropas abrieron fuego y mataron al hombre, luego identificado por los funcionarios palestinos como Hamdan al-Arda, mientras que un soldado resultó levemente herido.

La familia del palestino negó las afirmaciones del Ejército, diciendo que no fue un ataque, sino un accidente de tráfico. Arda, propietario de una fábrica de aluminio de 56 años, tenía problemas de audición, le dijeron sus familiares al diario Haaretz.

Por separado, las tropas israelíes localizaron a un terrorista que mató a dos israelíes en octubre en la zona industrial de Barkan después de una persecución durante dos meses. El sospechoso murió en un tiroteo con tropas durante la noche de miércoles.

Ha habido un aumento en el número de ataques contra civiles y soldados israelíes en las últimas semanas, después de meses de relativa calma en la zona, lo que ha generado preocupación por un posible brote renovado de violencia regular y grave en la región.