Una nueva encuesta publicada con motivo de la próxima festividad de Pésaj, reveló que las tareas de higiene más odiadas por las israelíes son la limpieza de persianas y ventanas. Alrededor del 72% señaló que odia hacerlo. Este disgusto es compartido casi en igual medida en todos los rincones de Israel, sin distinguir edades ni niveles sociales.

La segunda tarea más odiada es la limpieza de alfombras. Según el sondeo que fue realizado por el Instituto de Investigaciones Rushinek, para la marca “Mr Muscle”. En tanto, respecto a la limpieza de alfombras, a medida que sube la edad de las mujeres, más es el rechazo a la tarea. Asimismo, en la región sur se expresó más el disgusto. Además, a mayores ingresos, mayor es el odio por esta tarea (23,8% de las personas que rechazan esta labor casera presentan ingresos altos, contrariamente a un 14,8% con ingresos bajos).

La tercera labor menos predilecta a la hora de limpiar es la limpieza en los inodoros. Alrededor del 11% odian limpiar los sanitarios, una tendencia muy marcada en las jóvenes.

Alrededor del 70% de las mujeres israelíes se definen a sí mismas como “adictas a la limpieza”. El 20,3% afirman que lo son en alto nivel (una de cada cinco mujeres) y el 46,6% estuvieron de acuerdo en parte con el diagnóstico. Solo el 32,2% están de acuerdo en parte con la definición.

Según el sondeo, hay más “locas por la limpieza” en el área de Jerusalem en relación a otras zonas del país, y también se registraron más “adictas a la limpieza” entre los 45 y 54 años de edad, en relación a otras edades.

Al ser consultadas por acerca de las tensiones creadas en torno a la limpieza con sus parejas, las israelíes contestaron que el hecho de que el esposo colabore es importante y significativo, al punto de que el 65,2% señaló que no estarían dispuestas a casarse con un hombre que rechace realizar tareas en el hogar. En tanto, dos tercios de las mujeres no se casarían por esta razón si el candidato no cumple estos requisitos. El rechazo se nota más entre las jóvenes de entre 25 y 34 años de edad. Entre las mujeres de la zona sur del país la resistencia es menor.

FO