El rabino argentino Sergio Bergman, que este miércoles disertará en una movilización plurisectorial contra el proyecto del Ejecutivo para poner fin a la jubilación privada, apuntó que en esta instancia no se plantea ser funcionario público porque entiende que su vocación es la del magisterio, la educación y formación cívica, basada en valores “sobre todos los ciudadanos de la Nación”.
Consultado respecto de la viabilidad de ocupar un cargo público y a su vez, ejercer la función rabínica, Bergman afirmó “no es que no se pueda, sino que yo entiendo que cuando uno asume una función pública –que no es mi caso- se hace inviable sostener la vocación rabínica dentro de la comunidad porque no tenes tiempo ni espacio real”, sostuvo y agregó:
“Es decir, no por una incompatibilidad, sino por inviabilidad”, resumió Bergman y se preguntó “¿Cómo haces para asumir una carga pública y sostener tus espacios de estudio y asistencia social?”
Sin cerrarse por completo a la posibilidad de ocupar un cargo en el futuro, el religioso expresó: “Si hubiera una nueva masa crítica, un nuevo escenario donde lo político partidario no fuera la repetición de lo que ya vimos, podría considerar (una candidatura)”.
En diálogo telefónico con la Agencia Judía de Noticias (AJN), de cara a la movilización de mañana, en la que será uno de los oradores –junto a Alfredo de Ángeli, dirigente de la Federación Agraria de Entre Ríos- señaló que “nosotros no participamos de un acto de oposición”.
“Estoy participando en una convocatoria de ciudadanos que debemos dejar de ser pasivos espectadores y tenemos que comprometernos con los valores en acciones”, sostuvo Bergman y agregó que “si uno deja sólo en la política electoral el protagonismo, la realidad nunca va a cambiar”.
El rabino manifestó que “hace falta que el habitante se haga ciudadano, que no solamente reclame derechos sino asuma obligaciones. Y en este punto, se trata de ratificar los fundamentos del sistema republicano que están siendo vulnerados porque tenemos democracia para elegir pero no hay república para gobernar”.
El rabino dijo que no sabe si finalmente se va a aprobar el proyecto impulsado por el Ejecutivo, “porque eso va a depender de los diputados y senadores”. “Creo que estas movilizaciones no tienen que apuntar sólo a tener un resultado efectivo sino más bien convocar para defender los valores”, señaló.
Consultado respecto del rol que debe ocupar el Estado Nacional, Bergman manifestó que “tiene que ocupar los lugares de unidad social, tiene que cuidar a los desprotegidos, ya sean ancianos o menores, tiene que mediar entre lo público y lo privado asegurando lo que establece la ley en términos de políticas públicas”.
A partir de la Segunda Guerra del Líbano en 2006, la participación de Bergman en distintas movilizaciones de la sociedad generó, en opiniones de algunos un “reencuentro de la sociedad argentina con lo judío”.
Bergman dijo que “el país se hizo desde la diversidad y los inmigrantes (judíos) estuvieron presentes en la cultura”. “Quizá la novedad –apuntó- es que un rabino (esté) planteando estos temas, de lo político y lo cívico, pero tiene que ver con la línea ideológica e inspiradora del rabino Marshall Meyer”, de quien él fue discípulo.
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