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El rabino Sergio Bergman se mostró orgulloso con la tarea realizada por los representantes de los gobiernos Nacional, provincial y de la ciudad de Buenos Aires para atender la crisis generada por el accidente ferroviario ocurrido el miércoles pasado en la Estación Once del ex ferrocarril Sarmiento, donde murieron 51 personas y otras cientos resultaron heridas.

En un mensaje enviado a la Agencia Judía de Noticias, Bergman, quien también es legislador de la ciudad de Buenos Aires, agradeció a rescatistas, médicos, bomberos y policías, entre otros. "Aún habiendo errores y procedimientos a revisar y rectificar valoramos la acción de los diferentes actores que participaron del rescate en el tren", agregó.

“Siento orgullo por aquellos hombres y mujeres, funcionarios públicos de los gobiernos de la Nación, de la provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que como voluntarios, Defensa Civil, policías de la Federal o de la Metropolitana, del SAME, bomberos, hospitales de la ciudad, las morgues, asistentes sociales, judiciales, psicólogos, comunicadores sociales, reporteros, periodistas, pastores y rabinos que silenciosamente asistieron a las víctimas, a los heridos y a sus familias”, expresó Bergman en un comunicado.

Sin embargo, el rabino del Templo de la calle Libertad lanzó una fuerte crítica contras las autoridades de la comunidad judía argentina por haber reaccionado tarde frente a la tragedia.

“Cuando la tragedia de la Amia se llevo a las víctimas inocentes que recordamos y por las que perseguimos memoria y justicia la sociedad argentina toda participo solidariamente en el rescate de los cuerpos y la asistencia a los heridos. Atacado el centro de la comunidad judia, el atentado fue a la sociedad argentina”, enfatizó.

Bergman indicó que el miércoles pasado cuando se produjo la tragedia ferroviaria en la Estación Once al chocar un tren contra las barras de contención, “las instituciones emblemáticas de la comunidad permanecieron silenciosas y dormidas”.

El líder religioso expresó indignado que “un día después -tarde una vez más-  (las instituciones comunitarias) emitieron un comunicado y se hicieron hacer prensa de aquello que no dieron ni hicieron en tiempo y forma como parte integrada de una sociedad que no discrimina si los muertos del Sarmiento eran cristianos, musulmanes o judíos, argentinos paraguayos o bolivianos”.

“Hoy cuando el duelo decretado está por concluir, lo primero que quiero decir y asumir es la vergüenza que siento como judío argentino por esta omisión de no haber correspondido a la tragedia ferroviaria quienes como instituciones padecieron un atentado terrorista asesino, un día como el del miércoles ante las víctimas del Sarmiento caídas en el mismo barrio del Once donde convivimos, se quedaron silenciosos pasivos y dormidos”, concluyó Bergman.