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Cultura

Un día como hoy nacía Charles Chaplin

Itongadol/AJN.- Proveniente de un barrio pobre de Londres, perteneció a una humilde familia judía. En 1914 efectuó su primera intervención cinematográfica. A sus 28 años ya era uno de los actores cómicos más reconocidos. Falleció el 25 de diciembre de 1977, siendo uno de los actores y directores más reconocidos del siglo XX.

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Itongadol/AJN.- Nacido en un barrio pobre de Londres, perteneció a una humilde familia judía. Los padres de Charles Spencer Chaplin eran cantantes y actores de variedades de origen judío que, en su momento, alcanzaron un razonable éxito. Muy pronto moriría su padre, mientras que su madre malviviría en un asilo tras perder la voz y quedar incapacitada para trabajar.

Junto con su hermano Sydney, el pequeño Chaplin vagó por las calles buscando el modo de ganarse la vida y desempeñó varios oficios. A veces consiguió actuar en pequeñas compañías de teatro, adquiriendo cierta reputación que algo más tarde le proporcionaría su primer gran papel, en la obra «Jim, the romance of a cokney», de H. A Sainsbury.

Más adelante intervino en una adaptación para el teatro de las novelas de Conan Doyle, «Sherlok Holmes», enamorándose de la primera actriz, Marie Doro, y consiguiendo papeles para su hermano Sydney. Con el dinero ganado entre ambos, consiguen sacar a su madre del asilo.

Tras trabajar en muchos papeles, ingresó en la compañía de cómicos de Charlie Manon, cuando fue descubierto por el empresario Fred Karno, quien lo contrató para realizar números de mímica y cantar. Ya era un actor importante cuando en 1912 viajó a Estados Unidos por segunda vez, aceptando la propuesta de Mack Sennet para trabajar en su compañía e instalarse en Hollywood. De este modo, Chaplin empezó a vislumbrar la posibilidad de trabajar en películas, lo que empezó a hacer no muy tarde, en 1914, en su primera intervención cinematográfica, «Making a Living».

En ella crea el personaje que lo hará mundialmente famoso y con el que siempre se le identifica: Charlot. Le siguieron otras películas en las que, visto el éxito inicial del personaje, recreó en situaciones cómicas diferentes: «Charlot en el hotel», «Charlot en los estudios, «Charlot camarero», etc.

A finales de ese año rodó «Un sueño de Charlot», la última película para la Keystone, la compañía de Sennet, en la que es obra de Chaplin también el guión y la dirección. La ruptura con Sennet se debió a las discrepancias y discusiones frecuentes entre ambos, motivadas por las diferentes concepciones del cine que ambos poseían: Chaplin pretendía plasmar en las películas todo lo aprendido sobre los escenarios, especialmente recreando situaciones cómicas de manera sutil, mientras que Sennet se declaraba partidario de realizar un cine más explícito, al modo de D. W. Griffith. Rota la unión entre ambos, en 1915 es contratado por la productora Easanay para realizar catorce películas, en las que Chaplin tendrá entera libertad.

Tras descubrir a Edna Purviance, la convierte en la rubia siempre presente en sus películas y de la que Charlot se enamora tierna e inocentemente. En la cima del éxito, en 1916 recibió millonarias propuestas de trabajo, decidiendo aceptar una de la Mutual que le ofrece nada menos que 600.000 dólares al año. Con la Mutual rueda «La calle de la paz». Un año más tarde cambió de nuevo de productora, fichando por la First National por la cantidad de 1,2 millones de dólares.

A los 28 años ya era uno de los actores cómicos más reconocidos. Declarado antimilitarista, rueda «Armas al hombro», una sátira en contra del belicismo.

Su primera obra maestra se produjo con la realización de «El chico», a pesar de que el rodaje resultó de los más accidentados. En pleno proceso de divorcio, huyó a Salt Lake City con la cinta porque podía ser embargada. En la película, Chaplin acentúa el dramatismo de Charlot y del argumento, rememorando su propia infancia en los suburbios londinenses.

La llegada del cine sonoro supone un duro golpe para Chaplin quien, en principio, se niega a aceptarlo, negándole validez artística. Así, todavía en 1931 rueda una película muda, «Luces en la ciudad». Todo hace pensar que Chaplin, el gran mimo, será una más de aquellas estrellas que no han sabido adaptarse a la llegada del cine sonoro. Sin embargo, esto no se producirá. En la cumbre de su carrera, viaja por el mundo, siendo aclamado por las multitudes en todos los países que visita. Conoce a Gandhi y a Einstein y se codea con reyes y magnates.

En 1940 realiza otra obra maestra, «El Gran Dictador», una sátira del nazismo y del propio Hitler, caricaturizando actitudes que, no obstante, se reproducirán algunos años más tarde en su propio país en la llamada «caza de brujas» emprendida por el senador McCarthy y de la que Chaplin será uno de sus principales objetivos. Acusado de filocomunista, como tantos otros personajes de Hollywood, Chaplin se verá envuelto en un proceso que durará varios años.

En respuesta, rueda «Un rey en Nueva York» (1958), película en la que ridiculiza y ataca el sistema judicial norteamericano. Con Marlon Brando y Sofía Loren rueda «La condesa de Hong Kong» (1966), tras lo que es declarado Sir por Isabel II de Inglaterra y se instala definitivamente en Suiza, donde vivirá el resto de sus días. Falleció el 25 de diciembre de 1977, siendo uno de los actores y directores más reconocidos del siglo XX.

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Se conmemoran 85 años de «La noche de los cristales rotos», el mayor pogrom de la historia

Agencia AJN.- A un mes de la masacre de Hamás que terminó con la vida de 1.400 israelíes, el mundo judío recuerda la noche en la que más de mil sinagogas fueron quemadas por el nazismo.

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Agencia AJN.- En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 se perpetró la Kristallnatch (La noche de los cristales rotos), el mayor pogrom de la historia, en manos de la Alemania nazi.

En aquella fatídica noche, se destruyeron y lincharon negocios y establecimientos de propiedad judía, así como sinagogas, por parte de las fuerzas de seguridad del nazismo y la población civil.

Presentado por los responsables nazis como una reacción espontánea de la población tras el asesinato, el 7 de noviembre de 1938, de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan, los ataques fueron cometidos por miembros de la Sturmabteilung (SA), la Schutzstaffel (SS) y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por el Sicherheitsdienst (SD), la Gestapo y otras fuerzas de la policía.

Estos pogroms fueron dirigidos contra los ciudadanos judíos y sus propiedades, así como también contra las sinagogas de todo el país. Los ataques dejaron las calles cubiertas de vidrios rotos pertenecientes a los escaparates de las tiendas y a las ventanas de los edificios de propiedad judía, lo que le da el nombre al episodio.

Al menos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados durante los ataques y otros 30.000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa​ a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau. Las casas de la población judía, así como sus hospitales y sus escuelas, fueron saqueadas y destruidas por los atacantes. ​Más de 1000 sinagogas fueron quemadas —95 solo en Viena— y más de 7000 tiendas de propiedad de judíos fueron destruidas o seriamente dañadas.

La Kristallnacht fue seguida por una persistente persecución política y económica a la población judía, y es considerada por los historiadores como parte de la política racial en la Alemania nazi y el paso previo del inicio de la Solución Final y del Holocausto.

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Efemérides. Un día como hoy la Iglesia Católica publica la «Declaración Nostra Aetate»

Agencia AJN.- El 28 de octubre de 1965 la Iglesia católica publicó la «Declaración Nostra Aetate» y eximió por primera vez a los judíos de «Deicidio» (muerte de Jesús), en el marco del Concilio Vaticano II. Esta serie de documentos fue aprobada por 2.221 votos contra 88. Se considera que estableció bases nuevas en las relaciones de los católicos con los judíos, los musulmanes, los budistas, los hindúes y demás creyentes de otras religiones no cristianas.

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Agencia AJN.- El 28 de octubre de 1965 la Iglesia católica publicó la «Declaración Nostra Aetate» y eximió por primera vez a los judíos de «Deicidio» (muerte de Jesús), en el marco del Concilio Vaticano II. Esta serie de documentos fue aprobada por 2.221 votos contra 88. Se considera que estableció bases nuevas en las relaciones de los católicos con los judíos, los musulmanes, los budistas, los hindúes y demás creyentes de otras religiones no cristianas.

El documento comienza afirmando la raíz común del cristianismo y el judaísmo («el pueblo del Nuevo Testamento está espiritualmente unido con la raza de Abraham») y a continuación pone fin al antijudaísmo cristiano cuando afirma que la elección de Israel por Dios no ha caducado («los judíos son todavía muy amados por Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación»), por lo que rechaza que los judíos sean señalados «como réprobos y malditos».

A su vez refuta la acusación de deicidio contra los judíos, base fundamental del antijudaísmo cristiano, al afirmar que la muerte de Jesús «no puede ser imputada ni indistintamente a todos los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy [… dado que] Cristo, como siempre lo ha profesado y profesa la Iglesia, abrazó voluntariamente y movido por inmensa caridad, su pasión y muerte».

Consecuentemente, la Declaración Nostra Aetate involucra ya a partir de 1965 una actitud completamente innovadora por parte de la Iglesia: “Como es tan grande el patrimonio espiritual común a cristianos y judíos, este Sagrado Concilio quiere fomentar y recomendar el mutuo conocimiento y aprecio entre ellos, que se consigue sobre todo por medio de los estudios bíblicos y teológicos y con el diálogo fraterno.”

Desde su promulgación por Pablo VI, Nostra Aetate ha servido de guía a las relaciones de la Iglesia católica con las religiones no cristianas, y sobre todo para el acercamiento entre el cristianismo y el judaísmo. El papa Juan Pablo II profundizó aún más en la relación de la Iglesia para con el judaísmo a través de su visita al campo de exterminio de Auschwitz en 1979, al que calificó de «nuevo Gólgota del mundo contemporáneo»; asistió además a la sinagoga de Roma en 1986; se establecieron relaciones diplomáticas con Israel y se emitió una petición pública de perdón por la intolerancia sostenida en nombre de Cristo.

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