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VIDEO. AMIA/Atentado. Perelmuter ex presidente: Hoy la AMIA es otra dirigencia con otro concepto, es otra comunidad

 AJN.- Luis Perelmuter fue presidente de la AMIA entre 1984 y 1987 y entre 1990 y 1993, después de haber sido su tesorero entre 1975 y 1978, conversó extensamente con la Agencia Judía de Noticias (AJN) en el marco de una serie de notas con ex titulares de la entidad que se realizarán durante este año, en coincidencia con el 120º aniversario de la fundación de la AMIA y a dos décadas del atentado que destruyó su histórica sede, asesinó a 85 personas e hirió a centenares, el 18 de julio de 1994.

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 Luis Perelmuter fue presidente de la AMIA entre 1984 y 1987 y entre 1990 y 1993, después de haber sido su tesorero entre 1975 y 1978, conversó extensamente con la Agencia Judía de Noticias (AJN) en el marco de una serie de notas con ex titulares de la entidad que se realizarán durante este año, en coincidencia con el 120º aniversario de la fundación de la AMIA y a dos décadas del atentado que destruyó su histórica sede, asesinó a 85 personas e hirió a centenares, el 18 de julio de 1994.


El experimentado dirigente conducía los destinos de la AMIA en ocasión del primer ataque terrorista en Buenos Aires adjudicado a Irán y Hezbollah, el perpetrado contra la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, en el cual murieron 29 personas y otras cientos resultaron heridas.


A continuación, un repaso por su carrera directiva y su análisis de la situación actual.


P- ¿Cómo fue su comienzo en la dirigencia de la AMIA?


LP- En ese entonces había un modelo comunitario manejado por partidos políticos. En el ’84 fui motivado por la aparición de la democracia en la Argentina y el fin del proceso militar, que fue tan duro y doloroso para toda la comunidad y el mundo. Me presenté dentro del partido (Avodá) en base a una plataforma que elaboré, y a raíz de la cual fui proclamado. En ese modelo, sentía que el cargo era del partido y no personal, como puede ser ahora. Era algo más dogmático y uno tenía que estar sometido y comprometido al control de su gestión en la AMIA.


P- ¿Cuál fue el punto más destacado de su plataforma?


LP- La instauración del pluralismo religioso. Antes, la ortodoxia era la única, expliqué que en la Argentina, como en otras partes del mundo, estaban los movimientos conservador y reformista y el judaísmo laico. Quería que eso también se viera reflejado en la Kehilá (“comunidad”, en hebreo; denominación que popularmente se le da a la AMIA) y que esos actores tuvieran participación porque estaban realmente marginados.


P- ¿Tuvo una buena respuesta?


LP- El partido lo aprobó, pero luego no fue tan contundente en el accionar. Creo que era un tema que requería mucha participación y combate como para instaurarlo en una primera presidencia. Lo máximo que logré fue que los grupos del Movimiento Conservador fueran recibidos por primera vez por la Comisión Directiva de la Kehilá. También quise luchar contra el jérem (prohibición) de las conversiones en la Argentina, que data de 1920. No tuve éxito, pero dejé el tema más instalado públicamente.

P- ¿Quién era el líder religioso en ese entonces?


LP- Estaban divididos, pero el que participaba era (Rafael) Kugielsky. Hubo muchísima pelea y fue muy conflictivo. También dentro del partido porque me aprobaron la plataforma, pero cuando hubo que aplicarla, fueron bastante tímidos. No hubo una aplicación automática. 


P- ¿Cómo fue su segunda presidencia?


LP- Bajé el perfil de lucha. No me postulé, pero debo reconocer que el partido me pidió que fuera candidato y acepté por mi compromiso y deber. Fue muy distinto al primero, ya que nos enfocamos en otros temas. Creamos la Fundación Tzedaká. Fue la primera medida porque entendía que la comunidad debía tener una independencia económica y quería crear un fondo en el cual participaran contribuyentes que no estaban cerca de la Kehilá. Como la gente no estaba participando, estaba un poco marginada y la veía en forma distinta a como lo hacíamos nosotros. Se creó con siete fundadores que no eran de la AMIA, pero eran personas físicas. La idea era que cuando terminasen su paso por la vida, el carácter de fundador pasase a la AMIA. Ello no se cumplió: la AMIA no se quedó con la fundación, que hoy en día es independiente. Creo que cambiaron las normas, pero lo que se pretendía era tener un cuerpo orgánico que comenzara en forma independiente de los distintos factores de la comunidad y creara un soporte económico para ella. Porque la Kehilá tenía como objetivo la ayuda escolar y social, pero el presupuesto era bastante alto. Antes se sostenía que la Kehilá no debía tener superávit y yo era contrario a eso: entendía que debía tenerlo y también una independencia económica para solventar todos los subsidios para la ayuda social, la cultura y la red escolar.


P- ¿Fue un proyecto exitoso?


LP- Sí. Gracias a él tenemos nombres de figuras y líderes de la comunidad judeoargentina.


P- ¿Cuál es el recuerdo más vívido que tiene?


LP- En abril de 1993 se cumplió el 50º aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia y participamos allí. Pasamos por los campos de Auschwitz y Majdanek, y cuando estábamos recorriéndolos con mucho frío -una temperatura insoportable- escuchamos el relato de que los prisioneros del campo usaban solamente un uniforme y caían muertos de frío. Eso fue muy duro. Esa hora que estuvimos caminando ah,í lo único que queríamos era pensar no en lo que estábamos sufriendo, sino en lo que ellos sufrían, que por lógica era mayor por estar menos abrigados y mal alimentados. Esa imagen es imborrable en la mente humana.


P- ¿Cómo es que la AMIA fue invitada a esa actividad?


LP- Era una convocatoria mundial, estuvieron comunidades de todo el mundo. Viajé con (el futuro presidente de la AMIA) Oscar Hansman, otros directivos, algunos sobrevivientes de la Shoá y Graciela Jinich, que era funcionaria del Museo del Holocausto. Éramos aproximadamente 15 personas.

P- ¿Qué otro recuerdo podría destacar?


LP- El primer viaje a Israel de un presidente constitucional en ejercicio en la Argentina, Carlos Menem. Fue una cosa muy anhelada por la Mediná (por Israel). Fuimos el presidente de la DAIA, David Goldberg, y yo. Recuerdo el significado político que tuvo para Israel. Las experiencias personales pueden ser cuestionadas porque hay gente que simpatiza con el ex Presidente y otros que no, pero para Israel fue importante. Nuestro acompañamiento fue muy reflexionado por la directiva.

P- Cuando viajaron, ¿lo sintió comprometido?


LP- Con los entonces secretarios de Legal y Técnica, Carlos Corach y general de la Presidencia, Alberto Kohan hablamos de sionismo en el vuelo. Evidentemente estaban en otra actitud. No era como cuando estaban estudiando materialismo dialéctico, era algo muy distinto. Tenían una actitud más crítica: no era la única verdad revelada, como para mí y los sionistas. No fueron con un estilo crítico a Israel. El espíritu crítico estaba hacia el dogmatismo sionista.


P- Luego de haber compartido un viaje con el Presidente, ¿se acuerda qué pensó en el momento en que estalló la AMIA?


LP- Para pensar en atentados podría pensar en el primero a la Embajada de Israel, cuando era presidente de la AMIA. Podría haber sido una revancha por la actitud que tuvo Menem al viajar a Israel con una comitiva de ministros y comandantes en jefe. Aparte de asociarlo al terrorismo de Estado, lo importante es que me quedó el tema de la participación local, que evidentemente existió. Ésta fue encubierta antes, ahora y seguirá así a menos que encontremos un modo de develarla. En ese momento no tenía contacto con alguien como para llamarlo. Manifestamos nuestra indignación en protestas y mantuvimos un discurso contra el terrorismo y la participación local.


P- ¿Tuvo algún contacto con Israel después del viaje y el atentado?


LP- No. Tuvimos contacto con el embajador Itzjak Shefi y participamos en el proyecto (no concretado) de construcción de una nueva embajada en Belgrano. Entendimos que había que tener mucha precaución en caso de un segundo atentado. La AMIA, que era una entidad de puertas abiertas, en la que entraba cualquiera y ése era su lema, tuvo que hacer un debate para cambiar de actitud e implementar controles de seguridad.


P- ¿Viajó a Israel en otro momento?


LP- Sí, pero con un motivo distinto: hubo una comitiva de solidaridad cuando Israel estaba recibiendo misiles desde distintos lados. Fuimos testigos de que no era únicamente una cuestión periodística. Una noche, a las tres de la mañana, tuvimos que bajar a los refugios. Eso fue creando una identidad, una pertenencia al Estado que era paralela a la pertenencia a la Kehilá, superior y más central.


P- ¿Qué recuerdo tiene de la visita de Ariel Sharon al país?


LP- En ese momento era Ministro de Comercio y yo Presidente de la AMIA. Vino en visita oficial para hacer tratados comerciales con la Argentina y se le hizo un almuerzo de recepción, al cual se iba a invitar a distintos directivos. El partido Avodá, por intermedio de un shelíaj (enviado desde Israel), resolvió que yo no podía participar porque Sharon pertenecía a Likud. Para mí fue una frontera entre el compromiso y la ideología. No participé y me sentí muy confundido: soy un hombre de compromiso con el partido y también con el control de la gestión. No quería vulnerar eso, pero entendía que no era correcto que la central comunitaria, que era pluralista, no recibiera a un ministro de Israel. Para mí era incompatible y fue realmente duro.


P- ¿Qué conclusión tiene después de su gestión en la AMIA?


LP- Como presidente quise dar el ejemplo y practiqué una kashrut simbólica. Quise ser coherente con el cargo que tenía, y eso me quedó: hoy en día no como jamón ni mariscos, ni salgo a espectáculos los viernes a la noche. Esto se lo debo a mi paso por la Kehilá porque antes no tenía esa costumbre ni era tan practicante. Además, es muy distinto manejar una empresa privada a manejar una comunidad tan multifacética como la judeoargentina, que refleja las distintas corrientes políticas que hay en Israel. Traté de mantener una participación “de pared a pared”, que incluyera a todas las facciones, y eso era muy difícil porque éramos muy partidarios del consenso. Cuando alguien hablaba ídish, había gente que no entendía. Tratamos de mantener la tolerancia al máximo, pero no fue nada fácil y uno no queda satisfecho cuando esto no se reconoce. Como gestión administrativa, compramos un terreno grande en el cementerio de Tablada.


P- ¿Cómo está viendo a la dirigencia de los últimos diez años?


LP- Es otra dirigencia, otro concepto, otra comunidad. En el momento que entré, éramos un cambio de generación de la que hablaba ídish y venía de Europa. Las cosas van cambiando… No tengo por qué criticar: no participo de la vida comunitaria y, honestamente, no estoy motivado por los temas actuales. Antes, la Kehilá era una mutual, ahora es una ONG.


P- ¿La irrupción de la ortodoxia va llevando de nuevo a la Kehilá a lo que era en su época?


LP- Tengo mis dudas de hacia dónde va, no lo puedo pronosticar exactamente. Antes pronostiqué que iba a haber un monopolio del Keren Kayemet en la AMIA y eso se produjo. Dije que la religión iba a tener un gran peso. Pero no tengo una visión a futuro. Estoy preocupado por el destino de la Kehilá.

P- ¿Por qué?


LP- Me preocupa que las escuelas no tengan subsidios y que la Kehilá sea económicamente dependiente de factores externos. Mi postura es que debe ser independiente en todo sentido, desde el punto de vista ideológico y económico. Creo que la aparición de empresas privadas y la caída del monopolio hacen que sea más dependiente de una fortaleza económica que no puede pasar por la recaudación del cementerio. Debería tener más socios, pero no se cuánto pagan. La mayoría de la comunidad, que no es religiosa, se manifiesta disconforme porque dice que no la representa… Lo cierto es que son los defensores de la etnia judía, y eso es incuestionable: no se puede poner en duda lo que ello significa. Tienen el mismo problema en Israel.


P- ¿A qué atribuye que la “no ortodoxia” no logre atraer al electorado y llegar al gobierno?

LP- Gran parte es porque no tienen un compromiso de identidad y pertenencia con la Kehilá Además, creo que el frente no religioso tendría que ser más coherente: no podemos estar tan fraccionados como antes. Hay un fuerte fundamento ideológico: el modelo personalista fue cambiando en los ’90, y muchos no se sentían representados. La participación ashkenazí cambió y hoy en día la impronta sefaradí es más fuerte y tiene una gran preeminencia en los votos. Cambió mucho la concepción política.

P- ¿Cuando se interrumpe la consulta con usted?


LP- En 1993. Después intenté organizar la construcción del edificio, pero siento que me separaron. Por lo menos organicé un anteproyecto, pero no lo terminé.


P- Se cumplen 20 años del atentado, ¿qué reflexión tiene con respecto a esta fecha?

LP- Es una fecha que nunca va a perder vigencia, pero posiblemente pierda fuerza. Esto no es únicamente lamentable, sino que también es un hecho bochornoso. Creo que nuestra misión es tratar de llegar a una pista de la “conexión local”. Realmente no participé mucho en la conducción de la investigación, pero no creo que alguien pueda ser indiferente a este atentado, y más los que lo vivieron realmente. Vivir este atentado y el de la Embajada es nada fácil. Es un recuerdo imborrable. Hace falta una mayor fuerza política para hacerlo.


P- ¿Qué sintió cuando se propuso el Memorándum con Irán, del cual se cumple un año?

LP- Me pareció una farsa, algo muy pro iraní para cubrir a la República Islámica y no investigar el atentado. No tengo duda de que políticamente, fue para introducir a Irán de nuevo en el mundo de las naciones. No tengo esperanza de que tenga alguna intención de ayudar a la causa. Al contrario, para mí va a disolver el efecto de investigar a Irán, que es totalmente inmune. Insisto en que la parte internacional es Irán, pero la parte local podría investigarse más, porque la tenemos acá.


P- ¿Cuál fue el momento más difícil que le tocó en su cadencia?


LP- Lo más duro fue que, como era un gobierno “de pared a pared”, había una oposición sistemática que no era constructiva. Eso me dolió mucho porque al menos merecía la credibilidad de que estábamos actuando para lograr un diálogo, un consenso, y eso no fue reconocido. Mucha gente jugaba a la política y yo, a hacer una gestión constructiva y positiva que no vulnerara los compromisos del partido.


P- ¿Cuál es su mensaje para las futuras generaciones o dirigentes?


LP- Espero que mantengan la identidad de acuerdo al futuro, que pertenezcan a la AMIA y sigan respetando los conceptos y valores de Israel: solidaridad, tzedaká. El hecho que esté jubilado no quiere decir que no vea que los jóvenes tengan nuevos impulsos y puedan adecuarse a la situación de hoy. Estuve en Israel cuando terminé el secundario y entendí que el Estado no iba a ser lo que era por las tecnologías y la ciencia. Estudié una carrera en el kibutz y me dediqué a mi vocación.

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Israel exige a la ONU que garantice que los rehenes puedan celebrar Pesaj en cautiverio

Agencia AJN.- El ministro de Jerusalem y Tradición Judía, Meir Porush, le envió una carta urgente al enviado para Medio Oriente, el noruego Tor Wennesland, en la cual le reclamó que se les entregue matzá (pan ácimo) y vino a los secuestrados israelíes por las organizaciones terroristas palestinas en la Franja de Gaza «para que puedan conmemorar aunque sea simbólicamente la festividad».

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Agencia AJN.- El ministro de Jerusalem y Tradición Judía de Israel, Meir Porush, le envió una carta urgente al enviado de la ONU para Medio Oriente, el noruego Tor Wennesland, en la cual le exigió que se les entregue matzá (pan ácimo) y vino a los secuestrados israelíes por las organizaciones terroristas palestinas en la Franja de Gaza «para que puedan celebrar aunque sea simbólicamente la festividad» de Pesaj.

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«En la noche del próximo lunes, 15 de nisán, 22/4/2024, el pueblo judío conmemorará la festividad de Pesaj (Pascua judía) y celebrará la noche del Seder (cena ritual), en la cual contaremos el acto del Éxodo de Egipto, que incluye la salida de la amarga esclavitud a la libertad en forma milagrosa dichas y la transmisión de la tradición a las próximas generaciones.

Casi la totalidad del pueblo judío participará en el Seder, normalmente en un ambiente familiar, para la lectura de la Hagadá (relato) de Pesaj, el cumplimiento de las mitzvot (preceptos) del día y las leyes de la noche del Seder, entre ellas: contar el Éxodo de Egipto, beber cuatro copas de vino, comer matzá, maror (hierbas amargas), jaroset (mezcla de manzana, nueces y vino que recuerda los ladrillos utilizados por los Hijos de Israel para construir las pirámides y otras obras faraónicas), el afikomán (pedazo de matzá que simboliza el cierre de la cena) y más.

Muy a nuestro pesar, no todo el pueblo judío podrá celebrar la noche de Seder según la tradición de nuestros antepasados: 133 de nuestros hermanos no están con nosotros y están cautivos en manos de la organización terrorista Hamás, que los retiene con fuerza violenta desde el ataque asesino de Simjat Torá, el 7/10/2023.

Todos actuamos con todas nuestras fuerzas y le rezamos continuamente al Santo Bendito Sea para que logremos liberar a todos en los días que quedan para la festividad, y que así los secuestrados puedan celebrar la festividad en el seno de sus familias, aquí, en la Tierra de Israel, y no, D’s no lo permita, en manos de los malhechores de las organizaciones terroristas en Gaza.

Si ello, D’s no lo permita, no ocurriera, le exigimos inequívocamente que actúe para llevarles matzá y vino a los secuestrados para permitirles celebrar, aunque sea simbólicamente, la festividad con la esperanza de que ello anime sus espíritus y les permita soportar su difícil situación hasta su próxima liberación.

Se trata de una exigencia humanitaria básica, que usted, como coordinador especial en nombre de las Naciones Unidas para el proceso de paz en Medio Oriente, seguramente debe promover inequívocamente, en particular porque se lo ha designado para coordinar el trabajo humanitario y el trabajo de desarrollo de las agencias de la ONU y de los programas en los territorios palestinos.

Le pido coordinar con usted la transferencia de matzá y vino en cantidad suficiente a los 133 secuestrados y que verifique en el marco de su rol en la ONU que sean entregados antes del próximo lunes por la tarde a todos los cautivos en Gaza y que se les permita conmemorar la noche del Seder.»

Esta misiva fue remitida con copia al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu; el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz; y el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan.

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Israel. Gallant a los pilotos de la fuerza aérea que repelieron el ataque iraní: «Nuestro trabajo solo va a aumentar»

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Agencia AJN.- Dirigiéndose a los pilotos de aviones de combate que participaron en la operación para contrarrestar el ataque con misiles y drones de Irán contra Israel, el ministro de Defensa Yoav Gallant dice que «nuestras misiones no van a disminuir» y que «el Estado de Israel tiene que saber que tiene libertad de acción para hacer lo que quiera.»

«Nuestras misiones no van a disminuir, sino que aumentarán. Esta realidad de que estamos siendo atacados desde siete arenas diferentes es compleja, y nos desafiará y acompañará», afirma.

«El Estado de Israel debe saber que tiene libertad de acción para hacer lo que quiera, gracias a que la Fuerza Aérea crea defensa, y lo que ustedes hicieron el sábado pasado es algo muy impresionante», dice Gallant a los pilotos.

«Esto nos da la capacidad de saber que cuando reaccionamos, tenemos un seguro, que lo que se decide es lo que se lleva a cabo. Esto da una gran confianza al público israelí y a los responsables de la toma de decisiones en el Estado de Israel», añade.

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