Seguinos en las redes

Efemérides

Hoy en la historia judía / Se elimina la frontera que dividía a Jerusalem

Publicada

el

1969

AJN.- El 29 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, se eliminó la frontera que dividía de Jerusalem, lo que permitió que, a partir de ese día, hubiese libre circulación entre ambas partes de la ciudad unificada.

En la primavera de 1967, el 15 de mayo, el entonces Presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, expulsó a la Fuerza de Paz de la ONU de la península del Sinaí. Posteriormente ordenó el cierre del estrecho de Tirán a los movimientos de la marina israelí, transgrediendo la ley internacional. El 31 de mayo, Egipto comenzó movimientos de tropas en el desierto de Sinaí: 100.000 soldados, un millar de tanques y 500 piezas de artillería. Egipto y Jordania firmaron un acuerdo de defensa mutua. Siria, Irak y Jordania convocaron a sus ejércitos. Kuwait, Arabia Saudita, Sudan y Argelia despacharon tropas y armamentos.

Israel se encontró rodeado por más de 250.000 soldados, más de 2.000 tanques y 700 cazas de combate. El Presidente de Irak declaró que su objetivo era claro: «Borrar a Israel del mapa». El 4 de junio Israel se encontraba en Guerra en tres frentes. EE.UU. declaró una posición neutral y ordenó el embargo de armas en la región, junto a Francia. La URSS envió enormes cantidades de armamentos y pertrechos a los países árabes. Frente al creciente aislamiento en la arena internacional, el llamado a aniquilar a Israel parecía algo factible.

En la mañana del 5 de junio de 1967 la Fuerza Aérea Israelí emprendió una ofensiva preventiva y destruyó la casi totalidad de las fuerzas aéreas de Egipto. Los tanques israelíes se lanzaron sobre el Sinaí y la costa oriental del Canal de Suez. Ese mismo día Jordania atacó a Israel. El 7 de junio, los soldados de Tzahal irrumpieron en la Ciudad Vieja de Jerusalem. Los paracaidistas corrieron, presa de la emoción, hacia el Muro de Los lamentos, y acariciaron sus sagradas piedras. El entonces comandante de la zona centro, General Mordejai Gur, proclamó la frase ya inmortalizada: «¡El Monte del Templo es nuestro!».

En 1950, Jordania había ocupado ilegalmente la Ciudad Vieja de Jerusalem. La ciudad ya estaba tomada por la Legión jordana desde el 28 de mayo de 1948. La anexión jordana fue reconocida solamente por Gran Bretaña y Pakistán. Las dos partes de la ciudad fueron separadas por alambradas y campos minados. Los soldados jordanos solían abrir fuego contra civiles israelíes, desde posiciones en las murallas de la Ciudad Vieja.

Ningún israelí, sin importar su credo, pudo ingresar a la Ciudad Vieja, violando el acuerdo del cese al fuego que Jordania e Israel firmaron en marzo de 1949. Los turistas pudieron ingresar a la Ciudad Vieja solo lo hicieron demostrando que eran cristianos. Durante el período jordano se borraron todas las señales de judaísmo en la ciudad. Se pavimentaron caminos con lápidas judías y se profanaron tumbas judías en el Monte de los Olivos. Más de 58 sinagogas, entre ellas la Jurba, construida hace siete siglos, fueron destruidas. Los judíos no pudieron visitar sus lugares sagrados, en especial el Muro de Los Lamentos, pero tampoco los musulmanes israelíes pudieron visitar los santos lugares del Islam que Jordania controlaba.

Después de la liberación de la ciudad y tras la caída de la frontera que dividía a Jerusalem el 29 de junio de 1967, la Knesset promulgó la Ley de los Santos Lugares, que garantiza el libre acceso y culto a los santos lugares de todas las religiones y concede autonomía a los diversos grupos religiosos en la administración de sus bienes y los sitios religiosos. También expandió la jurisdicción de la ciudad, incluyendo la zona oriental y la unificó bajo el Gobierno de Israel y suprimió todas las leyes discriminatorias.

Israel actuó con rapidez para que la vida volviera a la normalidad, incluido el derecho de los musulmanes a rezar en las mezquitas del Monte del Templo, a pesar de que el lugar es el sitio más sagrado para los judíos. En los hechos, recién en junio de 1967, después de que Israel liberó la ciudad, Jerusalem fue abierta a todo el mundo. En junio de 1980, la Kneset sancionó la Ley Básica de Jerusalem como Capital de Israel, que destaca los derechos y obligaciones del Estado hacia la Ciudad.

Efemérides

Efemérides | Un día como hoy de 1940 Auschwitz recibe su primer envío grande de reclusos

Los nazis tenían una gran cantidad de enemigos: sólo 20 de los primeros 728 prisioneros en Auschwitz eran judíos. Situado a unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia, Auschwitz fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo.

Publicado

el

Por

Auschwitz_I_22_May_2010-1170×783-1

Agencia AJN.- El 14 de junio de 1940, el campo de concentración nazi de Auschwitz recibió 728 prisioneros políticos polacos que llegaron desde Tarnów.

Esta fue la primera cantidad grande de reclusos que llegaron a Auschwitz, debido a que los primeros internos fueron 30 criminales alemanes procedentes de Sachsenhausen con la finalidad de convertirse en los primeros kapos del recinto.

Situado a unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia, Auschwitz fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, un 90 por cientos de ellas eran judías.

 

 

Seguir leyendo

Efemérides

Efemérides. Un día como hoy: Israel destruye el reactor nuclear iraquí Osirak

Publicado

el

Por

aviones

Agencia AJN.- El 7 de junio de 1981, un escuadrón de la Fuerza Aérea israelí bombardeó y destruyó la planta en la que se estaba montando el reactor nuclear Osirak a unos 17 kilómetros al sureste de Bagdad, la ciudad capital de Irak.

Denominada “Operación Opera”, la decisión de llevarla a cabo fue muy debatida en el gabinete ministerial del Estado de Israel, cuyo primer ministro era Menajem Beguin y se llevó a cabo aproximadamente ocho meses después de que un intento similar llevado a cabo por las fuerzas armadas iraníes fracasara.

En la década del ’60, del siglo XX, Irak comenzó a desarrollar su programa nuclear y a comienzos de la década siguiente inició tratativas con los gobiernos de Francia y de Italia para adquirir un reactor y uranio enriquecido.

Luego de que Francia no aceptara venderle un reactor productor de plutonio con reflectores de gas grafito y que Italia hiciera lo propio respecto a venderles un reactor Cirene; los iraquíes intentaron y lograron convencer a Francia de que les venda un reactor de investigación nuclear de la Clase Osiris que incluía un reactor nuclear de menor tamaño de la Clase Isis, la venta de 72 kilogramos de uranio enriquecido al 93% y la formación del personal para su utilización.

Firmado el acuerdo en noviembre de 1975 y la construcción de las instalaciones para su montaje se iniciaron en el año 1979, en el Centro Nuclear de Al Tuwaitha, situado 17 kilómetros al sureste de Bagdad. Mientras que los franceses denominaron al reactor principal Osirak (uniendo el nombre del reactor, Osiris, con el nombre del país), Irak lo llamó Tammuz II, el nombre del mes del calendario sumerio en que el partido Árabe Socialista Baaz llegó al poder 1968.

Si bien el acuerdo firmado entre Francia e Irak establecía que el reactor sería utilizado para fines pacíficos, como la investigación de la energía nuclear; en el Estado de Israel se temía que le permitiera a Irak construir bombas nucleares, algo que también en su momento consideraron posibles los gobernantes de la República Islámica de Irán, país que a poco de iniciado el conflicto bélico con el régimen irakí (1980-1988) intentó destruir las instalaciones de Al Tuwaitha mediante un ataque aéreo el 30 de septiembre de 1980, que causo solo daños menores al lugar.

En Israel, Tzahal (las fuerzas de Defensa de Israel) desde el mismo momento en que se firmó el acuerdo entre Francia e Irak comenzó a estudiar la planificación de destruirlo, con la anuencia de quien era el primer ministro, Itzak Rabin, tarea que se continuó llevando a cabo a partir de que asumió ese cargo Beguin, a mediados de 1977, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Moshé Dayan iniciaba gestiones diplomáticas para impedir que el acuerdo se concretara, las que resultaron infructuosas pues tanto los gobiernos franceses presididos por de Valéry Giscard d’Estaing primero y François Mitterrand, después afirmaban que el acuerdo excluía explícitamente su uso militar.

Cuando los expertos israelíes informaron a su gobierno que el reactor estaría dentro del año siguiente en condiciones de producir material nuclear que podía ser utilizado militarmente, Beguin planteo a los ministros del gobierno la posibilidad de destruirlo mediante una operación militar, lo que ampliamente debatido, pues varios ministros no estaban convencidos de que era conveniente llevarla a cabo, si bien finalmente por una estrecha mayoría se decidió ordenar la realización de la “Operación Opera”, en octubre de 1980, como medida preventiva.

Como la distancia a recorrer, 1.600 kilómetros, atravesando los espacios aéreos de Jordania y Arabia Saudita, era imposible que los aviones que efectuarán el operativo pudieran reabastecerse en vuelo, la Fuerza Aérea israelí le adosó tanques de combustible suplementarios a la naves que participarían en el operativo, que integrado por dos escuadrones: el destinado al bombardeo de las instalaciones, 8 aviones F-16 Netz, cada uno de ellos cargados con dos bombas Mark 84; y otro destinado al apoyo de los bombardeos, 6 F-15 Baz.

Uno de los pilotos de los F-16 Netz fue el coronel Ilan Ramon, que años después fue el primer astronauta israelí, que falleció al explotar la nave espacial minutos antes de su aterrizaje, el 1 de febrero de 2003.

La “Operación Opera” se llevó a cabo el 7 de junio de 1981, iniciándose a las 15.55 hora israelí, y a las 18.35 iniciaron el ataque, que duró menos de 2 minutos, habiendo por lo menos 8 de las 16 bombas lanzadas impactado en la cúpula de recubrimiento del reactor; regresando a continuación a sus bases sin sufrir daño alguno.

El ataque, además de la casi total destrucción de las instalaciones del Centro Nuclear de Al Tuwaitha causó la muerte de 10 soldados iraquíes y un científico francés afectado a las tareas que allí se llevaban a cabo.

La reacción internacional fue sumamente crítica al ataque “preventivo” israelí y las Naciones Unidas, mediante la Resolución 487 del Consejo de Seguridad condenó enérgicamente el ataque, alegando que era una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas de conducta internacional, e instó a Israel a abstenerse de tales ataques en el futuro; lo que fue ratificado por la Resolución N º 36/27 de la Asamblea General de la ONU, del 13 de noviembre de 1981 que además lo considero un acto de agresión premeditado y sin precedentes.

En Israel la situación fluctuó entre un antes y un después, pues previo al ataque eran varios los políticos que temían que lo que se denominaba “ataque preventivo” al reactor irakí perjudicara el reciente tratado de paz que se había firmado con Egipto, además de considerar que la condena internacional sería muy fuerte. Luego del 7 de junio de 1981, muchos fueron los que cambiaron de opinión, si bien quién era el líder de la oposición al gobierno de Beguin, Shimón Peres, que había sido contrario a la operación mantuvo su parecer.

También se acusó a Beguin de haber ordenado la ejecución de la “Operación Opera” tres semanas antes de las elecciones que debían elegir a los integrantes de la próxima Kneset, el 30 de junio de 1981, con la finalidad de revertir el resultado que indicaban las encuestas, que el Likud, su partido, perdería la elección y Shimón Peres sería el próximo primer ministro.

Si bien esto ocurrió y el Likud se impuso en la elección por muy escaso margen, y Beguin fue nuevamente designado primer ministro el motivo que lo llevó a ordenar que el ataque se efectuar el 7 de junio nunca lo explicó. Pero conociendo todo su accionar en pos de la seguridad del ishuv palestino antes de Iom Haatzmaut y del Estado de Israel desde su establecimiento, no sería inoportuno pensar que conociendo el resultado electoral que anticipaban las encuestas y que Shimón Peres era contrario al “ataque preventivo”, decidió que se llevará a cabo pues lo consideraba necesario no sólo para la seguridad del estado judío y sino del mundo todo.

Decimos esto, pues luego de la Primera Guerra del Golfo no fueron pocos los analistas internacionales, y también algunos líderes occidentales, que sostuvieron que muy distinta hubiera sido esa contienda bélica si Sadan Husein hubiera contado con un desarrollo nuclear que le hubiera permitido enfrentar a las fuerzas aliadas que lo atacaban, utilizando bombas con cargas atómicas.

Seguir leyendo
Banner para AJN 300×250

Más leídas

WhatsApp Suscribite al Whatsapp!