Agencia AJN.- En seminarios extremistas impartidos por jefes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), se pidió a los estudiantes del Reino Unido que luchen en una «guerra apocalíptica» contra los judíos.

Tras los encuentros, se acusó a una organización estudiantil con sede en Londres de acoger a altos mandos del grupo paramilitar del régimen, que vertieron antisemitismo y propaganda fundamentalista.

La Asociación de Estudiantes Islámicos de Gran Bretaña (AEIGB), que tiene su sede en Hammersmith y se cree que está presente en campus de todo el Reino Unido, fue la encargada de organizar las polémicas charlas.

Los seminarios virtuales, que se hicieron públicos gracias al trabajo de The Jewish Chronicle, fueron transmitidos desde Irán y vistos por decenas de miles de personas entre septiembre de 2020 y enero de 2022.

En una de las charlas, Saeed Ghasemi, antiguo comandante del IRGC, expresó a los estudiantes que el Holocausto era «falso» y los instó a unirse a «la hermosa lista de soldados» que lucharían y matarían a judíos.

Durante el streaming, visto más de 25.000 veces, Ghasemi hizo un llamamiento a «una guerra apocalíptica» entre el régimen iraní y sus adversarios. Ghasemi también es conocido por haber hablado anteriormente de su trabajo con Al Qaeda.

Otro comandante invitado a participar en los seminarios, Hossein Yekta, afirmó anteriormente que los judíos habían «creado la homosexualidad» y que la «era de los judíos» pronto llegaría a su fin.

Yekta, que participó en un debate virtual con el presidente de la AEIGB, Mohammad Hussain Ataee, señaló que los estudiantes deberían verse a sí mismos como «guerreros santos» y estar preparados para luchar en la guerra apocalíptica que se avecina.

Ezzatollah Zarghami, general de la IRGC, ministro de Turismo iraní y sancionado por el gobierno británico, fue otro de los oradores invitados por la organización.

La AEIGB negó organizar actos «físicos» o tener vínculos con el IRGC, que según más de 125 parlamentarios británicos debería ser proscrito como organización terrorista.

Sin embargo, The Times UK obtuvo carteles promocionando los seminarios, así como imágenes de las propias charlas, ambas con la insignia de la AEIGB. Algunos seminarios, incluso, todavía están disponibles en la página web de la AEIGB.

Las revelaciones provocaron llamamientos de activistas y políticos judíos para que el gobierno investigue el centro y proscriba al IRGC.

Kasra Aarabi, experto en Irán que descubrió las grabaciones de los seminarios, aseguró que sirven como prueba de que una «entidad con sede en Londres se comunicó con los más altos órganos de seguridad-inteligencia de la IRGC» para acoger a individuos «que se encuentran entre las figuras más altas, violentas y extremistas» del régimen iraní.

«Comandantes de la IRGC están hablando con estudiantes musulmanes a través de la AEIGB, cuando la IRGC está tratando abiertamente de alimentar la radicalización islamista y el terrorismo en Occidente», explicó Aarabi a The Times.

Por otro lado, Alicia Kearns, la presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores de los Comunes, advirtió que la AEIGB «actúa, en el mejor de los casos, como un brazo propagandístico voluntario del régimen iraní y, en el peor, como un agitador del terrorismo patrocinado por el Estado».

En su opinión, la difusión de las «ideas yihadistas y profundamente antisemitas de altos cargos de la IRGC a estudiantes de toda Gran Bretaña es un descarado acto de radicalización».

El presidente de la Unión de Estudiantes Judíos del Reino Unido, Edward Isaacs, lamentó la situación: «Estamos profundamente preocupados por el bienestar de los estudiantes judíos. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir. Buscaremos reuniones urgentes en nombre de los estudiantes judíos con altos dirigentes universitarios y con el gobierno para garantizar que los estudiantes judíos puedan estar seguros en el campus».

El Ministerio de Asuntos Exteriores británico sancionó al IRGC e impuso otras sanciones a cinco de sus financiadores. A pesar de esto y de la creciente presión política, aún no proscribió a la organización en virtud de la Ley de Terrorismo de 2000, debido a la preocupación por mantener abiertos los canales de comunicación con Irán.

El MI5, por su parte, acusó a Irán de planear el asesinato o secuestro de residentes británicos en al menos diez ocasiones el año pasado. En enero, el régimen ejecutó a un ciudadano británico-iraní acusado de espionaje.

Cientos de periodistas, activistas políticos y personas que se manifiestan contra Irán desde Gran Bretaña recibieron cartas de la policía antiterrorista en los últimos meses, en las que se les informa del peligro y de que pueden ser atraídos de vuelta a Irán y condenados a muerte.

El Centro Islámico de Inglaterra, presunto puesto avanzado del IRGC en Londres, fue clausurado recientemente en medio de una investigación de la comisión de beneficencia.

Al parecer, la Asociación de Estudiantes Islámicos de Gran Bretaña opera bajo una organización paraguas, la Unión de Asociaciones de Estudiantes Islámicos de Europa.