Seguinos en las redes

Israel

Trajtenberg sobre la crisis política en Israel: «Si seguimos así, habrá un deterioro económico significativo»

Agencia AJN.- El economista israelí de origen argentino sobre la ofensiva de la revolución: preocupado por el serio daño y la pérdida de sentimiento que hasta ahora llevó a ciudadanos a sacrificarse por el bien del colectivo. Como titular del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, está convencido de que la política de Smotrich provocará el fin de Israel. Encuentra consuelo en la protesta: «No tiene precedente en la historia moderna».

Publicada

el

Trajtenberg

Agencia AJN.- «El Estado de Israel es un milagro. Merece toda la admiración. Pero este milagro se basa en la existencia de un sentimiento, que es en realidad una gran identificación con el colectivo; una predisposición, por esa identificación, a entregarte mucho más. Devoción. Es blando; poder blando». Así explica el profesor Manuel Trajtenberg la amenaza que entraña la promoción de la revolución contra el régimen y al mismo tiempo la creación de una división en el pueblo. Trajtenberg es uno de los economistas más importantes de Israel, pero más allá de su formación académica, en las últimas décadas se ha familiarizado íntimamente con casi todos los frentes económicos del país. Se desempeñó como jefe de la Comisión de Planificación y Presupuesto, estableció el Consejo Nacional para la Economía y lo presidió, y el cargo más reconocido de todos, presidió la Comisión Trajtenberg que puso fin a la protesta social que estalló en el año 2011.

Trajtenberg cree que el sentimiento sionista -no hay otra manera de llamarlo- es un componente crítico del éxito israelí, y está en peligro; lo demuestra claramente en el caso de la alta tecnología. «Aquí hay un recurso natural que es el talento. Viene dinero del exterior, un fondo de capital de riesgo, mira el talento y el entorno hostil y decide que hay algo de belleza que hay que fomentar e ‘inyecta’ el dinero. Hay un brote y ‘puf’ se vende afuera a alguien que tiene la sensación de que lo vale. El mismo talento, que es completamente móvil… El sentimiento lo mantiene aquí la mayor parte del tiempo. Tan pronto como le hacés un ‘fuuu’ a ese sentimiento, los inversores no están seguros de su inversión y el talento decide que tal vez no quiere quedarse y ‘puf’ ese negocio puede disiparse en un instante«.

No sorprende que Trajtenberg crea que ese sentimiento de gran identificación con el colectivo también se relaciona con la predisposición a prestar servicio y arriesgar la vida por el país e influye en la seguridad nacional. «La cuestión de ser piloto, dejar a la familia e ir a la base una vez a la semana sin una orden ni nada es un sentimiento, define a los pilotos. De repente, el piloto se encuentra en un terrible dilema: por un lado, no puede continuar; por otro lado, es su identidad. Le hacemos ‘fuuu’ a ese sentimiento y te quedás sin el brazo más fuerte de la Fuerza de Defensa de Israel. Ese brazo se basa en el sentimiento. ¿Los F-35? Perdoname, eso no es. La cuestión de la llamada ‘insubordinación’. No hay mayor injusticia, especialmente para los pilotos. Es difícil describir las tribulaciones espirituales. Lo mismo con otras unidades.»

En los últimos dos años y medio, Trajtenberg lidera el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS). El cargo le permite ocuparse en términos generales de los componentes del poderío nacional de Israel, que suele dividir en tres: fuerza militar, fuerza política y fuerza social. La combinación entre el economista y el hombre de la seguridad ya es evidente en su oficina: detrás de su silla está colgada con orgullo la famosa imagen de los paracaidistas en el Muro (Occidental) en 1967 y en el pizarrón de la sala están dibujados gráficos bien conocidos por los economistas.

La cantidad de cargos que ocupó, incluido su rol político como miembro de la Knesset, influyó en sus expresiones y cosmovisión. Casi no hay asunto central relacionado con Israel que Trajtenberg no haya abordado en profundidad, desde la educación preescolar hasta la amenaza iraní, pasando por los estudios académicos sobre la segregación y el análisis de los factores del poderío social de Israel. Pero lo que predominó a lo largo de la conversación fue su sionismo sin complejos, un sionismo que tiene sus raíces en su infancia en la Argentina, o como él lo describe: «Soy argentino, pero no soy hincha de ningún equipo de fútbol, así que tuve que encontrar un equipo al que alentar: es el Estado de Israel».

Pero a medida que avanza la conversación, se revela que ese «sentimiento sionista» juega un papel central en su cosmovisión económica y de seguridad. A su manera característica, Trajtenberg muestra el sistema económico a través de un hecho anecdótico: «Este país es un milagro en desarrollo. Este milagro se basa en la identificación. George Shultz, que fue secretario del Tesoro y de Estado de los Estados Unidos; una persona asombrosa, realmente pro israelí, siempre contaba la misma historia: era decano de Administración de empresas en la Universidad de Chicago y tenía un destacado alumno israelí. Entonces estalla una guerra en Israel, el estudiante se dirige a Schultz y le dice: «Tomo un avión y vuelvo».

El estudiante regresó a Israel y cayó al día siguiente. Cada vez que lo contaba, tenía lágrimas en los ojos. Shultz jugó un papel muy importante en los acuerdos de armas entre Estados Unidos e Israel. ¿En base a qué? En base a ese joven que hizo lo que hizo, con ese mismo sentimiento». Y para Trajtenberg, este es el gran daño de la división social en la que nos encontramos. «Hoy estamos dañando ese sentimiento, eso es lo que hay que entender. Por lo tanto, el daño no son las empresas calificadoras y la devaluación frente al dólar, sino que ya no habrá estudiante que haga lo que haga frente al próximo George Shultz. Esas personas son el milagro del Estado de Israel».

– ¿Cómo afectará en la práctica nuestro nivel de vida esta caída del sentimiento?

– Hay dos tipos de crisis económicas. Una es la financiera, que es de un día para el otro, digamos el colapso de SVB, que si los gobiernos no hubieran actuado entonces, estaríamos de regreso en 2008, con Lehman Brothers y todo colapsado, una crisis mundial. El segundo tipo no es así. En la superficie parece que no pasa nada, pero hay un proceso gradual que tiene una pendiente negativa en todos los aspectos relevantes. Menos capital porque hay menos inversiones, debido a lo que describí antes. Menos capital humano, por lo mismo. Estas cosas no se reflejan inmediatamente en ninguno de los parámetros macroeconómicos. Quizás un poco en el tipo de cambio, porque la gente tiene miedo. Y entonces, de repente, la pendiente se vuelve pronunciada, hay una masa crítica de fenómenos, el crecimiento económico disminuye y el Estado de Israel, en lugar de un crecimiento anual del 3,5% pasa a un crecimiento anual del 1,5%, y en Israel hay un crecimiento poblacional del 2% anual, por lo que hay una disminución del PBI per cápita. Actualmente estamos en una inclinación no muy empinada, pero en una pendiente negativa. Si seguimos así, entonces está grabado en la piedra que habrá un deterioro más importante.

– Pero tal vez la división y la grieta no son tan profundas. Después de todo, casi no hay muestras de violencia en la sociedad.

«La fuerza de la división no se mide por la cantidad de muertos en las manifestaciones, sino por el sentimiento y el grado de participación de los ciudadanos». Y aquí Trajtenberg hace un cálculo rápido, pero convincente sobre la fuerza de la protesta. «En total, participaron en las protestas 7 millones, según la Policía, y 11 millones según los organizadores de las protestas. Tomemos 10 millones porque es un número fácil para calcular. Supongamos que en promedio cada uno participó cinco veces, entonces eso nos dice que tenemos 2 millones de ciudadanos que participaron en las protestas.»

«Si suponemos que, en promedio, cada uno participó diez veces, entonces es un millón. ¿De cuántos? El denominador relevante son los adultos que no son ortodoxos ni árabes, ¿cuántos de ellos hay? Entre… Entre 4 y 5 millones. 2 millones de 5 millones es una locura. No hay precedente de eso en la historia moderna. Esa es la historia aquí. El alcance, la insistencia y la cantidad de tiempo que lleva. El compromiso es enorme. ¿En qué parte del mundo tenés 2 millones de personas que están dispuestas a hacer esto cuando el lema es ‘democracia’?»

– Se entusiasma con el lema ‘democracia’, pero los partidarios del gobierno dirán que los manifestantes se niegan a aceptar la decisión de las elecciones democráticas…

– Se puede decir todo tipo de cosas, pero aquí hay un verdadero debate sobre el significado de la democracia. Yariv Levin es un verdadero ideólogo. Su interpretación de la democracia es el gobierno de la mayoría sin limitaciones significativas.

– Lo que en los libros de Cívica se llama «la tiranía de la mayoría».

– Sí, trato de contenerme a su favor. Amsalem, en cambio, cree en la tiranía de la mayoría. Es lo que dice. Levin piensa que en el Estado de Israel la capacidad de gobernar es limitada y que se deben eliminar esas limitaciones tanto como sea posible. Hay otros, como yo, que crecieron leyendo a los filósofos del positivismo inglés acerca de que el gran temor es la tiranía de la mayoría. Hay dos autoridades en el Estado de Israel: la Corte y el Gobierno. Estuve en la Knesset y me sorprendió que realmente no hubiera diferencia entre el Gobierno y la Knesset debido a la disciplina coalicionaria. Y entonces viene Yariv Levin y quiere debilitar a la segunda autoridad, la Corte. Esa es la historia.

«Esto nos está carcomiendo desde adentro»

El Instituto de Estudios de Seguridad Nacional está acostumbrado a ocuparse de los ámbitos de seguridad rutinarios: las amenazas del exterior. En el informe publicado por el instituto a principios de año se afirma claramente, y no es sorprendente, que el mayor peligro para la existencia del país es la amenaza iraní. Sin embargo, ya entonces Trajtenberg, titular del instituto, escribió que tras la formación del gobierno surgen «inquietantes signos de interrogación sobre la capacidad misma de preservar los fundamentos del régimen democrático, la independencia del sistema judicial y el imperio de la ley, los equilibrios en el área de religión y Estado, así como los derechos del individuo.»

– A principios de año escribió que la primera amenaza en ascenso para Israel es Irán. ¿Qué respuesta daría hoy a esa pregunta?

– La amenaza interna. Sobre eso casi hay un consenso de pared a pared. Puede preguntarse qué se entiende por «amenaza interna» si Irán pronto tendrá capacidad atómica. Pero sabemos cómo lidiar con las amenazas externas: toda la energía nacional se dirige a ese enfrentamiento. Pero la grieta, que es en realidad el enemigo, la crisis misma, es algo de lo que no tenemos precedente histórico, excepto un precedente muy, muy grave de hace dos mil años. La segunda cosa significativa es que este enemigo interno daña tu capacidad para lidiar con amenazas externas. Nos está carcomiendo desde adentro.

– Cuando se habla de la división social a veces hay una sensación de ocultamiento. ¿Acaso el problema está en la legislación que impulsa la coalición o en la división social creada a raíz del cambio de gobierno, la reforma y las protestas?

– Quiero ser muy cuidadoso. No es un secreto que me opongo a una reforma que cambia acuerdos sobre el régimen sin un amplio consentimiento. No cambiás las reglas del juego con un movimiento de la mano, sino solo con un proceso ordenado que requiere un amplio consentimiento. Y por eso estoy en contra de esta reforma sin tener que leer lo que contiene, por la forma en que se hace. Algo así es imperdonable. Es imperdonable que agregues un artículo a una ley básica por cuánto café podés poner en una taza y digas que es una ley básica y no se puede tocar. Es un desprecio por las reglas del juego.

– Hay un animado debate sobre la ley de reclutamiento: los economistas del Tesoro siguen apoyando la reducción de la edad de exención para fomentar el empleo, mientras que al ciudadano medio le cuesta aceptar esta injusticia. ¿Cuál es su opinión, como economista y experto en seguridad, sobre esta cuestión?

Ahora Trajtenberg ya está furioso: «Miren lo que casi pasó… Dijeron lo siguiente: ‘Vamos a bajar la edad de exención para los ortodoxos’, y para silenciar el reclamo en contra, dijeron: ‘Vamos a aumentar mucho el salario de los soldados’. Esto significa algo terrible: por los ortodoxos hacés lo que hacés por un estándar moral. Respetás el estudio de la Torá y querés permitirlo, y a todos los demás los golpeás, pero les pagás. Esto es terriblemente indignante. ¿Yo no tengo valores? ¿Mi familia no tiene valores? ¿Me están comprando con dinero?».

– ¿Qué debe hacerse?

– El Estado necesita tener varios carriles de servicio que se adapten a las necesidades del Estado y a los deseos de los reclutas. Hay varias propuestas de este tipo sobre la mesa. Aquello por lo que realmente se lucha es por la autoridad del Estado, es para que se les aplique la ley.

– Mencionó a la población ortodoxa y mencionó el inusual crecimiento demográfico en Israel, el más alto de Occidente, ¿cuáles son las implicaciones de esto desde un punto de vista económico?

– Es muy peligroso que sigamos creciendo a un ritmo del 2% anual. Ningún país controla la tasa de crecimiento, ni siquiera China, pero es posible «señalar» hacia dónde se dirige el país. Por ejemplo, los subsidios por hijos. El primer hijo cuesta mucho más que el segundo hijo. Para el primer hijo necesitás todo nuevo, no hay nada en la casa. Por el primer hijo el costo es alto, por el segundo hijo el costo disminuye. Entonces, hay que hacer lo mismo con los subsidios: el primer hijo, una asignación alta; el segundo hijo, menos; y al tercero, no. Un tercer hijo es un lujo. ¿Querés un tercer hijo? Tenelo. Yo, como Estado, ¿necesito subsidiado? No es solo el subsidio, es la subvención por nacimiento, es el costo del hospital.

La conversación con Trajtenberg giró hacia cierta etapa de su infancia en la Argentina que se caracterizó por importante carencia económica: «Siempre distingo entre pobreza y dificultad económica. La pobreza es una situación cultural. La dificultad económica es una situación material. Dejar de ser pobre requiere un cambio de percepción», afirma.

– ¿Eso significa que puede haber una situación de pobreza desprovista de dificultad económica?

– Vamos a equipararlo con la seguridad nacional. La seguridad nacional se sostiene sobre tres patas: una es la mera fuerza militar, la segunda pata es la fuerza política y la tercera pata es la fuerza social, que está basada -entre otras cosas- en la economía, etc. Si un país débil fuese como la pobreza, entonces podría ser que tuviese un poder militar fuerte, pero fuese débil en general.

– Si llevamos lo que dice a la política, entonces medidas como los cupones de comida de Deri nunca lograrán resolver el problema de la pobreza…

– Claro que no. En la visión económica clásica, si querés apoyar a un determinado grupo de la población, entonces existe el famoso eslogan «Subsidio para el necesitado y no para la necesidad». Una política como el impuesto a la renta negativa, que promoví, que también fomenta el trabajo. Por otro lado, existe un enfoque paternalista que dice que el Estado está obligado a satisfacer las necesidades básicas universales, los memes de Jabotinsky… Para mí, el deber del Estado es garantizar que exista una verdadera igualdad de oportunidades. En el Estado de Israel no hay. Cuando se dice «pobreza en el Estado de Israel» es una cuestión de contabilidad. Algunas familias, por debajo de la mitad del ingreso medio, una cantidad de personas en el Seguro Nacional. Hay un ritual de que en todos los canales se ve una heladera vacía. Eso me indigna desde todo punto de vista: es un desprecio por el fenómeno en sí y por lo que hay detrás de él. Cuando pensás en el rol del Estado, lo último es repartir cupones de comida.

«El populismo es enemigo de la política pública»

A pesar de su dura crítica a las medidas del gobierno, Trajtenberg cree que los problemas económicos que estamos viendo no comenzaron el año pasado: «Una parte considerable de lo que está sucediendo hoy es consecuencia de un descuido de las cuestiones centrales que afectan a la economía , la sociedad y la política en Israel. El enfoque fue ‘patear la latita calle abajo’. Esto es cierto para los ortodoxos, es cierto para la sociedad árabe, es cierto para Gaza en el aspecto de seguridad, es obviamente cierto para lo que está sucediendo en Judea y Samaria… Una actitud de posponer no solo decisiones, sino también un involucramiento serio, y en cambio, manejar la situación».

– Rabin lo llamó la política del «saldrá bien».

– Exactamente así. Lo convertimos en el «modus operandi» del Estado. El problema es que nada es estático y estos problemas y cuestiones no hacen más que empeorar…

– La pregunta es si los pospusimos o se trata de problemas que realmente no tienen solución. Digamos la crisis de vivienda: aquí hay un rápido crecimiento poblacional y un recurso de tierras limitado…

– Hay un título para este tipo de problemas: se llaman «wicked problems», problemas maliciosos. Son problemas muy complejos y, por lo tanto, aparentemente no tienen solución. Debido a que se considera que son de esos que no tienen solución, entonces renunciás de antemano a un enfrentamiento frontal con el problema y te contentás con el manejo del asunto. Es como un dolor crónico: le das analgésicos y eso crea dependencia y, luego, adicción. El populismo elimina la disciplina llamada política pública. Lo que hace el populismo es que si hay algún problema -digamos, delito-, entonces el castigo debería ser peor. Elimina de un solo golpe un proceso de pensamiento, estudios, nexo causal… En la realidad es al contrario: el castigo no ayuda contra el delito. Pero desde el punto de vista del populismo suena bien, entonces se convierte en política. Es simplemente insano. Crean una especie de realidad alternativa.

– Uno de los ámbitos que demuestran el tema del populismo es la política del gobierno respecto a los territorios de Judea y Samaria. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha estado trabajando recientemente para secar a la Autoridad Palestina desde una perspectiva presupuestaria. ¿Cuál es el riesgo de tales medidas? ¿Cree usted hoy que la AP es un organismo relevante?

– Eso no está en el ámbito de la creencia, sino en el ámbito de los hechos: la falta de una Autoridad Palestina es una catástrofe israelí y no palestina. Si mañana por la mañana hacés desaparecer la AP, entonces el Estado de Israel estará en un grave problema debido a que tenés que gestionar el alcantarillado y la cartuchera de los niños de una escuela de Ramallah. Ese es el significado del colapso de la AP. Es un lastre enorme, que dañará al Estado de Israel en todos los contextos. No es una cuestión de derecha e izquierda. Y si querés continuar con los Acuerdos de Abraham, la normalización con Arabia Saudita y desarrollos regionales positivos que te ayudarán en el enfrentamiento con Irán, que es el gran enemigo, entonces por supuesto que no podés ir en tal dirección.

– ¿Hay un horizonte político? ¿No vamos en dirección a un solo Estado y a la implementación del programa de decisión de Smotrich?

– El programa de Smotrich es, en realidad, una estupidez… No es una estupidez, es serio y es el fin del Estado de Israel.

– ¿Un Estado para dos pueblos es el fin del Estado de Israel?

– ¿Para qué inmigré a Israel? Para vivir en el Estado de los judíos. Aquí se estableció el Estado de Israel, el Estado del pueblo judío. Es la condición más básica que hay, es el colectivo del que estaba hablando.

– Mencionó los Acuerdos de Abraham… Tal vez esos acuerdos nos mostraron que la izquierda sionista estuvo equivocada todos estos años: es posible hacer acuerdos con la región incluso sin resolver el conflicto palestino.

– ¿A quién le importan? Me preocupo por mí… La necesidad de separación de los palestinos es una necesidad mía, no por simpatía por alguien más, no por embellecimiento o lo que sea. Soy un tipo extraño: todas las semanas leo la parashá (sección semanal de la Torá) de la semana, me nutro de eso. La base de valores morales que hay allí no es Smotrich. Es simplemente una perversión de esos conceptos básicos. No estoy dispuesto a que ese sueño sea contaminado con esa cosa.

– ¿Tiene esperanza de salir de esta situación?

– Absolutamente. Al final, es tan elemental… Cuando hay diferencias de opinión tan profundas en un régimen democrático, se hacen elecciones. Tenés diferencias de opinión de gran intensidad que no reflejan el punto de partida porque en el punto de partida esto no estaba sobre la mesa con tal intensidad. Que Yariv Levin tenga el honor de poner esto sobre la mesa para que se tome una decisión. En esta situación, el único camino para salir de ella en un régimen democrático son elecciones. Como consecuencia de las elecciones, a lo que personalmente aspiro es a un gobierno de reconciliación nacional: Peres-Shamir ’84.

– ¿Netanyahu puede ser parte de algo así? Usted lo conoce…

– No lo sé. Con Peres y Shamir la rotación tuvo lugar. La rotación no se puede legislar, es una cuestión de confianza. El gran pecado de Netanyahu es que erosionó la confianza y su credibilidad. Esto es lo más grave.

– ¿Se ve volviendo a un cargo público con otro gobierno?

– Siempre dije, cuando comencé mi actividad pública, que no estoy comprometido con un lugar, sino con misiones. Donde pueda contribuir con las misiones nacionales que tenemos por delante, allí estaré. No tengo aspiración política alguna, pero si alguien me llama a la bandera, y eso es apropiado para mí, para mis calificaciones, apostalo.

Dejá tu comentario

Israel

Las IDF atacan objetivos de Hezbolá tras una oleada de ataques contra el norte de Israel

Publicado

el

Por

AP23344340528488-640×400

Agencia AJN.- Las IDF afirman que tanques y un avión de combate atacaron varios emplazamientos más de Hezbolá en el sur del Líbano en respuesta a los repetidos ataques del grupo terrorista contra el norte de Israel.

Añade que, por separado, un helicóptero de ataque alcanzó a un escuadrón de misiles antitanque que se preparaba para llevar a cabo un ataque cerca de la comunidad septentrional de Yiftah.

También se dispararon varios cohetes desde el Líbano contra zonas fronterizas en las últimas horas. Las IDF dicen que están respondiendo con bombardeos de artillería a las fuentes de los disparos.

En otro incidente, las IDF dicen haber bombardeado una zona del sur del Líbano cercana a la comunidad de Menara, en el norte de Israel, tras detectar movimientos sospechosos.

Seguir leyendo

Israel

Netanyahu reprende a Putin por su postura ante la guerra de Gaza y sus crecientes vínculos con Irán

Publicado

el

Por

AP_19255636688943-640×400

Agencia AJN.- El primer ministro Benjamin Netanyahu habló con el líder ruso Vladimir Putin durante casi una hora el domingo, criticando la alianza de Moscú con Irán y expresando su descontento con su postura sobre la guerra de Israel contra Hamás.

Netanyahu se ausentó de la reunión semanal del gabinete de su gobierno para hablar por teléfono durante unos 50 minutos, según informó su oficina. Se trata de la primera conversación entre ambos líderes desde mediados de octubre, en un contexto de rápido enfriamiento de los lazos entre Jerusalem y Moscú.

Desde que estalló la guerra el 7 de octubre, Rusia ha criticado con regularidad a Israel, incluso en el Consejo de Seguridad de la ONU, y al mismo tiempo ha acogido a dirigentes del grupo terrorista Hamás, en un hecho que se considera una prolongación de sus lazos cada vez más amistosos con Irán.

«El primer ministro expresó su molestia por las posturas antiisraelíes de los representantes rusos en las Naciones Unidas y otros foros», dijo la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.

Añadió que Netanyahu «expresó duras críticas sobre la peligrosa cooperación entre Rusia e Irán.»

Moscú acogió a finales de octubre a una delegación de Hamás para celebrar reuniones en las que funcionarios del Kremlin expresaron su apoyo a sus posiciones, lo que tensó aún más unos lazos ya desgastados entre Israel y Rusia, que ha criticado regularmente la ofensiva israelí contra Gaza.

Rusia también ha fomentado una relación más estrecha con Irán, que se ha convertido en un aliado clave mientras Moscú busca apoyo para su invasión de Ucrania. Israel sólo había ofrecido un apoyo relativamente modesto a Kiev en un intento de salvaguardar su relación con Rusia, pero los otrora estrechos aliados se han distanciado.

Israel lanzó su ofensiva en Gaza para derrocar a Hamás tras la devastadora embestida del grupo terrorista del 7 de octubre, en la que los terroristas de Hamás invadieron las comunidades fronterizas israelíes y masacraron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a otras 240 personas.

Putin ha criticado repetidamente la campaña militar, ha pedido ayuda para Gaza y ha instado a un alto el fuego con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que no menciona a Hamás. Moscú ha respaldado el derecho de Israel a defenderse, pero ha criticado a Israel por emplear «métodos crueles» en su campaña contra el grupo terrorista.

Durante la llamada del domingo, Netanyahu expresó su «aprecio» por los esfuerzos de Moscú para liberar a Roni Krivoi, un ciudadano ruso-israelí con doble nacionalidad que había sido tomado como rehén y que fue liberado como gesto hacia Putin a finales del mes pasado, dijo la PMO.

También instó a Putin a presionar a la Cruz Roja, a la que Israel ha acusado de hacer pocos esfuerzos para intentar acceder a los rehenes, lo que forma parte de su mandato.

Según la agencia estatal de noticias TASS, Putin dijo a Netanyahu que Moscú rechaza el terrorismo, pero no puede apoyar la «terrible» situación de los civiles de Gaza.

La conversación se centró en «la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza», y Putin dijo que la respuesta militar de Israel a la embestida terrorista de Hamás no puede llevar «a consecuencias tan nefastas para la población civil», según un comunicado del Kremlin recogido por la agencia.

El comunicado ruso afirmaba que Moscú está «dispuesto a proporcionar toda la ayuda posible para aliviar el sufrimiento de los civiles y reducir la intensidad del conflicto» y que tanto Rusia como Israel quieren seguir «cooperando» tanto en la evacuación de rusos de Gaza como en la liberación de rehenes israelíes retenidos en Gaza.

El jueves, Putin se reunió con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, elogiando el apoyo de Teherán al esfuerzo bélico de Moscú en Ucrania y manteniendo conversaciones sobre la guerra entre Israel y Hamás.

«Es muy importante para nosotros intercambiar puntos de vista sobre la situación en la región, especialmente con respecto a la situación en Palestina», dijo Putin.

Los medios de comunicación estatales rusos afirmaron que 100 ciudadanos rusos fueron evacuados de Gaza y repatriados el domingo. Más de 1.050 rusos han sido repatriados desde Gaza desde que comenzó la guerra, según TASS.

Seguir leyendo

Más leídas

WhatsApp Suscribite al Whatsapp!