Agencia AJN.- Una masiva andanada de ataques rusos afectó a infraestructuras críticas en Kiev, Járkiv y otras ciudades, en aparente represalia por lo que Moscú alegó que era un ataque ucraniano a su Flota del Mar Negro durante el fin de semana.

A primera hora de la mañana se escucharon fuertes explosiones en toda la capital ucraniana mientras los residentes se preparaban para ir a trabajar. Algunos de ellos recibieron mensajes de texto de los servicios de emergencia sobre la amenaza de un ataque con misiles, y las sirenas antiaéreas sonaron durante tres horas seguidas.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, declaró que amplias zonas de la ciudad se quedaron sin suministro eléctrico y de agua. Las autoridades locales estaban trabajando para restaurar una instalación de energía dañada que suministra electricidad a 350.000 apartamentos de la capital, dijo.

En la región periférica, las autoridades advirtieron a la población de que se preparara para un largo apagón debido a los cortes de emergencia. El gobernador de la región de Kiev, Oleksii Kuleba, dijo también que una persona resultó herida y varias casas sufrieron daños como consecuencia del ataque de esta mañana.

En Kharkiv, dos ataques afectaron a instalaciones de infraestructuras críticas, según las autoridades, y el metro dejó de funcionar. Las autoridades también advirtieron de posibles cortes de electricidad en la ciudad de Zaporizhzhia como consecuencia de los ataques.

En la región de Cherkasy, al sureste de Kiev, también fueron alcanzados objetos de infraestructura crítica y se registraron explosiones en otras regiones de Ucrania. En la región de Kirovohrad, en el centro de Ucrania, fue alcanzada la instalación energética, según las autoridades locales. En Vinnytsia, un misil derribado cayó sobre edificios civiles, causando daños pero sin víctimas, según el gobernador regional Serhii Borzov.

Algunas partes de los ferrocarriles ucranianos también se quedaron sin electricidad, según informaron los Ferrocarriles Ucranianos.

El ataque se produce dos días después de que Rusia acusara a Ucrania de un ataque con drones contra la flota rusa del Mar Negro frente a la costa de la anexionada península de Crimea. Ucrania ha negado el ataque, afirmando que Rusia manipuló sus propias armas, pero aun así Moscú anunció la interrupción de su participación en un acuerdo negociado por la ONU para permitir el paso seguro de los barcos que transportan grano desde Ucrania.

Al comentar los ataques del lunes, el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, dijo que las fuerzas rusas «siguen luchando con instalaciones civiles».

«Perseveraremos, y generaciones de rusos pagarán un alto precio por su desgracia», dijo Yermak.

El jefe adjunto de la oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko, dijo que se estaban llevando a cabo cortes de energía urgentes después de que «los terroristas rusos volvieran a lanzar un ataque masivo contra las instalaciones energéticas de varias regiones ucranianas».

Es la segunda vez este mes que Rusia desata un ataque masivo contra las infraestructuras ucranianas. El 10 de octubre, un ataque similar sacudió al país devastado por la guerra tras una explosión en el puente de Kerch que une la anexionada Crimea con la Rusia continental, un incidente del que Moscú culpó a Kiev.

Esta vez, sin embargo, las fuerzas ucranianas dicen que pudieron interceptar la mayoría de los misiles lanzados por Rusia. Las fuerzas aéreas ucranianas dijeron que más de 50 misiles de crucero X-101/X-555 fueron lanzados desde aviones de aviación estratégica Tu-95/Tu-160 desde el norte del mar Caspio y desde la zona que rodea la ciudad rusa de Volgodonsk en la región de Rostov. Un total de 44 de ellos fueron derribados.

Los militares rusos aún no han comentado el ataque.