Agencia AJN.- El presidente Biden está meditando un pacto de seguridad mutua con Riad que incluiría un acuerdo de normalización israelí-saudí que obligaría al primer ministro Netanyahu a elegir entre su gobierno y la paz regional.

El pacto de seguridad sugerido y la posterior normalización entre Israel y Arabia Saudita están sujetos a las concesiones que haga el Estado judío para preservar la posibilidad de una solución de dos Estados con los palestinos, informó el periodista Thomas Friedman, del New York Times (NYT).

El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, el principal funcionario de la Casa Blanca encargado de la política hacia Medio Oriente Medio, llegó a Arabia Saudita el jueves «para explorar la posibilidad de algún tipo de entendimiento entre Estados Unidos, Arabia Saudita, Israel y Palestina», agregó Friedman.

Aunque Biden aún no decidió si buscará el pacto, había dado la orden de explorar la posibilidad de un entendimiento cuadrilateral entre su país, Israel, Arabia Saudita y los palestinos.

Un acuerdo de este tipo requeriría un precio elevado, ya que los saudíes quieren un tratado de seguridad mutua al nivel de la OTAN por el que Estados Unidos acudiría en defensa de Arabia Saudita si es atacada, muy probablemente por Irán.

Riad también quiere un «programa nuclear civil, supervisado por Estados Unidos» y «la posibilidad de comprar armas estadounidenses más avanzadas», señaló Friedman, que basó su columna en una conversación que mantuvo con Biden la semana pasada en la Casa Blanca.

Estados Unidos, a cambio, quiere el fin de los combates en Yemen, frenos a los lazos entre Arabia Saudita y China y una importante ayuda financiera saudí a los palestinos, explicó Friedman, añadiendo que Israel tendría que hacer concesiones que preservaran la posibilidad de una resolución del conflicto con dos Estados.

El periodista del NYT no dio muchos detalles sobre el precio que Israel tendría que pagar por ese acuerdo, pero sugirió que se comprometiera a no anexionarse nunca partes de Cisjordania.

Israel ya había acordado en 2020 suspender la aplicación de la soberanía a los asentamientos de Cisjordania a cambio de los Acuerdos de Abraham, bajo cuyos auspicios el Estado judío aceptó normalizar los lazos con cuatro Estados árabes: Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán.

Friedman también sugirió que se pidiera a Israel que no construyera nuevos asentamientos en Cisjordania ni autorizara puestos de avanzada. Además, afirmó que Israel debería transferir partes de la zona C, que está bajo control militar y civil de las Fuerza de Defensa de Israel (IDF)  a las zonas A y B de Cisjordania, que están bajo los auspicios de la Autoridad Palestina.

Un acuerdo así obligaría a los extremistas del gobierno de Netanyahu a moderarse o forzaría al premier a abandonarlos, advirtió Friedman, quien mencionó que avanzar en un acuerdo israelí-saudí sin un gesto significativo hacia los palestinos sería difícil dada la composición del actual gobierno israelí.

«Si el equipo de Biden llegara a un acuerdo sin un componente palestino significativo, asestaría simultáneamente un golpe mortal al movimiento democrático israelí -al dar gratis a Netanyahu un enorme premio geopolítico después de haber hecho algo tan antidemocrático- y a la solución de los dos Estados, la piedra angular de la diplomacia estadounidense en Medio Oriente», concluyó Friedman.

Netanyahu: Israel y Estados Unidos trabajan en un acuerdo de paz con Arabia Saudita

En una entrevista con ABC publicada el jueves, Netanyahu descartó la idea de que la aprobación en la Knesset (el Parlamento israelí) de la primera fase de su plan de reforma judicial, al que se opone EE.UU., perjudique los esfuerzos diplomáticos regionales.

Israel y EE.UU. «están trabajando en cosas que cambiarán la historia, en concreto, estamos intentando bloquear la agresión de Irán y avanzar en la paz con Arabia Saudita. Esto cambiará el mundo».

Finalmente, el primer ministro israelí remarcó que »las relaciones con EE.UU. son tan fuertes como siempre».