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Causa de los cuadernos: la plata o la cárcel

Agencia AJN.- El histórico caso de corrupción podría tener una sorprendente derivación sobre los empresarios involucrados; la Casación define la sentencia en juicio por el atentado a la AMIA

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Agencia AJN.- Importantes sectores de la Justicia trabajan en estos días para darle impulso a dos causas judiciales que se tramitan desde hace mucho tiempo, demasiado, en los tribunales penales. Una de ellas es la llamada causa de los cuadernos, que podría tener una sorprendente derivación si prosperara una iniciativa pensada para agilizar el demorado juicio oral y público sobre ese voluminoso expediente. La otra es la causa que investigó el criminal atentado que voló la sede la AMIA el 18 de julio de 1994; una sentencia, que podría ser inminente, de la Cámara de Casación Penal comprometería aún más, de manera indirecta, a la expresidenta Cristina Kirchner por la firma del tratado con Irán. Las dos causas (la de los cuadernos y la del tratado) esperan el juicio oral y público para juzgar a exfuncionarios kirchneristas, entre ellos a la expresidenta, y a destacados empresarios en la causa de los cuadernos.

La llamada causa de los cuadernos es una de las más grandes investigaciones del periodismo argentino, realizado en este caso por el periodista de LA NACION Diego Cabot. Cabot se respaldó en ocho cuadernos escritos por el chofer Oscar Centeno, que manejaba el auto de Roberto Baratta, quien había sido la mano derecha del entonces ministro de Planificación, Julio De Vido. Centeno escribió, tal vez sin proponérselo, la biografía más precisa y prolija de la corrupción kirchnerista. Contó con información sobre lugar, día y hora la forma en que se pagaban y se cobraban los sobornos entre funcionarios kirchneristas y los más empinados empresarios contratistas o concesionarios del Estado. A Cabot le llevó varios meses la investigación para corroborar que los datos incluidos en esos cuadernos eran ciertos o verosímiles. La causa judicial tomó estado público el 1º de agosto de 2018 cuando el juez Claudio Bonadio, ya fallecido, dispuso espectaculares allanamientos, citaciones indagatorias y detenciones. La investigación estuvo a cargo de Bonadio y del fiscal Carlos Stornelli; este último tropezó meses después con una maniobra del kirchnerismo para desacreditarlo y para descalificar también a toda la causa de los cuadernos, a su juez y a su fiscal. La maniobra no prosperó porque era extremadamente burda.

Por la cantidad de personas involucradas y por la dimensión de los hechos de corrupción investigados, la causa de los cuadernos se convirtió en un proceso sin precedentes en la historia judicial argentina. Hay 159 personas imputadas o procesadas entre empresarios y exfuncionarios por delitos de dádivas, cohecho (la manera elegante de llamar a las coimas) y asociación ilícita. El juicio oral y público no tiene todavía fecha de realización, pero es previsible, por su volumen y complejidad, que insuma mucho tiempo y recursos económicos. Se ventilarán 540 hechos de supuesta corrupción, ya investigados en las instancias inferiores de la Justicia. Solo la fiscalía solicitó casi 900 testigos para el juicio oral y muchas medidas suplementarias. Estarán, además, los testigos convocados por las defensas. Hay más de un centenar de estudios jurídicos trabajando en las defensas de los acusados.

Sectores destacados de la Justicia no descartaron, ante ese panorama, que se usen algunas herramientas alternativas previstas por el Código Procesal Penal para resolver, al menos, el caso de los empresarios. Las fuentes subrayaron que esos mecanismos alternativos fueron pensados precisamente para el avance de los procesos penales, como puede ser la reparación económica integral del perjuicio al Estado. El Código Penal prevé que no habrá cárcel para los acusados en caso de conciliación o de reparación integral del daño. La negociación debería ser liderada por el fiscal del tribunal oral y público, y después ser homologada por el tribunal de ese juicio. Todo el trámite debería hacerse, desde ya, antes de que comience el juicio.

Sobre todos los empresarios imputados o procesados pesan medidas cautelares, como embargos o inhibiciones de bienes, precisamente para asegurar que, tras la realización del juicio, haya un eventual reintegro al Estado por los daños económicos que provocaron. Es decir, los empresarios ya tienen bienes incautados por el Estado. “Con las herramientas que tenemos, podemos utilizarlas de manera previa al juicio y acordar la total reparación al Estado y a la sociedad. Evitaríamos así juicios orales interminables y costosos para el Estado”, explicó uno de los funcionarios judiciales que trabajan en la alternativa de un acuerdo. No serán sentenciados a cárcel los empresarios que aceptaran tal acuerdo. Otra cosa sucederá con los exfuncionarios políticos porque la responsabilidad institucional de estos, sostienen esas fuentes judiciales, tiene una dimensión mucho mayor.

En otros corredores de la Justicia, una sala de la Cámara de Casación está terminando de redactar la sentencia definitiva de las causas vinculadas al atentado a la AMIA. Según fuentes del máximo tribunal penal del país, la redacción inicial de esa sentencia quedó en manos del juez Carlos Mahiques; la sala la integran también dos jueces subrogantes: Diego Barroetaveña y Angela Ledesma. Fuentes inmejorables dijeron que la sentencia señalará que el atentado fue un designio político y estratégico de Irán, y que fue ejecutado por la organización terrorista Hezbollah. Este grupo actuó, según las conclusiones de la justicia argentina, bajó la inspiración y la financiación del gobierno de Teherán. El fallo tiene especial importancia, porque el tribunal penal más decisivo de la Argentina condenará definitivamente a Irán como autor intelectual y financiero del atentado a la mutual judía que dejó 85 muertos inocentes. Para la Justicia argentina, no quedarán dudas de quién fue el autor, de cómo se hizo el atentado y de quiénes son sus responsables.

Un dato novedoso de la sentencia consistirá en que avanza en la determinación de por qué la Argentina fue víctima de dos atentados terroristas (a la AMIA y a la embajada de Israel) en el corto lapso de dos años. Fue la venganza, sostendrían los jueces, porque el gobierno de Menem canceló tres contratos de provisión de material y de tecnología nuclear acordada con Irán durante la administración de Raúl Alfonsín. El primer escrito del juez Mahiques abundaría en que fue la réplica del estado iraní frente a lo que consideró un intolerable incumplimiento argentino. El magistrado estaría convencido de que Irán intentó, con esos atentados, que la Argentina revirtiera la cancelación de los acuerdos por la fuerza de la coacción. La sentencia concluiría en que son diversas y sólidas las pruebas que confirmaron la responsabilidad que tuvo Hezbollah y los máximos dirigentes del entonces gobierno iraní. Por eso, el fallo sostendrá que el atentado debe calificarse como “crimen de lesa humanidad”, que significará que las secuelas judiciales del atentado a la AMIA serán imprescriptibles para la justicia argentina. Un interesante punto de visto señala que un acto terrorista financiado por un Estado, aunque sea perpetrado fuera de las fronteras del país gobernado por ese Estado, tiene responsabilidades internacionales aun cuando haya sido cometido por una organización paraestatal. La sentencia de los jueces pone especial énfasis en el derecho a la verdad de las víctimas y sus familiares y a la posibilidad de que demanden a los que tuvieron relación con el atentado, incluido el Estado de Irán. Por primera vez, una alta instancia judicial se pronunciará sobre los alcances internacionales del delito terrorista jihadista.

Según se sabe, la Cámara de Casación ordenó el acceso completo de la Justicia a la documentación producida por dependencias del Estado, incluidos los servicios de inteligencia. Mandó a desclasificar, digitalizar y sistematizar la información de los archivos secretos, cuyo volumen, trascendió, alcanzaría un metraje equivalente a 20 cuadras. También instó a que se activen los canales diplomáticos para reunir la información que los servicios de inteligencia extranjeros conservan sobre ese brutal atentado en territorio soberano argentino. La Casación les reclamará también a los jueces que llevan las causas conexas al expediente central del atentado a la AMIA que avancen con mayor celeridad. También les reclamarán a los poderes Ejecutivo y Legislativo que definan políticas públicas para la instauración de juicios en ausencia, que podrían, por ejemplo, condenar a los exjerarcas iraníes que permanecen protegidos en su país.

La sentencia caerá como una enorme lápida moral, política y judicial sobre Cristina Kirchner, porque ella firmó el tratado con Irán; el asesinado fiscal Alberto Nisman denunció luego a la expresidenta por encubrimiento de los responsables iraníes de los atentados. Cristina Kirchner había firmado el acuerdo con el entonces gobierno iraní para crear una Comisión de la Verdad, que iba a estar integrada por juristas internacionales. En verdad, ya entonces, en 2013, existía una verdad para la justicia argentina y consistía en la responsabilidad de Irán en la voladura de la AMIA. Esa es la verdad que podría ser confirmada en los próximos días por la instancia más alta de la justicia penal argentina. El tratado de Cristina Kirchner significó en los hechos una intolerable cesión de soberanía judicial argentina en favor de los autores de uno de los más grandes atentados que haya sufrido en el mundo la comunidad judía. La sentencia, probablemente inminente, servirá también para hacer más inconcebible la ola de antisemitismo que se propagó por el mundo tras la invasión del grupo terrorista Hamas al territorio de Israel hace seis meses. Todavía hay 134 rehenes israelíes en poder de Hamas, mientras influyentes sectores políticos e intelectuales internacionales están buscando a los culpables entre las víctimas.

Autor: Joaquín Morales Solá
Fuente: La Nación

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Entrevista con Marcos Aguinis: su nuevo libro y la amenaza del antisemitismo

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Agencia AJN.- Con sus 90 años, Marcos Aguinis acaba de publicar “Intimidades del Che”, una obra de ficción que explora la vida de Ernesto “Che” Guevara. En el marco de un ciclo de entrevistas conducido por Daniel Berliner, director de la Agencia AJN, el escritor reflexionó sobre su nuevo trabajo y sobre fuerte aumento del antisemitismo a nivel mundial.

“El 7 de octubre es un acontecimiento muy reciente. Y que aparentemente era imposible que ocurriera. Uno tiene que pensar que lo fundamental es que los judíos no nos convirtamos en fanáticos. Que no imitemos a nuestros enemigos. Y odian a Israel sin saber qué son los judíos. A muchos antisemitas se les pregunta ¿usted sabe dónde queda el río Jordán? Ni idea, responden. Nos encontramos con una fuerte ignorancia a la que tenemos que enfrentar mediante la paz, el diálogo, que lleve a que este enfrentamiento desaparezca. Al desaparecer este motivo de odio, desaparecerán otros motivos de odio”, destacó Aguinis.

“Es más fácil odiar que amar, y esto tiene que ser combatido. Y es combatido por las mentes más lúcidas. El antisemitismo que ahora se propaga en las universidades es algo que tiene poco a poco producir la vergüenza de los universitarios. No saben qué odian”, agregó.

La entrevista fue transmitida por Dnews en el ciclo “Diálogos”, una entrega semanal que propone un espacio de conversación inteligente, plural y comprometido con la actualidad.

En cada emisión, personalidades relevantes del ámbito político, social, cultural y comunitario se sientan a dialogar sobre los temas que marcan la agenda nacional e internacional.

“Hace unos años Jorge Fernández Díaz me tituló a mí ‘hombre del renacimiento’, porque quedó impresionado por la cantidad de actividad que hago. Según él, eso me hermanaba con la gente del renacimiento, que tenía varias profesiones y en todas ellas tuvo algún tipo de brillo”, expresó Aguinis al principio de la entrevista.

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Rafael Grossi: “El conflicto entre Israel e Irán está tomando una dimensión mucho más amplia”

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Agencia AJN.- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, destacó que los ataques israelíes “en un primer momento fueron orientados exclusivamente a ciertas instalaciones nucleares y ahora el conflicto está tomando una dimensión mucho más amplia, incluyendo otros objetivos que no son nucleares”.

“La historia ha tomado un giro más dramático a partir del momento en que Israel, la semana pasada, inició una serie de ataques, que en un primer momento fueron orientados exclusivamente a ciertas instalaciones nucleares y ahora el conflicto está tomando una dimensión mucho más amplia, incluyendo otros objetivos que no son nucleares. La parte nuestra obviamente tiene que ver con las instalaciones nucleares y por eso ha habido una serie de reuniones en la Junta de Gobernadores del OIEA. El día viernes estuve hablando al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para informar a todos los países acerca de la situación y cuáles son los peligros que pueden derivarse”, afirmó Grossi en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann en Radio Mitre.

-¿Hay riesgo químico cuando un misil ataca a una de estas plantas nucleares?

-Hay un riesgo nuclear en primer lugar, aunque también puede haber un riesgo químico. Trato de diferenciar las dos cosas. Hay distintas instalaciones. En estas instalaciones que tienen distintas funciones, algunas son para enriquecimiento de uranio, otras son para fabricación de combustible, otros son laboratorios. Y en esos lugares entonces lógicamente hay material nuclear. Si el material nuclear, a raíz de una explosión o del impacto de un proyectil de distinta naturaleza, es liberado al medio ambiente, puede haber entonces un impacto ambiental, como radiación en la atmósfera. Esto es lo que se está tratando de determinar. Por el momento, han sido muy graves, pero si usted quiere que nos detengamos en la cuestión de la radiación, han tenido un efecto muy limitado en ese aspecto, y no me refiero al impacto o a la destrucción que han causado, se han limitado a instalaciones que tenían una cantidad relativamente limitada de material nuclear y por eso la contaminación ha sido muy limitada al lugar donde se produjo el impacto. Esto es obviamente por el momento.

-¿Usted está al tanto de una planta nuclear que está bajo tierra que tienen los iraníes y que podría llegar a ser bombardeada por Trump?

-Sí, claro, la inspeccionamos, yo la he visitado particularmente. Hay fundamentalmente dos instalaciones en las que Irán justamente ha puesto material y equipo nuclear bajo tierra a raíz de ataques anteriores que han habido en Irán, de tipo sabotaje, nunca atribuidos a ningún país. Pero el hecho es que Irán había sufrido ya en alguna de sus instalaciones sabotajes internos o ataques con drones, entonces en ese momento los iraníes decidieron, hace dos o tres años, comenzar a poner bajo tierra ciertos equipos e instalaciones.

-Para la bomba atómica, la clave está en el uranio enriquecido. ¿A qué porcentaje ya lo tenían o lo tienen preparado los iraníes?

– Para tener un arma nuclear hace falta uranio enriquecido, también puede ser plutonio, pero en el caso de Irán, lo que ellos han estado acumulando es uranio enriquecido. El uranio tiene que estar enriquecido a un grado de 90% de un isotopo, que es una variedad de la partícula de uranio, al 90%, y ellos están acumulando al 60%. No han llegado a acumular al 90%, pero de querer hacerlo es un pasito más. Ellos tienen el material, y ese material sería suficiente para 6, 7, 8 armas nucleares, pero esto no quiere decir que tengan hoy un arma nuclear.

-Israel y Estados Unidos denuncian que estaban a punto de tener 15, y entonces hicieron ese ataque preventivo para que no las terminen de fabricar.

-Eso es lo que dicen ellos, correcto. Lo que nosotros decimos, es que es inquietante esto, lo hemos informado, hemos inclusive, tenido una evaluación bastante crítica con relación a la manera en que Irán nos respondía o nos daba información necesaria sobre este tema, que ha sido bastante fragmentaria, pero no podemos decir que hoy tenga un arma nuclear. Para eso hace falta más material.

-¿Esto usted lo habló con Trump y con Netanyahu?

-No directamente con ellos, pero con gente muy cercana a ellos, sí, muy cercana.

-¿Y usted cuando los iraníes, el Ayatolá o quien sea, le cuentan lo que tienen, usted les cree?

-En cuanto a lo que tienen, nosotros sabemos lo que tienen, el tema es lo que tienen y no sabemos. O lo que no informan, esto lo he estado denunciando mucho y hace tiempo en el sentido que Irán, siempre decían o dicen que ellos no tienen nada que ocultar. Entonces nosotros, como Organismo Internacional de Energía Atómica, les decimos a ellos, si no tienen nada que ocultar, entonces tienen que mostrarnos mucho más. Ellos siempre han evadido un poco esto y bueno, estamos en esta situación en la que estamos.

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