El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que, desde el final de la tregua ayer, decenas de personas resultaron muertas en Siria. Apenas se cumplió el plazo del cese de fuego acordado por Rusia y Estados Unidos comenzaron a conocerse los informes sobre nuevos ataques masivos del ejército de Assad y la Fuerza Aérea Rusa en la zona de Alepo, que en gran parte se encuentra bajo control de los rebeldes. En uno de los ataques – en la ciudad de Auram al Kubra, al oeste de Alepo – fue bombardeado una caravana de ayuda humanitaria de la ONU y de la Medialuna Roja Siria que transportaba comida y medicamentos para unos 78 mil civiles.

Naciones Unidas confirmó el ataque, pero por el momento no informó sobre el número de víctimas. Fuentes de la oposición indicaron que al menos 20 camiones con ayuda fueron destruidos y varios voluntarios resultaron muertos. De acuerdo con algunos informes, entre ellos se encuentra el director de la Media Luna Roja local.

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, John Kirby, difundió un comunicado en el que aseguró que tanto el gobierno ruso como el régimen de Bashar al Assad «conocían el destino de esta caravana de ayuda humanitaria y, a pesar de ellos, los trabajadores humanitarios fueron asesinados”. Kirby tampoco detalló el número de víctimas o su procedencia, pero advirtió que «Estados Unidos tratará este tema directamente con Rusia. Dada esta atroz violación del cese de hostilidades, nos replantearemos las perspectivas futuras de cooperación con Rusia».

La oposición siria asegura que, en las primeras horas desde el final del cese de fuego al menos 40 personas resultaron muertas y decenas heridas en bombardeos aéreos y por fuego de artillería. Formalmente, el cese de fuego finalizó y por el momento no ha sido renovado y quizás se trate tan sólo de un intento más, de los muchos que hubo en los últimos 5 años de derramamiento de sangre en Siria.