Agencia AJN.- El director ejecutivo de la AMIA, doctor Daniel Pomerantz, confirmó que la institución comunitaria tuvo «un aumento significativo» en la demanda social dentro de la comunidad judía argentina y advirtió que la crisis generada por el coronavirus es de «una complejidad como hace mucho» no se enfrentaba.

En una entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias AJN, Pomerantz destacó que «AMIA cuenta con una experiencia de más de 125 años de trabajo social, educativo y cultural» y, en este sentido, resaltó  que «el Servicio Social, que atiende una población de cerca de 2.000 personas en situación de pobreza y vulnerabilidad, tuvo en las dos últimas semanas, un aumento significativo de nuevas demandas».

«La crisis sanitaria se monta sobre la crisis económica y social que transita nuestro país generando una complejidad como hacía mucho tiempo no enfrentábamos.  La cooperación de todos es crucial en estos momentos, que demandan empatía, compromiso y solidaridad hacia los que más están sufriendo la emergencia sanitaria», aseveró.

A continuación los tramos más destacados de la entrevista:

-AJN: ¿Cómo la pandemia encontró a la AMIA?
-D.P: AMIA cuenta con una experiencia de más de 125 años de trabajo social, educativo y cultural. Y tiene también, sobre sus espaldas, los aprendizajes obtenidos en la contención de las diferentes crisis que atravesó la Argentina. Hay un “saber hacer” las cosas, un compromiso, y un equipo de trabajo entrenado para poder seguir trabajando en los escenarios más complejos. En todo momento, la prioridad estuvo clara: atender, de todos modos, las necesidades impostergables de quienes más nos necesitan. Desde un primer momento, adaptamos rápidamente las modalidades de trabajo de cada área de la institución para continuar acompañando a la población más vulnerable, y seguir brindando respuestas ante la situación tan compleja que trazó la pandemia que estamos viviendo. Y por supuesto, adaptándonos a las normas de conocimiento público, definimos los programas que requerían ser brindados presencialmente. Y encontramos allí una notable adhesión y compromiso de todas las personas que componen el equipo de trabajo en AMIA

-AJN: Para aquellos que no conocen, ¿cuál es la actividad específica de la asistencia social?
-D.P: Desde el Departamento de Programas Sociales de AMIA asistimos a familias, niños, adultos mayores, y personas con discapacidad, desde un enfoque profesional de promoción de los derechos sociales. Los destinatarios de nuestros programas sociales presentan gran diversidad, tanto en la edad como en relación a las problemáticas que atraviesan. Desde AMIA nos proponemos acompañarlas durante todo el ciclo de vida, desde la primera infancia hasta la vejez. Y en momentos tan críticos, como éstos, la actividad se centra en atender sus necesidades más urgentes, en lo que tiene que ver con la alimentación, la salud, la calidad de vida. En términos de organización, agrupamos los programas en áreas: nuestro Servicio Social, el Centro Integral de Adultos Mayores, el área de Infancia, y el de discapacidad. Y por supuesto, la coordinación de los voluntarios que nos acompañan con su invaluable tarea.

-AJN: ¿Cuáles fueron los primeros requerimientos y necesidades que comenzó a aparecer en la gente?
-D.P: El Servicio Social, que atiende una población de cerca de 2.000 personas en situación de pobreza y vulnerabilidad, tuvo en las dos últimas semanas, un aumento significativo de nuevas demandas. De aquellos que acompañamos mes a mes en sus necesidades a través de alguno de nuestros programas, y de nuevas familias, enfrentadas repentinamente con las consecuencias de la crisis sanitaria. La demanda se recibe por diferentes vías de contacto (Whatsapp, la web de AMIA, correo electrónico, teléfono) y los pedidos de contención y asistencia integral especialmente a personas que están solas, sin redes, con niveles de riesgo y sin posibilidad de salir de su casa.
Para atender estas situaciones, el Servicio Social también prepara y envía diariamente viandas a los domicilios de los beneficiarios; para cubrir sus necesidades nutricionales y que sientan la cercanía de su comunidad. Se puso en marcha, también, un sistema acompañamiento telefónico ante situaciones particulares.
Frente a la disminución de ingresos, hemos recibido también numerosos pedidos de aumento de subsidios.
También se están realizando talleres virtuales para adultos mayores, para que los concurrentes a nuestro Centro de Día puedan seguir ejercitándose física y mentalmente.

-AJN: ¿Las organizaciones de ayuda como AMIA se habían relajado desde la crisis del 2002 y los encontró con la guardia baja?
-D.P: En el caso de AMIA, el trabajo social se lleva adelante de manera constante, con un equipo profesional muy preparado para atender diferente tipo de situaciones. Como te decía anteriormente, AMIA asistió a la comunidad judía en la crisis de 2001 de una manera muy integral y activa. Las crisis dejan aprendizajes. Nuestra institución cuenta con 125 años de historia y su misión de asistir y ayudar al prójimo es un pilar fundamental de nuestro accionar. El trabajo que desplegamos ni bien fue declarada la pandemia evidencia la fortaleza de AMIA a la hora de poner en acción su labor fundamental de acompañar y asistir a las personas más necesitadas.

-AJN: ¿En qué consiste la ayuda que brindan en estos momentos?
-D.P: Desde el primer día, comenzamos con el envío de viandas alimentarias, con respuestas concretas ante las necesidades de medicamentos, con entrega de subsidios económicos, entre otras acciones de asistencia directa. La orquesta infanto juvenil de AMIA migró a modalidad a distancia. Además, a través de nuestras plataformas digitales y redes sociales, pusimos a disposición una oferta de contenidos de calidad para acompañar a la gente en estos momentos de aislamiento. Como ejemplo, puedo mencionar los cursos virtuales de Cultura, Empleo y AMIA Joven, recursos didácticos y pedagógicos creados por el Vaad Hajinuj para los docentes y alumnos, actividades pensadas a medida de los adultos mayores, propuestas federales que se impulsan desde el Vaad Hakehilot, etc. Y por supuesto, los contenidos diseñados especialmente para las personas mayores
También estamos trabajando junto a otras organizaciones de la comunidad , como la Fundación Tzedaka, la Fundación de Jabad, Ieladeinu y Ledor Vador, poder brindar respuestas de manera coordinada.

-AJN: ¿Creen que se va a necesitar mayores ayudas en un futuro próximo?
-D.P: Si, por supuesto. La crisis sanitaria se monta sobre la crisis económica y social que transita nuestro país generando una complejidad como hacía mucho tiempo no enfrentábamos. La cooperación de todos es crucial en estos momentos, que demandan empatía, compromiso y solidaridad hacia los que más están sufriendo la emergencia sanitaria. Sostener la tarea social que realizamos desde AMIA es posible gracias a la sensibilidad y el apoyo de muchas personas que ya han colaborado. Y confiamos que muchas más lo seguirán haciendo. Desde nuestra página web, la gente que quiera aportar su ayuda lo puede hacer muy fácilmente desde www.amia.org.ar/donaciones.

-AJN: ¿Junto a quiénes trabajan para dar mejores respuestas?
-D.P: AMIA está en contacto permanente con organizaciones hermanas. Como mencionamos, estamos trabajando en red junto a la Fundación Tzedaká, Fundación Jabad, Ieladeinu, Le Dor Va Dor, en un permanente contacto y coordinación., con acciones destinadas a la obtención de recursos en estos días de alta demanda de nuestra labor social. Todas las entidades tenemos en claro el impacto que la pandemia está teniendo en los integrantes más vulnerables de la comunidad judía local, y entendemos que la labor social de contención debe hacerse de manera coordinada. Hoy más que nunca el sentido de comunidad, que forma parte de la identidad de nuestras instituciones, nos convoca a buscar soluciones de manera colectiva.