Agencia AJN.- La cifra de muertos en Estados Unidos por coronavirus superó los 68.000 personas, un número que el país no debía alcanzar hasta agosto según los modelos utilizados por la Casa Blanca, que hoy estima superará los 100 mil fallecidos.

A medida que pasan los días y la tasa de infecciones y muertes sigue en alza, la paciencia de los ciudadanos estadounidenses disminuye, ya que al menos la mitad de la población ha estado en cuarentena durante no menos de dos meses.

Este malestar provocó que los partidarios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, protestaran en las calles y exigieran al gobierno abrir negocios y otros lugares de trabajo.

Y aunque el número de manifestantes no fue más que unos pocos miles, algunas de estas protestas están empapadas en antisemitismo, que parece sentirse seguro alzando su fea cabeza en la América de hoy.

En Ohio, Idaho e Illinois, los manifestantes blandieron carteles horriblemente antisemitas. En Ohio, por ejemplo, dos manifestantes llevaban un letrero azul y blanco que recordaba la bandera israelí, con una rata en el medio y la leyenda «la verdadera plaga».

En una protesta frente a la oficina de Jay Robert «JB» Pritzker, el gobernador judío de Illinois, una mujer agitó un letrero que decía «arbeit macht frei» (la frase escrita sobre las puertas del campo de exterminio de Auschwitz, que significa «el trabajo trae libertad’). Solo por si acaso, el manifestante agregó las iniciales JB en la parte inferior de su letrero.

Cuando se le preguntó sobre la señal claramente antisemita que llevaba, la mujer simplemente respondió: «Tengo amigos judíos».

Otro letrero sostenido por otro manifestante tenía una esvástica y el título «Heil Pritzker».

El Consejo de Relaciones Comunitarias Judías condenó vehementemente las exhibiciones antisemitas. «Comparar un gobernador designado democráticamente y un judío orgulloso con Hitler y la Alemania fascista es puro odio que sirve para avivar aún más las llamas del antisemitismo», dijo.

Históricamente hablando, los tiempos de plaga son cuando el antisemitismo se fortalece, y en los Estados Unidos este período de coronavirus ha resultado en un antisemitismo flagrante que se extiende desde las calles hacia la política.

En Idaho, por ejemplo, una congresista llamada Heather Scott llamó al gobernador del Estado, Brad Little, ‘Little Hitler’ por las regulaciones destinadas a detener la propagación del patógeno.

«Quiero decir, eso no es diferente de la Alemania nazi, donde el gobierno le decía a la gente: ‘Usted es un trabajador esencial o un trabajador no esencial, y los trabajadores no esenciales fueron subidos a un tren», dijo Scott sin pedir disculpas, apuntó el portal de noticias Yne.

En medio de esta pandemia antisemita, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), quedó bajo fuego por permitir más de 100 pruebas comerciales de anticuerpos contra el coronavirus en el mercado sin revisión. Ante esta situación decidió hacer valer la supervisión y dijo que las pruebas tendrán que pasar el control de la agencia, incluido el cumplimiento de los estándares de calidad y precisión.