Agencia AJN.- El Magen David Adom (el servicio de emergencias nacional en Israel) anunció este domingo una campaña para recolectar plasma sanguíneo de pacientes que recibieron el alta tras haber sido previamente diagnosticados con el coronavirus con el objetivo de inyectarlo a pacientes de gravedad con la esperanza de mejorar su salud.

El profesor Eyal Leshem, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Sheva, en Tel HaShomer, explicó en declaraciones al canal 12 de Israel sobre esta técnica que ya está siendo utilizada en el mundo y trajo resultados alentadores en medio de la pandemia.

Al ser consultado sobre detalles de este método, el médico explicó que se trata de «plasma de pacientes que ya se han recuperado» y desarrollaron «anticuerpos contra el corona», es decir que no es una transfusión de sangre.

«El plasma es sometida a un proceso que la convierte en segura y el uso de anticuerpos puede ayudar a los pacientes en grave estado a recuperarse», indicó. «Se trata de un método antiguo y eficiente en la medicina y no un experimento innovador. Existe una amplia posibilidad que ésto logre ayudar a pacientes graves», aseguró.

La razón por la que no aplicaron hasta ahora el método es que lleva tiempo el proceso de recuperación. «El primer paciente fue diagnosticado a fines de febrero y lleva tiempo hasta que se recuperen, recibian el alta y dejen de secretar el virus, solo entonces se puede pedir que donen sangre para obtener el plasma», explicó.

¿Puede esta técnica curar pacientes? Teóricamente sí, pero aun es necesario demostrarlo.

Según explicó Leshem, este método «es utilizado para contrarrestar enfermedades infecciosas y se usa hace años en el mundo». Según esta técnica, «cuando se toma el anticuerpo de alguien que se recuperó y se lo damos a alguien enfermo, su condición mejora ya que hay factores que neutralizan las toxinas». «No se usó contra epidemias en el pasado, pero sí contra infecciones graves y mordeduras de serpientes, por ejemplo», dijo.

Consultado sobre si este método puede ser aprovechado para ganar tiempo hasta que se consiga una vacuna, Leshem contestó: «Lo que caracteriza el suministro de anticuerpos es que es un tratamiento pasivo, a diferencia de una vacuna normal donde nuestro cuerpo es el que produce las defensas».

«La inyección de plasma es un anticuerpo que ya existe, con lo cual no ayuda a prevenir la recurrencia, no es una cura», explicó.

En este marco, el especialista aclaró que «esta es una tercera línea para enfrentar el virus. La primera es una cura, la segunda una vacuna y la tercera es el anticuerpo hasta que se encuentre el tratamiento adecuado».

No obstante aclaró «si vemos que este tratamiento es efectivo, nos dará una herramienta para tratar a pacientes gravemente enfermos».

Según explicó Leshem, la mayoría de las personas que se recuperaron del coronavirus desarrollaron sus propios anticuerpos. «Muchas veces hay personas que se encuentran inmunodeprimidas y no pueden desarrollar defensas», dijo.

El método será utilizado en pacientes en grave estado y no con quienes están en buenas condiciones pese a portar la enfermedad. El factor significativo es el estado de la enfermedad y no la edad del paciente.

De la misma forma, la sangre con antídotos será extraída de pacientes recuperados, sin importar edad. La sangre será sometida a procesos seguros en la que será limpiada para que no existan riesgos.

Por último, ante la pregunta de si es posible desarrollar anticuerpos en laboratorio, Leshem contestó: «El siguiente paso es la producción de anticuerpos llamados monoclonales». «Creo que hay laboratorios que ya están trabajando en el desarrollo. El problema es que esto es un procedimiento muy costoso», finalizó.