Agencia AJN.- Israel comenzará el domingo su campaña de vacunación de unos 120.000 palestinos que trabajan legalmente en Israel y en los asentamientos de Cisjordania.

El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), encargado de los asuntos civiles palestinos, dijo que desplegará la campaña de vacunación en los puestos de control y las zonas industriales de Cisjordania. El gobierno israelí, por su parte, aprobó el plan el pasado domingo.

Alrededor de 87.000 palestinos tienen permisos de trabajo en Israel, y otros 35.000 trabajan en asentamientos israelíes, según datos del Ministerio de Defensa.

Según el COGAT, en un principio se crearán doce centros de vacunación específicos para la campaña -ocho para los empleados en Israel y cuatro para los empleados en Cisjordania- en los que el personal sanitario israelí administrará las vacunas. Es posible que más adelante se abran más centros.

Los trabajadores palestinos podrán recibir las vacunas previa cita y con la presentación de un permiso de trabajo válido.

La administración de las primeras dosis de la vacuna de dos disparos se hará en un plazo de dos semanas, dijo el COGAT, y los centros se abrirán posteriormente durante otras dos semanas para administrar la segunda dosis.

El jueves se llevará a cabo una prueba piloto del programa, dijo la COGAT.

Mientras que Israel se ha adelantado en la vacunación de su población -más de la mitad de los israelíes han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus-, hasta ahora sólo han llegado a los palestinos algunos envíos de vacunas. La Autoridad Palestina espera comenzar su campaña de vacunación pública a principios de marzo con la llegada de un importante envío de vacunas de AstraZeneca-Oxford.

Palestinos se toman una «selfie» después de recibir la vacuna de un equipo médico israelí en el puesto de control de Qalandia entre Ramallah y Jerusalem. Foto: Oded Balilty

Israel ha sido criticado por no vacunar a los palestinos, muchos de los cuales viven bajo dominio militar israelí. Los grupos de derechos humanos denuncian que el derecho internacional exige que Israel, como «potencia ocupante», proporcione vacunas a los palestinos.

Israel rechaza la caracterización de que ocupa territorio palestino, considerando que Cisjordania es «territorio en disputa». Los funcionarios israelíes también han señalado los acuerdos bilaterales entre Israel y los palestinos que designan la responsabilidad de la atención sanitaria a la Autoridad Palestina.

Pero los funcionarios de salud actuales y anteriores también han dicho repetidamente que ayudar a los palestinos a vacunarse -especialmente a los palestinos que trabajan en Israel- es una prioridad de salud pública para el Estado judío, ya que se mezclan regularmente con los israelíes.

«El mensaje es muy sencillo: somos una unidad epidemiológica. En la medida en que podamos, tenemos que ayudarlos a abordar este asunto», declaró recientemente el exdirector general del Ministerio de Salud, Moshe Bar Siman-Tov, a The Times of Israel.

Tras la presión pública y los llamamientos a una mayor transparencia, la Autoridad Palestina reconoció el martes que algunas de las pocas vacunas COVID-19 que poseía no fueron a parar a los trabajadores sanitarios, sino a funcionarios del gobierno, a la corte real jordana y a la selección nacional de fútbol palestina.

El anuncio provocó la indignación de los palestinos, que actualmente están viendo un importante aumento de los casos de coronavirus en Cisjordania.

Cisjordania se ha sumido en una tercera oleada de casos de coronavirus en los últimos días. Desde principios de febrero, el número de casos activos se han triplicado con creces hasta alcanzar los 12.897. Alrededor de un 24% de las pruebas de coronavirus dieron resultado positivo en toda Cisjordania durante el día de ayer, según informó el miércoles la AP.

En respuesta al fuerte aumento de los casos, la AP ha decretado un cierre parcial en Cisjordania durante los próximos 12 días, cerrando las escuelas y prohibiendo los viajes.