Agencia AJN.- La campaña nacional de vacunación contra el coronavirus en Israel se expandió el domingo, con la apertura de estaciones adicionales para recibir la inoculación y la prioridad que se extiende a los pacientes con enfermedades crónicas.

La decisión se concretó cuando el país ingresa en su tercer bloqueo nacional, mientras los casos de coronavirus se mantienen en ascenso. El sábado se confirmaron unos 2.630 nuevos casos de COVID-19, y la tasa de positividad se situó en 4,1% después de que se realizaron 64.662 pruebas.

La policía de Israel anunció hoy que concentrará sus esfuerzos de aplicación de la ley en reuniones ilegales durante el cierre.

Existe la preocupación de que las celebraciones de la víspera de Año Nuevo se realicen en violación del encierro y los oficiales de policía dijeron que trabajarían para frustrar los eventos planeados antes de que ocurran, así como para hacer cumplir la ley en los eventos que se detecten.

Según la policía, y de conformidad con la ley, se permitirían las manifestaciones políticas y no habría restricciones de viaje para quienes deseen participar en ellas.

En este contexto, el Ministerio de Salud avanza con su plan de vacunación. Hoy se abrieron 150 estaciones de vacunación adicionales y otras 80 entrarán en funcionamiento el martes.

El objetivo de Israel, dijo el sábado por la noche el primer ministro Benjamin Netanyahu, «es llegar a 150.000 vacunas al día el próximo fin de semana».

Netanyahu dijo que había pedido a los jefes de las compañías farmacéuticas que aumentaran la tasa de suministro de dosis de vacunas a Israel «en línea con la tasa de vacunación».

«Esto significa que dentro de los 30 días de haber alcanzado este ritmo, habremos vacunado a cuatro millones y medio de ciudadanos», señaló Netanyahu. Israel tiene una población de unos nueve millones de personas.

«Nos estamos embarcando en una campaña de inmunización masiva que no tiene paralelo en el mundo, y en el proceso les pido un cierre breve y estricto», transmitió el primer ministro. «Estas dos cosas juntas nos sacan del coronavirus primero en el mundo», completó Netanyahu en un video que se publicó online.

A todo esto, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, ordenó anoche al director general del ministerio, el profesor Hezi Levy, que examine si el personal docente puede ser vacunado a partir de esta semana.

Aunque la aprobación solo la otorga un comité especial, Edelstein se puso en contacto con Levy a raíz de las preguntas del ministro de Educación, Yoav Galant, y del secretario general del Sindicato de Maestros de Israel, Yaffa Ben-David.

Rambam Healthcare Campus en Haifa y el hospital Ichilov en Tel Aviv también estaban comenzando a vacunar no solo a su personal médico, sino también a los mayores de 60 años, y se espera que se unan más hospitales en todo el país. Los mayores de 60 años ya estaban siendo vacunados por la organización sanitaria a la que pertenecen.

El Clalit HMO, el fondo de salud más grande de Israel, tendrá 83 centros de vacunación en funcionamiento esta semana, en comparación con solo 31 centros la semana pasada. Tres de ellos, en Herzliya, Tel Aviv y Haifa, operarán las 24 horas del día.

Maccabi, la segunda HMO más grande, operará 67 centros de vacunas esta semana, en comparación con 21 ubicaciones al final de la semana. Meuhedet HMO operará alrededor de 70 centros y Leumit casi duplicará su número de sitios a 25.

Una encuesta del Instituto de Democracia de Israel publicada hoy encontró que el 40,8% del público le dio al gobierno calificaciones mayormente positivas por su manejo de los aspectos médicos de la crisis, mientras que el 32,2% le dio calificaciones mayormente negativas.

En los aspectos económicos, las calificaciones del gobierno fueron 52,8% negativas y 19,7% positivas.

El cierre que se inicia hoy durará al menos tres semanas y tiene como objetivo frenar los contagios que actualmente se duplican en escala cada dos semanas, dijo el Ministerio de Salud.

Las vacunas significan que «hay una probabilidad muy alta de que este sea nuestro cierre final», dijo a Radio Ejército Sharon Alroy-Preis, jefa de la división de servicios de salud pública del ministerio.