Agencia AJN.- Con el gabinete listo para reunirse para considerar un mayor endurecimiento del cierre nacional por el coronavirus en medio de tasas de infección galopantes, el principal funcionario del tesoro de Israel advirtió el martes que un mayor estrangulamiento de la economía podría causar un daño «irreversible».

Mientras tanto, el subdirector general del Ministerio de Salud, Itamar Grotto, dijo que el organismo exigiría como condición para terminar con el cierre una caída a una tasa de positividad del 7% en las pruebas. Actualmente, la tasa ronda en torno a un 11%-12%. Si las pruebas se mantienen al ritmo promedio actual de unos 50.000 al día, eso significaría unos 3.500 casos al día o menos.

En la reunión de hoy, se espera que el gabinete analice imponer nuevas restricciones, sólo cinco días después de declarar un cierre de tres semanas que cerró las escuelas y muchos negocios. En medio de los temores de que el sistema de salud se vea abrumado por nuevos casos graves en los próximos días, los medios de comunicación hebreos informaron de que las nuevas restricciones que se considerarán incluyen una mayor limitación de la asistencia a los lugares de trabajo, el cierre de sinagogas y la imposición de nuevas limitaciones a las oraciones públicas, sumado al cierre de todos los mercados, incluidos los que venden plantas de «cuatro especies» para la fiesta de Sucot.

En una carta dirigida al Director General del Ministerio de Salud, Chezy Levy, el Director General del Ministerio de Finanzas, Keren Terner Eyal, advirtió que las nuevas restricciones al trabajo tendrían «un costo dramático y doloroso para la economía que alcanzará los miles de millones en pérdidas a corto plazo, así como dramáticas damnificaciones económicas y sociales a largo plazo».

El funcionario señaló que las cifras de morbilidad se encuentran aproximadamente dos semanas por detrás de las medidas destinadas a contenerlas, «por lo que cualquier decisión sobre nuevas medidas que perjudiquen aún más a la economía sólo unos días después de que se hayan establecido las restricciones [existentes] y antes de que tengamos una visión clara de los efectos sobre la salud, y ciertamente de los efectos económicos en el comercio, los restaurantes y los espectáculos en contravención, y el sistema educativo, es prematura».

Terner Eyal argumentó que los beneficios para la salud de las nuevas restricciones no son proporcionales al daño económico que se espera que causen, lo que también conlleva un coste para la salud a largo plazo. «El paso con el mayor costo económico de todos sería el cierre de los lugares de trabajo, lo que conlleva el riesgo de un daño irreversible a medio y largo plazo», escribió, instando «a que evitemos otro duro golpe a la economía antes de que el público y los propietarios de las empresas hayan tenido la oportunidad de aplicar las importantes medidas preventivas que ya están en vigor».

La advertencia del Ministerio de Finanzas llega un día después de que Levy advirtiera que el sistema de salud estaba al borde de la sobrecarga en algunos lugares.

El Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalem y el Centro Médico Assuta de Ashdod dijeron el lunes que ya no podrían aceptar nuevos pacientes con coronavirus porque se les había acabado el espacio. Los anuncios llegaron cuando Levy instruyó a los hospitales para que suspendieran las cirugías electivas y dedicaran más recursos a la respuesta a la pandemia.

«Esperamos terminar los próximos 10 días con un aumento de 200-300 pacientes graves, con respiradores o en estado crítico», escribió Levy el lunes a los administradores de los hospitales. «Les pido que traten esta situación como una situación de emergencia para el sistema de salud. Los hospitales deben terminar con los procedimientos electivos y no esenciales».

Según el Ministerio de Salud, además de Shaare Zedek y Assuta, las salas de coronavirus de varios de los principales hospitales del país han superado el 100% de su capacidad: el Hadassah Ein Kerem de Jerusalem (143%), el hospital Laniado de Netanya (111%), el Centro Médico Sheba de Ramat Gan (119%) y el Centro Médico Kaplan de Rehovot (121%).

La policía dio a conocer el martes cifras de sus esfuerzos de cierre que mostraban que casi 2.000 multas habían sido entregadas en 24 horas. De ellas, 1.035 fueron entregadas a aquellos que habían dejado sus hogares sin una razón válida, 851 a individuos que no usaban una máscara facial en público y 32 a aquellos que fueron sorprendidos violando los requisitos de cuarentena después de haber estado en contacto con un portador confirmado. Las violaciones de la cuarentena conllevan una multa de 5.000 shekel (1.450 dólares).

El número de enfermos graves fue de 668 el martes por la mañana, según las cifras del Ministerio de Salud, un salto de más de 130 en una semana. De ellos, 159 están con respiradores.

El número de muertos desde el comienzo de la pandemia fue de 1.285.

El lunes se añadieron 3.858 casos al recuento nacional de casos (193.374), pero con un número menor de pruebas de 34.400. El porcentaje de pruebas positivas se mantuvo muy alto, en un 11,6%.

Con los hospitales desbordados en todo el país, el Ministro de Defensa Benny Gantz ordenó el lunes a los militares que se preparen para establecer un hospital de campaña para pacientes con coronavirus.