Agencia AJN.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busca un endurecimiento inmediato y significativo de las restricciones dispuestas en el marco de las acciones sanitarias para controlar la propagación del coronavirus que podrían incluir hasta el cierre del aeropuerto internacional Ben Gurion.

La decisión fue anunciada luego de que el Ministerio de Salud informara que 31 personas habían muerto por COVID-19 y que se registraron 6.923 nuevos casos de coronavirus en Israel en las 24 horas anteriores, datos desalentadores tras las restricciones que se reiniciaron el viernes pasado en coincidencia con el inicio de las Altas Fiestas Judías.

Lo cierto es que las acciones anunciadas por la Oficina del Primer Ministro reavivaron la interna entre Netanyahu y el partido Azul y Blanco, que preside Benny Gantz, actual ministro de Defensa, y principal socio del premier israelí en el gobierno de unidad.

Los ministros del partido Azul y Blanco acusaron a Netanyahu de una «obsesiva» misión por detener las manifestaciones en su contra con medidas restrictivas para contener el virus mortal.

Según el sitio de noticias de Walla, el canciller Gabi Ashkenazi y el ministro de Justicia, Avi Nissenkorn, acusaron al primer ministro de tratar de sofocar las protestas, al tiempo que permiten que se celebren servicios de oración al aire libre en Iom Kipur y buscan mantener abiertas algunas partes de la economía.

El informe dice que los ministros Azul y Blanco también estaban molestos cuando Netanyahu dijo que las estrictas reglas de cierre solo durarían hasta el lunes, el feriado de Iom Kipur. “Primer ministro, díganos lo que quiere. Dijiste que querías un bloqueo total porque las infecciones son altas. Ahora dices que son solo cuatro días”, protestó Ashkenazi, según reveló The Times of Israel.

Los informes de los medios hebreos sugirieron que el cierre del aeropuerto Ben Gurion también estaba entre una serie de restricciones que debatirá el gabinete.

Al respecto, la ministra de Transporte, Miri Regev, confirmó que el aeropuerto Ben Gurion estaría cerrado si se impone un bloqueo total. En declaraciones al Canal 12, declaró que a los israelíes se les impediría salir del país, el gobierno trabajará para garantizar que los boletos de avión sean reembolsados.

Más allá de este punto, el propio Benny Gantz salió a cruzar la política de Netanyahu. “En una democracia el derecho a manifestarse y protestar es sagrado. La exigencia de quienes buscan orar como lo ha hecho el pueblo judío durante miles de años también es sagrada y justa. La demanda de quienes quieren ganarse la vida dignamente, volver al trabajo y cuidar a sus hijos también es real y justa. Pero no menos importante, ciertamente en emergencias nacionales, es el derecho a la salud y la seguridad ”, dijo Gantz.

“Hoy, el gabinete del coronavirus presentará esquemas para limitar las oraciones y manifestaciones realizadas por profesionales de la policía, el Ministerio de Salud y asesores legales del gobierno. Respaldaremos su decisión ”, agregó el referente del partido Azul y Blanco.

El portal de noticias Ynet hizo hincapié en la discusión entre Netanyahu y el ministro de Justicia Avi Nissenkorn, quien criticó la solicitud del premier de imponer restricciones a las protestas, argumentando que sería una medida antidemocrática destinada a frenar las críticas contra el jefe de Estado.

Durante meses, los manifestantes se han estado congregando frente a la residencia de Netanyahu en la calle Balfour de Jerusalén para exigir su renuncia debido a sus acusaciones en tres casos de corrupción y lo que consideran su manejo fallido de la pandemia de coronavirus y la posterior crisis financiera, mientras que muchos de ellos no usar máscaras protectoras y observar el distanciamiento social.

«Acordamos ir con la propuesta (de Netanyahu) y la posición de los expertos de dictaminar un bloqueo general en un intento por reducir las infecciones», dijo Nissenkorn. «Pero ahora, ha retrocedido en sus declaraciones y desea tomar una decisión que, en la práctica, solo prohibirá la celebración de manifestaciones en Balfour. Esto sería una medida ilógica y antidemocrática, y también es incorrecta para usted. No debemos desviarnos de la postura de los profesionales», sostuvo el ministro.

Israel, un país de unos 9 millones de habitantes, tiene ahora una de las tasas más altas de coronavirus per cápita del mundo, y los funcionarios de salud dicen que los hospitales se están acercando rápidamente al límite de su capacidad. La semana pasada, el gobierno impuso un cierre nacional que cerró escuelas, centros comerciales, hoteles y restaurantes.

En este contexto, el viceministro de Salud, Yoav Kisch, dijo el miércoles temprano que las regulaciones tendrían que ser más estrictas en un futuro cercano.

“Las instituciones educativas estarán cerradas, la economía se limitará al trabajo esencial, las sinagogas no tendrán oraciones en el interior, con arreglos para la oración al aire libre, y se permitirán manifestaciones sin que los manifestantes viajen entre ciudades”, dijo Kisch a Canal 12 de televisión.

*Se dispara el desempleo en Israel

El Servicio de Empleo israelí informó que desde el inicio del cierre nacional, 109.378 personas fueron registradas como desempleadas, lo que eleva el número total de desempleados en el país a 837.000; se espera que otros 200.000 se registren al final del cierre.

El Servicio de Empleo informó que más de 40.000 personas ya se han registrado como desempleadas desde el jueves de la semana pasada.

Para el miércoles, ese número había aumentado a 109.378, lo que eleva el número total de desempleados en el país a 837.000, de los cuales 500.562 están en licencia sin goce de sueldo. Solo desde el martes, otras 39.237 personas se han registrado en el servicio.

Al menos 86.738 de los nuevos desempleados se han registrado en el servicio por segunda vez desde el inicio del brote de coronavirus en marzo. El Instituto Nacional de Seguros estima que el endurecimiento del bloqueo provocará que otros 200.000 trabajadores sean despedidos o suspendidos de inmediato.